El ariete francés se estrenó en un Real Madrid-Barcelona disputado tal día como hoy de hace 20 años
Marcó pocos goles, pero supo elegirlos. A Nicolas Anelka se le miró con lupa desde el primer día que pisó Madrid para enfundarse la camiseta blanca. Sólo tenía 20 años... El problema es que su traspaso alcanzó los 5.000 millones de las antiguas pesetas y se generó una polémica terrible alrededor del desembolso realizado por el Real Madrid. El fichaje más caro de la Historia del Real Madrid en aquellos momentos. Ciertamente la cantidad era muy elevada. Se trataba de una apuesta de futuro de Lorenzo Sanz, que se hizo con un jugador que había debutado muy joven con el PSG y que había completado dos temporadas y media en el Arsenal a un gran nivel. Pero la presión fue terrible desde el primer partido. Lo peor que le puede pasar a un delantero es no marcar goles y fue lo que le pasó a Anelka en sus primeros meses como futbolista merengue. Pasaban los partidos y no había goles del francés, que además se vio inmerso en varias polémicas extradeportivas que, seguramente, le pasaron factura. A la falta de goles se unía la etiqueta de los 5.000 millones, lo que hacía que se generase una corriente de fichaje fallido que no se terminaría de quitar de encima el jugador pese a las muestras de calidad que dejó en su breve periplo como madridista.
Fueron pocos goles, sí. Y tardaron en llegar, cierto. Pero, insisto de nuevo, supo elegirlos para hacerse un pequeño hueco en la memoria de los aficionados. Llegó en agosto de 1999 y sus primeras dianas no se registraron hasta enero del 2000, en la primera edición de aquel Mundial de Clubes experimental en el que el Madrid no salió muy bien parado pero que sirvió para ver los tres primeros goles del francés con la camiseta blanca. En Liga todavía hubo que esperar un poco más, concretamente al sábado 26 de febrero de 2000. Tal día como hoy de hace 20 años, Anelka marcaba su primer gol en Liga. Y se lo hizo al Barcelona...
Estaba siendo una campaña convulsa. En la jornada 26 del Campeonato Nacional de Liga el Barcelona pasaba por el Santiago Bernabéu. Los azulgranas con un punto más que nosotros, aunque los dos conjuntos estaban lejos del Deportivo, líder y conjunto que acabaría cantando el alirón esa temporada 1999-00. En cualquier caso el Real Madrid afrontaba un difícil compromiso frente al eterno rival con la presión de saber que un pinchazo significaría decir prácticamente adiós a las opciones de pelear por el título, además de seguir por detrás de los de Louis van Gaal. Pitó aquel 'clásico', televisado en directo por televisión, el colegiado Ansuátegui Roca.
Pero, mira por donde, aquella noche tocó llevarse una alegría. Una gran alegría. Frente al Barcelona el cuadro de Vicente Del Bosque completó una grandísima actuación, una de las mejores de la temporada, y le pegó un buen repaso a su rival. El choque se puso de cara, además, muy pronto. A los cinco minutos Roberto Carlos nos regaló una de las suyas, un espectacular lanzamiento de falta que terminó con el balón perforando la portería de Arnau. Un cañonazo increíble, además, porque la falta era muy lejana. Pero el misil del brasileño hizo subir el 1-0 al marcador. Los ánimos se incrementaron en las filas locales en favor de un Real Madrid que superó en todo momento al Barcelona. Hubo momentos de auténtica superioridad con el equipo blanco controlando el juego gracias a un centro del campo en el que brilló, cómo no, Fernando Redondo. Portentoso. Tremendo el partido que jugó el argentino, que fue de menos a más y que hizo lo que quiso en el segundo tiempo.
Con el resultado a favor todo era más fácil... Pero es que además llegó el segundo de la noche. El gol de nuestro protagonista, el primer gol en Liga de Anelka. Se habían reído tanto del francés por tener su casillero particular a cero... Pues mira, contra el Barcelona, su primer gol. Una jugada en ataque un pelín embarullada en la que ni Guti ni Morientes acertaron a rematar bien concluyó con el balón rechazado y Anelka aprovechando para empujar el esférico por el centro a puerta vacía estableciendo el 2-0. Sólo habían pasado 19 minutos y el Madrid se aseguraba un pequeño colchón a su favor.
El Madrid se sentía muy superior y todos sus jugadores brillaron sobre el césped. Geremi borró a Rivaldo y se permitió el lujo de protagonizar jugadas de ataque como una tremenda incursión marchándose en velocidad de Bogarde que finalizó con un pase del camerunés al centro del área que no llegó a Morientes por los pelos. Antes del descanso Roberto Carlos dispuso de otro lanzamiento de falta que salvó, esta vez sí, el guardameta Arnau. Respondió Rivaldo con otra falta que acabó en la madera. Las esporádicas jugadas de ataque de los visitantes permitieron lucirse a un acertado Iker Casillas. En cualquier caso, el Madrid había sido muchísimo más equipo durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Más calidad, más garra, más entrega, mejor juego, más acierto, más puntería... El Madrid era quién estaba enchufado y dio sensación de superar cuando y como quería a la defensa del Barcelona. El resultado podía considerarse incluso corto...
De todas formas, en los primeros compases del segundo tiempo los blancos incrementaron su ventaja con el tercero. Incorporación de Míchel Salgado por la derecha y pase a Morientes, dentro del área. El ariete recibió de espaldas a la portería y bien marcado por Abelardo, pero giró sobre sí mismo y, medio cayéndose, consiguió conectar con la zurda un disparo seco y raso que entró con fuerza en la portería de los blaugrana. ¡Golazo de Morientes, el 3-0!
La segunda mitad fue tremenda, con el Santiago Bernabéu exultante coreando las jugadas de su equipo y un Real Madrid que vapuleó a su contrincante. Raúl anotó un espectacular gol de vaselina que fue anulado. Una rosca de Guti, un cabezazo de Raúl... No hubo más tantos y, sinceramente, aquel 3-0 se quedó muy corto para los méritos que hizo el equipo aquella noche, sin duda una de las mejores de aquella temporada. Algo que ha pasado unas cuantas veces en la historia de los 'clásicos', partidos en los que el Madrid había sido superior pero que, por unas razones u otras, no terminaba de conseguir un marcador más abultado, contundente, de esos que se recuerdan para toda la vida. Lo digo porque, veinte años después, quizás este encuentro haya quedado difuminado en el recuerdo pese a ser uno de los mejores Real Madrid-Barcelona que firmó el Club en las dos últimas décadas. A mí, desde luego, no se me olvidará nunca la alegría de aquella noche y el 'cachondeo' que me traje con mi padre a cuenta del gol de Anelka, del primer gol en Liga de Anelka después de seis meses de competición...
Goles de Anelka
No marcó muchos más. Anelka sólo jugó con el Real Madrid la temporada 1999-00 y únicamente hizo siete goles. A los tres del Mundial de Clubes sumó el que le marcó al Barcelona, otro que le hizo al Betis en su segundo y último tanto en la Liga Española... Y los dos que le hizo al Bayern de Munich en la Champions. Anelka tuvo sus dos noches de gloria en las semifinales de la Liga de Campeones y gran parte de la consecución de La Octava pasó por los goles que significaron el 1-0 de la ida y el 2-1 de la vuelta, aquel cabezazo cuando peor estaban los de Del Bosque. Esos goles frente al Bayern sirvieron para que Anelka dejara cierto buen recuerdo. Al término de aquella campaña el francés volvió a recalar en el PSG por 5.500 millones de pesetas, así que la operación no fue tan mala como se pudo haber pensado. Recuperamos e incluso ganamos algo de dinero por un jugador que terminó siendo importante a la hora de ganar una Copa de Europa. Y encima me quedó para siempre el recuerdo de que su primer gol en Liga se lo hizo al Barcelona.
REAL MADRID: Casillas, Míchel Salgado, Hierro, Karanka, Roberto Carlos (Iván Campo, 87'), Geremi, Redondo, Raúl, Guti, Anelka (McManaman, 79') y Morientes (Sanchís, 69').
BARCELONA: Arnau, Puyol, Reiziger, Abelardo, Bogarde (Xavi, 45'), Luis Enrique (Guardiola, 61'), Ronald De Boer, Zenden, Figo, Kluivert (Dani, 73') y Rivaldo.
GOLES
1-0 min. 5 Roberto Carlos
2-0 min. 19 Anelka
3-0 min. 52 Morientes
El Real Madrid se adjudica el título tras doblegar a Unicaja 68-95 en el Martín Carpena
Campeones de la Copa del Rey. La Sección de Baloncesto del Real Madrid se ha adjudicado este domingo el título tras imponerse en la Final al Unicaja Málaga por 68-95. 27 puntos de diferencia sobre el anfitrión que dejan bien clara la superioridad mostrada por los madridistas. Volvemos a lo más alto de la competición del KO después de las polémicas dos últimas finales de 2018 y 2019. Se trata de la Copa número 28 para el Real Madrid y es el segundo título de la presente campaña tras el de la Supercopa del pasado mes de septiembre frente al Barcelona. Dos de dos en una temporada 2019-20 que marcha muy bien hasta el momento.
El equipo de Pablo Laso arrancó la competición el pasado jueves doblegando al Bilbao Basket por 93-83. Los blancos eliminaron ayer sábado al Valencia Basket por 68-91. Los valencianos habían dejado en la cuneta al Barcelona en cuartos de final. Por el otro lado del cuadro Unicaja Málaga se metía en la gran final tras imponerse al Casademont Zaragoza en su primer partido y al Morabanc Andorra en semifinales.
En el partido decisivo de hoy las impresiones han sido muy buenas. Como siempre talento, mucho esfuerzo y compromiso por parte de todos los integrantes de la plantilla. Gran encuentro del Real Madrid con una figura sobresaliente, Facundo Campazzo, nombrado con toda justicia MVP. Jaycee Carroll, con 20 puntos, ha sido otro de los destacados de un conjunto que desde el inicio impuso su ritmo y ya doblaba a su rival 13-26 al término del primer cuarto. Muy seguros en defensa los blancos que, además, hacían mucho daño arriba con lanzamientos de tres que permitían incrementar las distancias. Con una buena renta de puntos se hizo más fácil gestionar los intentos de reacción del cuadro malagueño, pero de nuevo el acierto en el aro permitió al Real Madrid alcanzar el ecuador del encuentro con un favorable 28-43. Tras volver a la cancha los de Laso terminaron de encarrilar la victoria castigando a su oponente y manejando distancias de 20 puntos para engordar el marcador hasta el 42-68 con el que finalizó el tercer cuarto. En cualquier caso, el Madrid no aflojó su ritmo y en los últimos diez minutos siguió plasmando su dominio para firmar el definitivo 68-95, la mayor diferencia en una Final desde el año 1983. El Real Madrid, Campeón de Copa 2020. Rey de Copas con 28 títulos.
"Estoy muy contento por los chicos. Creo que hemos hecho un torneo magnífico, súper centrados, súper preparados mental, físicamente... Hemos llegado más justos pero todo el mundo ha trabajado muy bien, todo el staff, los médicos para tener a los chicos preparados y la verdad es que estoy muy contento", señalaba al término del encuentro Pablo Laso para Real Madrid Televisión. "Las copas son muy exigentes y lo hemos llevado y lo hemos sabido llevar. Yo creo que con Bilbao hicimos un partido muy serio, muy sufrido. Los dos siguientes, la semifinal y la final, parecen más fáciles pero han sido muy trabajados. Creo que el trabajo de todo el equipo ha sido magnífico. Estoy muy orgulloso de los chicos, del hambre que ha demostrado el equipo en venir a por esta Copa desde el primer día, de quererla de verdad", apuntaba el entrenador analizando el torneo de los suyos. "Ha sido un torneo muy completo de todo el equipo. Es difícil ganar estos títulos, es muy complicado. Hemos tenido muchos éxitos estos últimos años pero es difícil ganar", recuerda Jaycee Carroll. "Ha sido una Copa del Rey muy difícil pero creo que se ha visto al mejor Real Madrid cuando se tenía que ver", declaraba Rudy Fernández. "Parece fácil pero no lo es. Creo que el equipo ha hecho un trabajo magnífico durante todo el fin de semana, durante los tres partidos. Hemos estado muy concentrados, todos sabíamos lo que teníamos que hacer. El Facu ha estado sublime. Hemos conseguido que pareciera fácil, pero hay que darle mucho mérito también a la Copa del Rey que ha hecho Unicaja. Para las vitrinas siempre encontraremos un hueco para los títulos que vengan. Estamos muy satisfechos con la sensación del trabajo bien hecho", señalaba un Sergio Llull que recibió en vestuarios una camiseta conmemorativa por los 800 partidos disputados hasta el momento con el Real Madrid. Allí siguió la fiesta y la celebración de unos campeones que, una vez más, inmortalizaron el momento con el ya tradicional selfie del propio Llull. El presidente, Florentino Pérez, también habló para Real Madrid Televisión y destacó la buena racha de títulos de esta campaña: "Llevamos dos de dos y todavía queda lo más importante de la temporada, luego todos los aficionados del Real Madrid al baloncesto y al fútbol estamos encantados de que este equipo siga haciendo Historia".
Y desde 'Historias del Real Madrid' quiero enviar mi más sincera felicitación a toda la plantilla, cuerpo técnico y ayudantes por este nuevo título, segundo de la presente campaña. Y ojalá sigan llegando muchos más. ¡Enhorabuena, Campeones!
Se cumple un cuarto de siglo del inolvidable golazo del defensa vasco del Real Madrid
Se trata de otro de los grandes recuerdos de la temporada 1994-95. El partido en el que Mikel Lasa firmó el gol por el que todo el mundo le recordaría a partir de entonces, aquel gol desde su propio campo que la prensa bautizaría como el 'Lasazo'. Siempre suelo decir que todos los futbolistas tienen su gran día como protagonistas y el defensa de Legorreta lo tuvo aquella jornada con esa diana que sacó los pañuelos blancos en el Santiago Bernabéu. La gran jornada como madridista de un futbolista muy trabajador y cumplidor...
Titular en el lateral izquierdo madridista durante las últimas campañas, Mikel Lasa no lo tuvo nada fácil de inicio en la temporada 1994-95. Valdano utilizó a Luis Enrique en esa posición e incluso llegó a jugar con el canterano Alberto Marcos en tres encuentros. Lasa sólo jugó en la segunda jornada de Liga frente al Logroñés y en la vuelta de la primera ronda de la Copa de la UEFA frente al Sporting de Portugal. Después, desapareció de las alineaciones durante más de dos meses... El panorama del jugador cambió a comienzos de diciembre de 1994 con la gravísima lesión en Anoeta de Míchel que dejaría al centrocampista diestro fuera de combate para toda la campaña. Míchel era una leyenda en la banda derecha del Real Madrid y además no tenía un sustituto natural en la plantilla, lo que obligó a Valdano a tener que improvisar. Lo más lógico era tirar del comodín por excelencia de aquel vestuario: Luis Enrique. El asturiano, que jugaba y había jugado ya en todos los puestos menos el de central y portero, se asentaría como centrocampista por la derecha. El lateral izquierdo, por lo tanto, volvía a ser para Mikel Lasa. El guipuzcoano regresó a la titularidad el 22 de diciembre, en el último partido del año 1994, el de la goleada 0-5 en Valladolid. Ya no dejaría el puesto en toda la temporada. Mikel Lasa se convirtió en fijo del once inicial del Real Madrid para todo lo que quedaba de la temporada 1994-95.
El domingo 5 de febrero de 1995, tal día como hoy de hace 25 años, el 'Campeón de Invierno' arrancaba la segunda vuelta de la Liga 1994-95 en el Santiago Bernabéu frente al Sevilla, equipo al que había goleado 1-4 en la primera jornada del campeonato. Paco Buyo lograría superar el récord de imbatibilidad de la portería madridista, en manos de Miguel Ángel desde la temporada 1984-85, dejando la nueva marca en 631 minutos. Pero no fue fácil. Resultó ser un partido bastante complicado, con los foráneos muy bien plantados sobre el terreno de juego y cerrándose muy bien. Aun así, el conjunto blanco dispuso de oportunidades que no llegaron a buen puerto. Hierro en lanzamiento de falta, Zamorano, Raúl... Al filo del descanso Mikel Lasa realizó su primera gran intervención del choque al cruzarse providencialmente ante el rumano Dumitrescu para enviar a córner el balón desbaratando así una peligrosísima contra que pudo ser el 0-1. Ya en el segundo tiempo los de Valdano siguieron insistiendo y en el minuto 61 consiguieron ver puerta por fin. Perfecto pase largo por raso de Fernando Hierro para Raúl y el joven delantero, bastante escorado hacia la derecha, consiguió cruzar el balón batiendo a Unzue por debajo de las piernas. Con 1-0 en el marcador Raúl dispuso de una doble ocasión para hacer el segundo y Laudrup también tendría su oportunidad con un disparo que se marchó por alto. Pasaban los minutos y el resultado no quedaba cerrado, lo que impacientaba un poco a los aficionados madridistas de cara a las postrimerías del duelo.
La gran jugada llegó en el minuto 91. En tiempo de descuento el Sevilla, con el marcador en contra, apretaba todo lo que podía en busca de las tablas y se disponía a botar un saque de esquina. Todo el equipo visitante arriba, lógico. Moya ejecutó el córner y el balón quedó en los dominios de Davor Suker cerca del pico del área con el croata tratando de acomodar el esférico para buscar el pase o el disparo a puerta. El batallador Mikel Lasa consiguió arrebatarle la pelota y corrió por banda izquierda perseguido por Suker. El guardameta Unzue había subido, por lo que estaba fuera de la portería. Lasa se percató de la ausencia del cancerbero y sin llegar todavía al centro del campo soltó un tremendo disparo, una parábola de 58 metros que terminó con el balón botando en el área y entrando entre los tres palos del arco sevillista. Impresionante. Un gol impresionante. El gol de la temporada 1994-95. Las gradas se poblaron de pañuelos blancos y todo el público coreó el nombre del defensa vasco...
Lasa fue el gran protagonista de aquel domingo en los resúmenes de la televisión y en los programas nocturnos de radio. Todo el mundo se alegró por él, futbolista poco dado a recibir elogios. "Me dio mucha alegría que le ocurriera eso a Lasa. Me gustó que recibiera un premio tan grande por un golpe de atrevimiento", comentó Jorge Valdano en declaraciones recogidas por la revista oficial Real Madrid. "Una
pasada", tituló en portada el diario Marca al día siguiente. "Lasa
remató la fiesta", rezaba el antetítulo del rotativo madrileño junto a
un dibujo que ilustraba el espectacular tanto y la distancia recorrida
por el balón. Los 58 metros convirtieron al gol de Mikel Lasa en el más lejano anotado en toda la Historia de la Liga y así se mantuvo hasta la temporada 2004-05, cuando el defensa Antonio José González Santos, jugador del Numancia, le clavó un gol al Sevilla desde 68 metros. Hasta entonces el récord fue suyo y en la actualidad sigue siendo el segundo de la lista y el gol más lejano del que hay constancia en la Historia del Real Madrid.
"Lo he visto una y otra vez, y la verdad es que es uno de esos goles que no te cansas de mirar. Cada vez que lo veo lo disfruto con más alegría", contaría días después el propio Mikel Lasa a los responsables de la publicación oficial del Club. "He trabajado y sigo haciéndolo para no defraudar a los que confiaron en mí. Este gol no me va a dormir en los laureles", añadía destacando la humildad de un futbolista que se esforzaba en cada lance de juego y entrenamiento. "He sido poco goleador, pero los goles que he marcado siempre han tenido una significación especial, bien por lo que representaban de cara al resultado o bien por su espectacularidad", recordaba Lasa. Con aquel asombroso tanto Mikel Lasa se hizo un pequeño hueco en la memoria de los aficionados del Real Madrid. Él siguió a lo suyo, trabajando y trabajando como haría a lo largo de todo lo que quedaba de aquella temporada 1994-95. Titular en todos los partidos y siendo cambiado sólo en un par de ocasiones, la segunda por lesión, el de Legorreta se ganó a pulso el puesto y contribuyó desde el césped a la consecución del título de Liga.
REAL MADRID: Buyo, Quique Flores, Hierro, Sanchís, Lasa, Luis Enrique, Milla, Laudrup, Amavisca, Raúl (Martín Vázquez, 77') y Zamorano.
SEVILLA: Unzue, Martagón, Prieto, Diego, Soler, Moacir, Rafa Paz, Cortijo, Dumitrescu (Tevenet, 84'), Estebaranz (Moya, 51') y Suker.
GOLES
1-0 min. 61 Raúl
2-0 min. 91 Mikel Lasa
El equipo de Zinedine Zidane doblega en la tanda de penaltis al Atlético de Madrid
El Real Madrid se ha proclamado esta noche Campeón de la Supercopa de España tras doblegar al Atlético de Madrid en la gran Final del torneo, que se decidió en la tanda de penaltis tras concluir sin goles el tiempo reglamentario y la prórroga. Es el undécimo título para el Club blanco en esta competición, el primero que logra con este nuevo formato a cuatro que ha puesto en marcha esta temporada la Real Federación Española. Buena manera de empezar 2020 para el Real Madrid, que afrontaba estos dos partidos con las bajas de Benzema, Bale y Hazard, no lo olvidemos.
Vaya por delante que no me convence la nueva configuración de la competición y tampoco me gusta la fecha de celebración de la misma. Desde mi punto de vista la Supercopa la deben disputar los campeones de Liga y Copa del Rey en agosto, como primer título oficial de la temporada. No me gusta eso de que se juegue ahora en enero, algo que me recuerda a los años en los que se jugaba en diciembre, a mitad de campaña y como si estorbara. Dicho esto, hay que puntualizar que desde hace meses ya se sabía que el formato sería el que se ha utilizado ahora y que habría dos equipos invitados. No se entiende, por tanto, la polémica que ha levantado esta nueva Supercopa en ciertos sectores. No obstante ha sido curioso que hayan sido precisamente los dos equipos que han participado como segundo y tercero de la Liga los que se han jugado el título en la Final. Aunque no me agrade este formato, una vez que el Real Madrid participaba había que ir a por la Supercopa y se ha conseguido. Me alegro.
El Madrid abrió la competición jugando las semifinales frente al Valencia en lo que terminó resultando todo un partidazo del conjunto blanco. La escuadra de Zinedine Zidane se clasificó para la Final tras firmar una exhibición. Resultó excepcional el rendimiento de un centro del campo muy poblado que sorprendió a nuestro rival. Saltó al campo de inicio el equipo formado por: Courtois, Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Mendy, Valverde, Casemiro, Kroos, Modric, Isco y Jovic. Marcelo, James y Mariano sustituyeron a Mendy, Modric y Jovic en el tramo final. Abrió el marcador Toni Kroos con un espectacular gol olímpico, algo que no veíamos los madridistas desde que en diciembre de 1997 el croata Davor Suker anotara directamente de saque de esquina frente al Mérida en el Santiago Bernabéu. La ejecución del alemán fue perfecta al observar que el guardameta Jaume Doménech estaba algo adelantado y el cancerbero no pudo hacer nada para evitar un gol de bellísima factura. Golazo. Antes de llegarse al descanso Isco amplió la renta con el segundo gol. Pase atrás de Valverde y remate de Modric que se topa con el defensa Garay. El rechace lo aprovechó el malagueño enviando el esférico a la red. Ya en el segundo tiempo una buena acción entre Isco y Jovic concluyó con el balón en poder de Modric dentro del área. El croata resolvió la jugada con un espectacular disparo con el exterior del pie derecho que supuso el 0-3 para el Real Madrid. Un penalti en las postrimerías le sirvió al Valencia para recortar distancias al ejecutar Parejo con acierto desde los once metros, aunque el resultado no corría peligro para un Madrid que estaba en la Final. Los blancos, que en realidad jugaron con la tercera equipación de color verde, tendrían que esperar un día para conocer al rival.
Al día siguiente, en la otra semifinal, el Atlético de Madrid eliminó al Barcelona en un partido de alternativas. Se adelantaron los rojiblancos 0-1 con gol de Koke, empató Messi y Griezmann puso el 2-1 para los azulgranas. En las postrimerías Morata empató de penalti y Correa marcó el 2-3 que certificaba la remontada de los de Simeone. Los campeones de Liga y Copa del Rey quedaban fuera. Final, Real Madrid-Atlético de Madrid. Decimoquinta Final para el Madrid en esta competición.
La Final
El partido de hoy no ha sido tan vistoso como el del pasado miércoles, las cosas como son. La primera parte no ha sido muy buena futbolísticamente hablando. El plan de los centrocampistas frente al Valencia no sorprendió a un Simeone que sabe cómo parar a los rivales y faltó mucha fluidez a la hora de hacer circular el balón con dirección al área, algo que perjudicó a Jovic. Se le ven trazas de buen delantero al serbio pero me preocupa un poco que a estas alturas de la temporada sólo lleve anotado un gol. También es cierto que no lo tuvo nada fácil hoy. Los balones no llegaban con facilidad y ya sabemos que si por algo destaca el Atlético es por su fortaleza y su buen hacer atrás. Con eso y aprovechando algún fallo atrás, como uno de Sergio Ramos, pudo haber llegado algún susto... Así las cosas, no es de extrañar que los primeros disparos para el conjunto blanco llegaran de las botas de dos centrocampistas como Casemiro y Modric. No hubo manera y al descanso se llegó con el 0-0. Tras la reanudación Jovic protagonizó las primeras acciones de peligro para los de Zidane con una espectacular carrera que no pudo finalizar con éxito y con un disparo cruzado que se marchó lamiendo el poste. El ariete también participó en la jugada que concluyó con un poco afortunado remate de Valverde cuando el uruguayo lo tenía todo a su favor. Mala suerte ahí. El partido seguía vivo con el paso de los minutos y el Atlético dispuso de una buena oportunidad por mediación de Morata, que se topó con un inspiradísimo Courtois. Nuestro ex delantero no pudo superar al ex portero rojiblanco. Mariano apareció con su habitual energía en los últimos compases de un duelo abocado al 0-0 a pesar de que Rodrygo tuvo una clarísima en el descuento. Había que jugar la media hora extra para intentar dilucidar el nombre del Campeón. Nuevamente se intentó con lanzamientos desde fuera del área como el de Kroos o desde dentro, como en una doble ocasión que protagonizaron Modric y Mariano topándose en ambos casos con Oblak. Fue la Final de los porteros. Al menos durante los 120 minutos de juego... No hubo forma de marcar.
El destino del choque pudo haber sido otro en los últimos compases de la prórroga de no haber sido por la oportuna intervención de Valverde. Suya será la imagen que recordaremos en el futuro del partido de hoy. Una pérdida de balón del Madrid originó la cabalgada de Álvaro Morata en dirección a nuestra portería. Se iba a quedar solo delante de Courtois. El uruguayo se lanzó a la persecución del delantero y no dudó en cazarle por detrás para evitar el posible gol que seguramente hubiese resuelto la Final. Roja clarísima. A la calle. Pero había que hacer lo que hizo, tomó la decisión correcta y todo el mundo lo sabe. Incluso Simeone, que no dudó en saludar al madridista cuando se retiraba del terreno de juego expulsado. Gracias a Valverde el partido concluyó con el 0-0 inicial y hubo que recurrir a la tanda de penaltis. Como en Milán.
Empezó la tanda de disparos el Real Madrid. Ejecutó en primer lugar Carvajal, que superó a Oblak. 1-0. Siempre es importante marcar el primero. Turno para el Atlético y Saúl, emulando a Juanfran en 2016, envió al palo izquierdo de la portería. Seguía el 1-0. Turno para el Real Madrid y el joven Rodrygo se sacó un espectacular disparo colocado a la misma escuadra. El mejor penalti de toda la tanda y una muestra de la personalidad del chaval, porque el disparo se le pudo haber ido a las nubes. Pero no, lo clavó por la escuadra derecha. 2-0. Segundo disparo para el Atlético, lanzó Thomas... Y paradón de Courtois, que seguía con su recital de brillantes intervenciones. Tercer disparo para el Real Madrid y Luka Modric engañando a Oblak. 3-0 para el Real Madrid y el camino bien encarrilado para ganar la Supercopa. El Atlético consiguió ver puerta a la tercera por mediación de Trippier. 3-1. Pero los blancos lo tenían todo a su favor. Si Sergio Ramos anotaba el cuarto todo habría acabado. Y marcó. Curiosamente no fue a lo Panenka, como me temía... El capitán aseguró y ajustó al palo izquierdo engañando al portero. 4-1. El Real Madrid, Campeón de la Supercopa de España 2019-20.
Los jugadores del Real Madrid hicieron pasillo a los del Atlético antes de que recogieran sus medallas de subcampeones y después recibieron el trofeo que les acredita como nuevos campeones. El capitán Sergio Ramos levantó la Supercopa, su título número 21 como madridista, al igual que Marcelo. Los dos defensas están a dos títulos de alcanzar los 23 de Paco Gento. La satisfacción ha sido patente entre todos los componentes de la plantilla blanca. "Me siento muy bien porque venimos aquí porque venimos aquí para conseguir este trofeo y lo hemos conseguido con mucho trabajo y con mucha tranquilidad. Hay que felicitar a todos los jugadores y a toda la plantilla porque ha sido una semana de éxito, trabajamos muy bien, preparamos muy bien los partidos y al final lo hemos conseguido, creyendo en nosotros y en lo que queremos. Sabemos que es el ADN de este Club, darlo todo en el campo y yo creo que podemos estar muy contentos", señalaba al término del choque Zinedine Zidane a los micrófonos de Real Madrid Televisión. También habló para el canal del Club el Presidente, que se mostró "muy contento" como todos los madridistas. "Hemos venido aquí a disputar un nuevo formato de la Supercopa, hemos jugado los dos partidos, hemos ganado y estamos muy satisfechos", apunta Florentino Pérez. "En el partido he estado tranquilo, en la prórroga menos y en los penaltis uno está muy nervioso. Pero de lo que no cabe duda es de que somos especialistas en ganar algún trofeo por penaltis", añadía Pérez, que alabó el trabajo de los jugadores destacando a Federico Valverde. "Todos los títulos motivan al equipo, motivan al entrenador, motivan a los aficionados y empezar este año con un nuevo título es una gran ilusión para todos. Hay que seguir alimentando este mito y esta leyenda que es el Real Madrid y se hace a base de títulos. Nos quedan todavía tres por delante este año y vamos a intentar encarar los tres", ha asegurado Florentino Pérez al micrófono de Real Madrid Televisión.
Conclusiones
El desenlace nos ha traído muy buenos recuerdos a los madridistas por las similitudes que ha habido con la Final de Milán. El Real Madrid consiguió La Undécima frente al Atlético y ha conseguido su undécima Supercopa de España frente a los colchoneros, otra vez en la tanda de penaltis, con un rojiblanco enviando un lanzamiento al palo, con Sergio Ramos anotando el disparo definitivo y consolidándose como una pesadilla para los atléticos...
Pero si hablamos de nombres propios hay dos claros protagonistas en las filas madridistas, como acabamos de ver: Thibaut Courtois y Federico Valverde. Grandísimo partido de nuestro portero, que por fin se ha consolidado y está demostrando el porterazo que todos sabíamos que era pero que, por unas cosas u otras, no había terminado de cuajar con nuestra camiseta. Tras un año a la sombra de Keylor y los titubeantes primeros compases de la presente campaña el belga está demostrando por fin que es uno de los mejores guardametas del mundo. Ahora sí que se le ve pleno de confianza y realizando las espectaculares paradas de las que había hecho gala con su Selección y con sus anteriores equipos. Y eso es importantísimo para ganar partidos y para ganar títulos, como hemos visto hoy. Sale reforzado de la Supercopa. Igual que Valverde. El uruguayo, a sus 21 años, es ahora mismo el futbolista más en forma del equipo y se convertido en imprescindible en el centro del campo del Real Madrid. Es el jugador del momento, la gran revelación de la temporada para nosotros. Se le recordará siempre por esa roja tan 'celebrada', la acción en la que, casi con total seguridad, salvó al Madrid de la derrota. La imagen de esta nueva Supercopa. El centrocampista coronó su gran actuación de hoy llevándose el MVP.
No quiero olvidarme de Zinedine Zidane. 10 títulos acumula el francés como entrenador del Real Madrid, consolidándose como el segundo con mejor palmarés sólo por detrás de Don Miguel Muñoz. 3 Champions League, 2 Mundiales, 2 Supercopas de Europa, 1 Liga y 2 Supercopas de España. Con él en el banquillo hemos jugado 9 Finales y las hemos ganado todas. Nueve de nueve. A principio de temporada, cuando el equipo no estaba dando lo que se esperaba de él, muchos pedían su cese. Como cambian las cosas... No sé cómo terminará el presente ejercicio, si se ganará algún título más o no, si llegaremos lejos... No lo sé. Pero tengo claro, lo he repetido muchas veces, que nunca hay que echar al entrenador a mitad de temporada. Se le ha dejado trabajar al francés y ahora, unos meses después, vemos un Real Madrid mucho mejor de lo que pensábamos a comienzos de Liga. Un equipo seguro atrás, que encaja menos goles, con una defensa y un centro del campo más sólidos, con más confianza y que vuelve a despertar ilusión entre los aficionados. Insisto, no sabemos cómo terminará la temporada pero estoy seguro de que ahora mismo todos somos más optimistas. La Supercopa de España es un título menor, sí, pero es un título oficial y debemos estar muy contentos por haberlo ganado. Llevábamos desde 2017 sin levantar un trofeo nacional. Bienvenido sea y confiemos en que este año podamos celebrar alguno de los títulos más importantes por los que está peleando el equipo. Desde luego, 2020 lo hemos empezado con buen pie...
REAL MADRID: Courtois, Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Mendy, Valverde, Casemiro, Kroos (Vinicius Junior, 103'), Modric, Isco (Rodrygo, 60') y Jovic (Mariano, 83').
ATLÉTICO DE MADRID: Oblak, Kieran Trippier, Lodi (Marcos Llorente, 89'), Felipe, José Giménez (Savic, 98'), Héctor Herrera (Vitolo, 56'), Ángel Correa, Thomas Partey, Saúl, Joao Félix (Santiago Arias, 101') y Álvaro Morata.
PENALTIS, 4-1
1-0 Carvajal GOL
1-0 Saúl AL PALO
2-0 Rodrygo GOL
2-0 Thomas PARA COURTOIS
3-0 Modric GOL
3-1 Trippier GOL
4-1 Sergio Ramos GOL
Se cumple un cuarto de siglo de la goleada del Madrid de Valdano al Barcelona
En estos precisos instantes hace justo 25 años estaba exultante. Estábamos todos llenos de alegría. La noche del sábado 7 de enero de 1995 éramos inmensamente felices. Acabábamos de presenciar uno de los partidos más importantes y que más huella nos han dejado a los aficionados madridistas al margen de las finales europeas que hemos vivido. Fue el momento cumbre del Real Madrid de la temporada 1994-95, el partido más simbólico de aquella campaña junto con el de la consecución de la Liga. A lo largo de aquella campaña vivimos muchísimos buenos momentos, pero el día de la goleada del 5-0 al Barcelona fue el cénit de aquel año.
Sobra decir por qué fue tan importante aquel partido. Y por qué fue tan simbólico. Supuso devolver la goleada del 5-0 en Barcelona de justo un año antes. Hasta para eso fue simbólico aquel partido. Se devolvió aquel marcador exactamente 364 días después. Pero sobre todo porque era la confirmación absoluta de que las cosas se estaban haciendo bien ese año y de que, efectivamente, el equipo que se había formado pelearía a muerte por aquella Liga, el gran objetivo marcado desde su presentación en julio de 1994. Aquello iba en serio. Las ilusiones generadas estaban justificadas y la buena marcha del equipo de Jorge Valdano quedó confirmada en el duelo directo con el conjunto de Cruyff, que venía de ganar las cuatro últimas Ligas. Precisamente esa dura sequía era la que nos había metido entre ceja y ceja la obsesión por ganar aquella Liga de la temporada 1994-95. Veníamos de unos años durísimos con muchas decepciones pero con aquel Madrid de Valdano recuperamos la ilusión y la iniciativa. Llegamos al duelo con el Barcelona con buenas sensaciones, siendo primeros en la tabla, tras haber goleado 0-5 en el último partido de 1994 y siendo optimistas de cara al primer encuentro de 1995.
Deportivamente fue un partido excelente para el Real Madrid, muy superior al Barcelona durante todo el encuentro. El partido nos lo sabemos de memoria todos los que lo presenciamos, ya fuese en directo o a través de las pantallas de la televisión. Además muchos lo grabamos en vídeo. Yo todavía conservo la cinta VHS con la grabación de ese día. Y los que no lo grabaron se hicieron con el VHS editado por el diario As. De un modo u otro aquel sería un partido que veríamos muchas veces una y otra vez. Sí, nos lo sabemos de memoria. Dejó un montón de imágenes imborrables que perdurarán en la memoria para siempre. Por supuesto, los goles de Iván Zamorano, el gran protagonista de aquella noche con su 'hat trick' en lo que sería su mejor actuación con la camiseta blanca. Pero también recordaremos el partido por el pisotón de Stoichkov a Quique Flores y la consiguiente trifulca con Hierro reprochando al búlgaro su actuación con chillidos a la cara, por la acción de Laudrup en el tercer gol, robándole la cartera a Bakero dentro del área y girándose para enviar un pase de la muerte que enviaría Zamorano al fondo de las mallas, el gol de un Luis Enrique muy madridista por aquellos tiempos y la sentida celebración del asturiano agarrándose la camiseta y gritando con rabia aquellos "toma, toma", la satisfacción del quinto gol de Amavisca y su clásica ceremonia de hincar la rodilla y levantar el dedo para recordar a su amigo fallecido... Todo son imágenes que tenemos guardadas en la memoria. Imágenes y fotografías que nada más verlas sabemos que pertenecen al partido del 5-0. Cuando veo alguna instantánea con el césped del Bernabéu muy verde y con aquellas motas blancas sé que son de la noche del 5-0. Hasta esos detalles quedaron fijados en mi cabeza. La única lástima, para mí, fue ver a mi admirado Hagi con el otro bando, vistiendo la camiseta azulgrana. Aunque, para qué engañarnos, aquello fue lo de menos para mí esa noche.
No me puedo olvidar de la alegría que sentía y de lo orgulloso que me sentí aquella noche del equipo. Después de tantos palos y de tantos disgustos por fin una grandísima alegría. Tras el postpartido no me separé de la radio en toda la noche y hasta bien entrada la madrugada estuve disfrutando de los análisis de los periodistas y contertulios, había que paladear bien las contadas ocasiones en las que no echaban por tierra al Real Madrid. Al día siguiente, domingo, acudí rápido al kiosco y, por primera vez en mi vida, compré los dos principales periódicos deportivos de Madrid, el Marca y el As. Todavía los conservo intactos. Insisto, fue la primera vez que me compré los dos periódicos, lo que ofrece una idea de lo importante que fue aquel capítulo de la Historia del Real Madrid. "Le devolvió la manita. ¿Era así?", titulaba en primera página Marca, que ilustraba su portada con la ilustración de una mano, el símbolo con el que se mofaron los azulgranas un año antes tras la goleada del 8 de enero de 1994 en el Nou Camp. "Donde las dan, las toman", rezaba por su parte As sobre un 5-0 bien grande. "Glorioso", titulaba el rotativo de Prisa sobre una foto del goleador Iván Luis Zamorano Zamora. Con qué satisfacción leí la prensa aquel domingo... Por supuesto también grabé en vídeo los resúmenes del partido, los del Telediario, que por cierto recuerdo que abrió su emisión con imágenes del choque, los de los programas deportivos de la noche y el programa 'El día después' de aquel lunes. Fueron jornadas de mucha euforia para los madridistas y los ecos del partido duraron toda la semana. La revista Don Balón de aquella semana también editó una portada inolvidable, con una fotografía preciosa de Raúl y Zamorano celebrando el tercer gol dentro de la propia portería del Barcelona. ¡Realísimo! "Un gran Madrid le devuelve el 5-0 al Barcelona", titulaba el semanario. Iván Zamorano estaba en lo más alto. En lo alto de la tabla del Pichichi el delantero se había ganado el aplauso de todos después de haber estado a punto de ser fulminado a comienzos de temporada. El chileno, estrella del momento en aquel Madrid, ocupó la portada de la revista oficial del Club en su número correspondiente al mes de febrero de 1995. Sí, aquella revista que llegó a los kioscos dentro de una bolsa de plástico transparente para adjuntar un regalo especial para sus lectores, un pin con la mano del 5-0. Y es que el partido frente al Barcelona fue el episodio sobre el que giraron casi todos los contenidos relevantes de la publicación madridista de aquel mes. Crónica, reportaje especial, entrevista con Zamorano... El equipo terminó la primera vuelta como Campeón de Invierno. Todo eran buenos noticias...
Fue una noche maravillosa. Siempre repito que aquel año 1995 el regalo de Reyes llegó con un día de retraso. Una noche tremendamente especial, un partido que recordaremos por siempre, de esos que no olvidaremos nunca dónde, cómo y con quién lo vimos. Se me hace duro pensar que han transcurrido 25 años, que la vida no nos da un respiro y que sigue adelante a toda velocidad. Pero siempre recordaremos aquellos momentos de felicidad plena y el 7 de enero de 1995, gracias a un partido de fútbol, fuimos muy felices.
REAL MADRID: Buyo, Quique Flores, Hierro, Sanchís, Lasa, Luis Enrique, Milla, Laudrup, Amavisca, Raúl (Martín Vázquez, 64') y Zamorano (Alfonso, 78').
BARCELONA: Busquets, Ferrer, Abelardo, Koeman, Sergi, Hagi, Amor, Eskurza, Bakero (Romario, 45'), Guardiola (Nadal, 45') y Stoichkov.
GOLES
1-0 min. 5 Zamorano
2-0 min. 21 Zamorano
3-0 min. 39 Zamorano
4-0 min. 68 Luis Enrique
5-0 min. 70 Amavisca
Los retos del Real Madrid para el nuevo año que acabamos de comenzar
Ya estamos en 2020. Atrás queda un 2019 que no ha sido muy satisfactorio en lo deportivo, pero arranca un nuevo año en el que hay muchos retos por delante. El equipo de fútbol está vivo en todas las competiciones y, a pesar de los inicios dubitativos, en Liga somos segundos a dos puntos del líder. Estamos en la pelea y queda mucho por jugarse. La mejoría ha sido más que evidente a pesar de que la falta de gol nos ha impedido obtener algún que otro triunfo con el que podíamos haber acumulado más puntos. Pero el equipo está ahí. Además de la Liga también afrontaremos la Copa del Rey y la Champions League. El sorteo nos ha emparejado con el Manchester City, con quien jugaremos los octavos de final entre finales de febrero y mediados de marzo.
Pero antes de nada tendremos ya la disputa del primer trofeo de la presente temporada. Este próximo sábado día 4 nos mediremos al Getafe en Liga y después, el miércoles 8 de enero, llegará la Supercopa. Sí, la Supercopa de España que esta campaña se juega en el mes de enero y con un nuevo formato. Personalmente prefería el formato antiguo entre Campeón de Liga y Campeón de Copa a finales de agosto, justo antes de empezar la Liga y para dar pistoletazo de salida a la nueva temporada. Ahora, vuelve a jugarse a mitad de temporada, como cuando se disputaba en diciembre o cuando se podía. Y, además, con un nuevo formato y fuera de España. Se jugará entre los días 8 y 12 de enero en Arabia Saudita y, por primera vez, serán cuatro y no dos los equipos participantes, por lo que se realizarán dos semifinales previamente a la gran Final. Participan los dos primeros de la Liga y los dos finalistas de la Copa del Rey. En este caso el Real Madrid acude como tercer clasificado de la Liga puesto que el Barcelona fue Campeón de Liga y subcampeón de Copa. En definitiva, Barcelona, Valencia, Atlético de Madrid y Real Madrid serán quienes se jueguen el título. El Madrid se medirá al Valencia en las semifinales.
El equipo de Baloncesto también tiene muchos frentes abiertos en una temporada en la que, recordemos, ya nos hemos adjudicado un título al haber ganado la Supercopa. Por delante, la Copa del Rey que se disputará este año en Málaga del 13 al 16 de febrero. Los de Pablo Laso también seguirán en la pelea por la cabeza de la Liga ACB y, por supuesto, en la Euroliga, donde los blancos llevan una buenísima trayectoria con 13 victorias y sólo 3 derrotas.
Muchísima suerte a nuestros equipos de fútbol y baloncesto. Que les vaya muy bien y ojalá que podamos disfrutar muchos éxitos. Que protagonicen muchas 'Historias del Real Madrid'.
Despedimos el presente año y damos la bienvenida a 2020
Últimas horas de 2019 y, como es tradición, momento para hacer balance de los últimos doce meses. De lo bueno y de lo malo. En mi caso, tengo que admitirlo, no ha sido un año muy bueno en lo personal por diferentes causas y motivos. En lo deportivo, 2019 tampoco ha sido un año que vaya a pasar a la Historia, la verdad. Después de la borrachera de títulos internacionales que hemos vivido estos últimos tiempos nuestro equipo de fútbol no ha podido levantar ningún trofeo. Nuestro último gran triunfo fue el del Mundial de Clubes de 2018 con Solari en el banquillo. Ese fue, además, el único título de la temporada 2018-19, un título que me impide calificar la temporada 2018-19 como la peor de todas las que he vivido como madridista. El mero hecho de ganar ese Mundial de Clubes ya mejora el absoluto desastre de la temporada 1995-96. Pero, de todas formas, lo que está claro es que la temporada 2018-19 ha sido una de las peores campañas de la Historia reciente del Club.
Por cierto, hago un pequeño inciso para comentar lo raro que se me ha hecho este mes de diciembre no ver al Real Madrid jugar el Mundial de Clubes. Una vez más aprovecho para reivindicar esta competición. Los rivales no son de gran entidad pero hay que valorar lo que hay que ganar previamente para poder jugar esa competición.
No... No ha sido un buen año 2019. Los últimos meses de la temporada 2018-19 fueron un suplicio. El Real Madrid finalizó la Liga en tercera posición con unos números malísimos que me hicieron recordar mucho la citada temporada 1995-96. 5 empates y 12 derrotas en Liga, es decir, 17 partidos pinchando. Sólo 63 goles a favor y 46 en contra. Cómo se notó la falta de gol y la ausencia de Cristiano Ronaldo. Pero no sólo eso. El equipo terminó roto... Eliminado en febrero de la Copa del Rey, eliminado en marzo de la Champions League siendo apeado por el Ajax en octavos con una derrota 1-4 en el Bernabéu y sin opciones en Liga casi desde antes de Navidades. Un desastre que nos llevó a terminar la campaña con tres entrenadores habiendo pasado por el banquillo. Como sería la cosa que tras Lopetegui y Solari tuvo que volver Zinedine Zidane a coger las riendas del equipo.
No quiero ser tan negativo. Aunque Zidane tuvo dificultades en la recta final del ejercicio anterior y las perspectivas no parecían muy halagüeñas en el comienzo de la presente campaña, las cosas parece que se han ido enderezando. Hasta tal punto que el equipo concluye 2019 con otra cara y otras sensaciones. Podrá gustar más o menos el juego del equipo, pero lo cierto es que se ha vuelto a competir y hay jugadores que están destacando. Benzema sigue siendo el jugador referente pero 2019 ha sido la confirmación del uruguayo Federico Valverde. En estos momentos el joven centrocampista, de sólo 21 años, es el mejor futbolista del equipo y hay que agradecer a Zidane su apuesta por el chaval. En su segunda campaña Thibaut Courtois está demostrando el porterazo que todos sabíamos que era pero al que no le habíamos terminado de ver. Sus paradas están sirviendo para ver a un Real Madrid mucho más seguro de lo que estamos acostumbrados a ver, lo cual también es importantísimo para ganar partidos y luchar por los títulos.
En fútbol las cosas no han ido bien en cuanto a títulos pero, un año más, el baloncesto ha estado ahí para levantarnos el ánimo. El equipo de Pablo Laso una vez más nos ha dado alegrías. La Sección se proclamó campeona de la Liga ACB 2018-19 y fue finalista de una Copa del Rey que prefiero no comentar por lo que pasó en la última jugada con el Instant Replay. El Real Madrid también se clasificó para la Final Four que se disputó en Vitoria aunque cayó 95-90 con el CSKA de Moscú, equipo que se impuso en la Final al Efes Istanbul. En el duelo por el tercer puesto los nuestros ganaron 94-75 al Fenerbahçe. En resumidas cuentas, que el conjunto de basket sigue compitiendo por los títulos y dando la cara. Cerró la temporada 2018-19 con Supercopa y Liga y ha empezado la 2019-20 con otra Supercopa de España, segunda consecutiva y sexta en el palmarés madridista. Los nuestros siguen prolongando esta nueva etapa dorada que estamos disfrutando bajo la batuta de Pablo Laso.
En lo que respecta al blog de 'Historias del Real Madrid' ha sido evidente y notorio que este 2019 no he podido atenderlo como a mí me hubiese gustado. Sintiéndolo mucho, problemas personales me han impedido escribir con asiduidad y dedicarle el tiempo que hubiese deseado. Por desgracia en los primeros meses de 2020 la situación no cambiará mucho, pero espero que poco a poco las cosas vuelvan a la normalidad y pueda recuperar el ritmo que había seguido en años anteriores.
La vida sigue. Ojalá podamos disfrutar con el Real Madrid y podamos contemplar éxitos deportivos en este 2020 que
estamos a punto de iniciar. Mis mejores deseos a
nuestros jugadores de fútbol y baloncesto. Pero, sobre todo, salud. Mucha salud. Que
la salud nos respete. Salud para todos y para
nuestras familias. Y que nuestros mejores
deseos se hagan realidad. FELIZ 2020!!!