domingo, 13 de abril de 2025

30 AÑOS DE LA COPA DE EUROPA DE BALONCESTO 1995

El Real Madrid se adjudicó frente a Olympiacos su octavo título en la máxima competición continental

A las puertas de una nueva Semana Santa me viene a la cabeza aquel Jueves Santo de 1995. El 13 de abril de 1995, para ser exactos. Una fecha muy importante para el Baloncesto del Real Madrid y sus aficionados. Tal día como hoy de hace 30 años el equipo blanco ganaba la Copa de Europa. "Madrid VIII. Rey de Europa", titulaba en primera página el periódico Marca al día siguiente. "Ayer fue coronado en Zaragoza", rezaba el antetítulo, reflejando también el marcador final del encuentro, el 73-61 que dejó sellado Pep Cargol colgándose del aro y levantando los brazos tras la última canasta...

Hace cinco años, con motivo del 25º aniversario de aquel título, escribí aquí sobre aquella Copa de Europa de 1995. Así que me vuelve a pasar como en el pasado mes de enero, cuando mencionaba el 5-0 del fútbol... No tiene mucho sentido volver a repetir todo lo que conté entonces sobre el partido y lo que rodeó aquella victoria en la Final Four de Zaragoza. Pero sí que necesito plasmar unas pocas líneas para conmemorar el 30º aniversario, fecha redonda, y para poner de relieve la inmensa satisfacción que supuso ver al Real Madrid coronado como Campeón de Europa. Para mi generación aquella fue nuestra primera Copa de Europa y llegó en una época en la que parecía imposible alcanzar un logro así. Eso sí que lo vuelvo a repetir una vez más: Hubo un tiempo en el que llegué a estar convencido de que jamás le vería ganar una Copa de Europa al Real Madrid. Sí, habíamos visto 2 Copas de la UEFA en fútbol y en baloncesto habíamos ganado la Korac 1987-88 y las Recopas 1988-89 y 1991-92. Pero hablamos de la Copa de Europa, de la máxima competición continental de clubes. En fútbol no la ganábamos desde 1966 y en baloncesto desde 1980, quince años atrás. Qué curioso, ahora quince años no me parece tanto, pero en 1995 era toda una vida para nosotros, lo que significaba que no habíamos visto nunca ganar un título así a los nuestros. De ahí su importancia.

Si se le pregunta a cualquier aficionado de mi época por la temporada 1994-95 se le dibujará una sonrisa en la cara de inmediato y hablará con pasión de aquella campaña que nos dejó profundamente marcados. El verano de 1994 y todo lo que llegó con Jorge Valdano para ganar una Liga que se celebró con pasión, una de las Ligas más queridas por quienes la vivimos. Pero es que aquella temporada 1994-95 también fue la de la Copa de Europa de Baloncesto. Fue la Copa de Europa de Ramón Mendoza y, sobre todo, especialmente, de Mariano Jaquotot, que por desgracia no pudo disfrutarla en vida. Él, que fue quien construyó aquel equipo, nos dejó por culpa de la maldita enfermedad unos meses antes. Pero el trabajo dio sus frutos. Cerró su brillante gestión contratando a Zeljko Obradovic con el clarísimo propósito de ir a por la Copa de Europa.

30 años es mucho tiempo. Una barbaridad. Básicamente hemos vivido, desde entonces, dos veces el tiempo que había transcurrido entre las Copas de Europa de 1980 y 1995 . Se empieza a quedar muy, muy atrás. Y como dejaba constancia el pasado mes de enero respecto al 5-0, dado que los aniversarios deben ser redondos, supongo que no volveré a escribir aquí sobre La Octava Copa de Europa de Baloncesto. Pero que sirva este 30º aniversario para constatar que fue uno de los días más felices para muchos de nosotros como aficionados del Real Madrid. Y que después de aquella Copa de Europa, afortunadamente, vinieron más. En fútbol y también en baloncesto.