jueves, 30 de agosto de 2018

MODRIC, MEJOR JUGADOR DEL AÑO DE LA UEFA

El croata recibe el premio en una gala teñida de color blanco

El futbolista del Real Madrid Luka Modric ha sido galardonado esta tarde con el premio al Jugador del Año de la UEFA 2017-18. El croata toma el testigo de Cristiano Ronaldo, ganador de este trofeo anual en sus dos últimas ediciones. El papel del madridista en la Champions League 2017-18 y en el pasado Mundial de Rusia, donde fue finalista con su Selección, ha pesado a la hora de nombrar al mejor futbolista de un club europeo durante la pasada temporada. Modric se convierte en el quinto futbolista que recibe este galardón que se empezó a conceder en el año 2011. El trofeo fue entregado durante el transcurso de la gala celebrada en Mónaco para efectuar el sorteo de la fase de grupos de la Champions League de la temporada 2018-19.

No ha sido el único premio para Modric. Y es que el Real Madrid ha hecho pleno en los galardones individuales. El triunfo de Kiev en la Champions League ha catapultado a nuestros jugadores a la hora de llevarse distinciones y reconocimientos. El Real Madrid ha acaparado todos los laureles. Keylor Navas fue designado Mejor Portero de la pasada edición de la Champions League, Sergio Ramos como Mejor Defensa y Luka Modric como Mejor Centrocampista. Nuestro ex jugador Cristiano Ronaldo ha sido elegido como Mejor Delantero y su gol de chilena frente a la Juventus como el Mejor Gol.

En la cita de Mónaco han estado presentes también ex madridistas como David Beckham, Luis Figo, Kaka y Roberto Carlos. Todos ellos han posado en una bonita foto de familia junto a nuestros jugadores y al presidente Florentino Pérez, que también estuvo en la gala encabezando nuestra delegación.

En lo que respecta al sorteo para la Champions League, apuntar que el Real Madrid ha quedado encuadrado en el Grupo G junto a Roma, CSKA de Moscú y Viktoria Plzen. La campaña europea arrancará el 19 de septiembre frente a los italianos en el Santiago Bernabéu. Muchísima suerte a nuestro equipo en la competición.

lunes, 27 de agosto de 2018

DAVID BECKHAM, OTRA ESTRELLA MÁS

Quince años de la primera temporada del jugador británico con la camiseta del Real Madrid

Lo tengo todo como muy cercano en el tiempo, pero la realidad es que han pasado ya quince años de aquel verano de 2003 en el que David Beckham se convirtió en protagonista absoluto de la actualidad futbolística española con su fichaje por el Real Madrid. Otra estrella más para un equipo que había incorporado a sus filas a Luis Figo en 2000, a Zinedine Zidane en 2001 y a Ronaldo Nazario en 2002. Ya parecía una costumbre que cada verano una rutilante estrella desembarcara en el Santiago Bernabéu. De ahí un chiste gráfico de la época en el que deslizaba que el siguiente fichaje del Real Madrid sería el de ET el Extraterrestre... No era para menos. Con la incorporación de Beckham parecía que ya no quedaban jugadores más relevante sy mediáticos por fichar.

Que David Beckham era un grandísimo futbolista nadie lo podía dudar. Ya lo habíamos podido comprobar los madridistas en las eliminatorias de la Champions League de las temporadas 1999-00 y 2002-03. Pero, para qué negarlo... Muchos teníamos una imagen de él un tanto frívola. David Beckham era algo más que un futbolista. Era una auténtica estrella mediática. Una estrella mundial. Se había casado con una ex Spice Girls, protagonizaba anuncios, servía de inspiración para películas, protagonizó cameos, videojuegos... Era toda una celebridad a escala mundial. Sinceramente nunca comprendí cómo fue posible que el Manchester United asimilara su salida y cómo fue posible que recalara en el Real Madrid. Pido perdón por la expresión, pero daba la sensación de que teníamos "el cromo más guay" del mundo del fútbol. Un icono mundial.

La pregunta era qué podía aportar Beckham como futbolista al Real Madrid. ¿Realmente le necesitábamos? Recuerdo que muchos, por aquella época, lo ponían en duda. Hay que poner las cosas en perspectiva. El equipo atravesaba una buena racha. Se había ganado la Liga 2000-01, la Supercopa 2001-02, la Champions League 2001-02, La Supercopa de Europa 2002-03, la Copa Intercontinental 2002-03 y se acababa de revalidar la Liga 2002-03. Teníamos un equipazo, aunque viendolo ahora en perspectiva quedó la sensación de que se podía haber hecho algo más. Pero bueno, eso dará para otra Historia. El caso es que teníamos un gran equipo y la llegada de David Beckham parecía más un capricho del presidente que una necesidad real en lo deportivo.

En cualquier caso, lo cierto es que la expectación generada con la llegada de Beckham fue impresionante. Realmente impresionante. Su fichaje fue seguido con inusitado interés por los medios de todo el mundo y su llegada a Madrid una auténtica locura. Se retransmitió en directo su llegada en avión y se realizó un seguimiento pormenorizado de sus primeras horas en la capital.

El debut oficial del jugador llegó con la Supercopa de España, el 24 de agosto de 2003. Fue en Son Moix frente al Mallorca y el Real Madrid cayó 2-1 después de haberse adelantado con un tanto de Luis Figo. Beckham fue titular y en los primeros compases del segundo tiempo fue sustituido. Tres días más tarde, el miércoles 27 de agosto, se disputó el partido de vuelta. Beckham volvió a ser titular en su estreno oficial en el Santiago Bernabéu. El Real Madrid remontó 3-0 con goles de Raúl, Ronaldo y... ¡Beckham! Su primer partido en casa no pudo resultar mejor. Su primer gol como madridista y su primer título, la Supercopa de España.

Pero no quedó ahí la cosa... Tres días después, el sábado 30 de agosto arrancaba la Liga de la temporada 2003-04. El primer partido fue el que jugaron Real Madrid y Betis en el Santiago Bernabéu. ¿Y quién marcó el primer gol de la temporada? Pues sí... ¡David Beckham! Después de todo lo que se estaba hablando de él, resultó que el primer gol de la Liga lo anotó el propio Beckham. Nada más arrancar el encuentro, a los dos minutos, una buena combinación del ataque blanco concluyó con Ronaldo llegando a línea de fondo y el brasileño, desde la izquierda, envió un balón al área pequeña, donde se incorporaba el británico para empujar a placer y anotar el 1-0 para el Real Madrid. El Betis empató pero Ronaldo, en el segundo tiempo, estableció el 2-1 con el que finalizaría el duelo. Acababa de llegar y Beckham ya parecía un futbolista importante y determinante. Llevaba dos goles en tres partidos.

Las circunstancias del equipo hacían que Beckham, del que conocíamos su buen hacer en banda y centrando desde la derecha, tuviese que reubicarse sobre el terreno de juego. La banda derecha era de Luis Figo, así que el técnico Carlos Queiroz lo utilizó como mediocentro, organizando el juego. Y lo cierto es que el jugador respondió y tras las primeras semanas de competición oficial se convirtió en uno de los futbolistas más regulares de la plantilla.

En su primera temporada con nosotros David Beckham disputó un total de 46 partidos oficiales. 32 de Liga, 7 de Champions League, 5 de Copa del Rey y 2 de la Supercopa de España. Anotó 7 goles, 3 en Liga, 1 en Champions, 2 en Copa y 1 en Supercopa, es decir, consiguió marcar en todas las competiciones en las que participó.

viernes, 24 de agosto de 2018

UNA SUPERCOPA AL ESTILO DEL REAL MADRID

Se cumplen diez años de la espectacular remontada en la Supercopa de España frente al Valencia

El 24 de agosto de 2008, tal día como hoy de hace ya diez años, el Real Madrid se adjudicó la Supercopa de España, primer título de la temporada 2008-09. El equipo de Bernd Schuster, que participó en la competición en su condición de Campeón de Liga 2007-08, se jugó el trofeo con el Valencia, que había ganado la Copa del Rey frente al Getafe de Michael Laudrup en la Final que se disputó en el Vicente Calderón el 16 de abril de 2008.

Más allá de tratarse de un título más o menos relevante, aunque como siempre me gusta recordar se trata de un título oficial, aquella Supercopa quedó en el recuerdo por la forma en la que se consiguió. Lo de las remontadas no fue patrimonio sólo del Madrid de los ochenta. Aquella época dejó huella entre los aficionados madridistas pero hemos vivido a lo largo de nuestra Historia muchas situaciones comprometidas que el equipo ha conseguido levantar apelando a la heroica y la Supercopa 2008 fue una de ellas. Se remontó en el Santiago Bernabéu tras perder en el partido de ida y tras empezar perdiendo el segundo encuentro. Vamos, un triunfo con ADN blanco, sin duda.

La temporada oficial arrancó en Mestalla el 17 de agosto de 2008 con la disputa del encuentro de ida. Formó el Madrid con Casillas, Míchel Salgado, Javi García, Heinze, Miguel Torres, Diarra, Rubén De la Red, que volvía al Club tras su cesión en el Getafe, Van der Vaart, Robinho, Raúl y Van Nistelrooy. El conjunto merengue se adelantó poco antes del cuarto de hora con un gol de Van Nistelrooy y consiguió llegar con la ventaja hasta el descanso. En el segundo tiempo, sin embargo, el Valencia consiguió dar la vuelta al marcador con dos goles de Juan Mata y David Villa en un lapso de menos de cinco minutos. El conjunto de Schuster consiguió empatar con otro tanto de Van Nistelrooy, que empezó la campaña pletórico de forma. Lástima la grave lesión que le alejaría de los terrenos de juego poco después... Con el 2-2 el Real Madrid recuperaba la ventaja, pero a diez minutos del final un gol de Vicente colocaba en el electrónico el 3-2 con el que finalizaría este primer partido. Triunfo del Valencia. Pero quedaba la vuelta en el Bernabéu...

Remontada

El domingo 24 de agosto de 2008 el Real Madrid afrontaba la misión de conquistar la Supercopa. Pese a la derrota el resultado de la ida no era malo. Remontar un 3-2 tampoco aparentaba un reto excesivamente complicado. Los dos goles de Van Nistelrooy fuera de casa eran muy valiosos. Pero mira por dónde, superada la primera media hora los visitantes trenzaron una buena jugada tocando y David Silva desde cerca del borde del área, se sacó un disparo raso que se coló a la derecha de la portería de Casillas, que no vio el esférico. 0-1 para el Valencia, que se colocaba con un 2-4 en el global. Pero para complicarse más la situación el Madrid se quedó con diez al expulsar el colegiado, Iturralde González, a Rafael Van der Vaart. El neerlandés, que jugaba su segundo partido como madridista y debutaba en el Bernabéu, vio la roja directa en el minuto 39 por una dura entrada sobre Mata. Con ese marcador de 0-1 se llegaría al descanso, lo que quería decir que el Real Madrid necesitaba marcar dos goles en la segunda parte... Pero con sólo diez jugadores.

El panorama era complicado, pero el Real Madrid, con uno menos, salió a por todas. No le quedaba otra.  En el minuto 47 Guti botó una falta en dirección al área valencianista. Ramos, de cabeza, tocó por alto al segundo palo, donde aguardaba Van Nistelrooy para rematar a bocajarro. El ariete cazó el balón casi para simplemente empujar a gol, pero Raúl Albiol interceptó el esférico con el brazo. ¡Penalti! Iturralde señaló el punto de castigo pero sólo le sacó la amarilla a Albiol, cuando era obvio que se trataba de una ocasión clarísima de gol y que lo más lógico hubiese sido mostrar la roja. Pero no, el Valencia siguió con once. El encargado de ejecutar la pena máxima fue Van Nistelrooy, que no falló. El delantero batió a Hildebrand con un perfecto disparo a la izquierda de la portería a media altura. Gol del Real Madrid y 1-1 en el marcador. 3-4 en el global.

Necesitábamos otro gol y prácticamente quedaba toda la segunda parte, pero con la dificultad de estar uno menos sobre el césped, claro. Los minutos fueron corriendo. Cada vez más rápido, como pasa siempre que hay obligación de marcar. Pero apareció Iturralde de nuevo en el minuto 72 para mostrar una amarilla a Van Nistelrooy por una entrada a Baraja. Era la segunda tarjeta para el delantero, lo que suponía otra roja para el Real Madrid que se quedaba con nueve futbolistas

La cosa pintaba muy mal, la verdad... Nueve contra once con la necesidad de marcar un gol en quince minutos... Pero fue entonces cuando llegó lo mejor. Con todo en contra el Real Madrid volvió a demostrar una vez más que nunca se rinde y que se crece. Las cosas podrán salir bien o mal, pero el Madrid nunca se rinde. Sólo tres minutos después de la segunda expulsión Robben, que cuajó un partidazo, se sacó un disparo estando rodeado de rivales y la pelota acabó en saque de esquina. La jugada acabó sin consecuencias pero un minuto después de nuevo Robben forzó otro saque de esquina. Sacó desde el banderín Guti y Mahamadou Diarra, como un titán, remató de cabeza al larguero. El balón, sin embargo, le quedó en bandeja a Sergio Ramos, que fusiló a la red estableciendo el 2-1. Gol con intriga, porque en un primer momento el linier no quería dar el gol e Iturralde González acudió a la banda para hablar con él. Tal y como marchaba la noche muchos nos temíamos lo peor. Pero no, el colegiado dio el gol. ¡Gol del Real Madrid con nueve jugadores!

Con el 2-1 el global era de 4-4 pero favorable al Real Madrid. De acabar así el partido la Supercopa de España se quedaba en el Santiago Bernabéu. Las prisas pasaban a ser para el Valencia, que ahora eran los que necesitaban marcar un gol. Y estaban con dos jugadores más. El Real Madrid tenía que aguantar, pero no renunciaba a las contras e incluso dispuso de jugadas largas en las que se escucharon 'olés' en las gradas. Schuster, que ya había retirado a Miguel Torres por Drenthe, agotó los cambios. Guti y poco después Raúl dejaron sus puestos a Rubén De la Red e Higuaín. El marcador a menos de diez minutos para el final era muy ajustado y la incertidumbre era total. Villa tuvo una ocasión muy clara para el Valencia que obligó a Casillas a lucirse. Y casi de inmediato llegó el golazo de la noche. Rubén De la Red controló un balón casi en el centro del campo y arrancó en carrera. Cuando se encontraba todavía bastante lejos del área soltó un fuerte disparo, con un poco de rosca, e Hildebrand no acertó a despejar. ¡Golazo de De la Red! Era el 3-1 y la Supercopa estaba un poco más cerca. Ahora el Valencia necesitaba su gol pero para empatar en el global de la eliminatoria y forzar la prórroga.

Pero el Madrid se había venido arriba y llegó un nuevo gol. Gol de pillo de Gonzalo Higuaín, que aprovechó un error de la zaga del Valencia. Alexis trató de ceder a su portero pero el 'Pipita', atento, interceptó el balón y casi desde la línea de fondo, con muy poquito ángulo, conseguía marcar el 4-1 para el Real Madrid. ¡Cuatro goles! Y estábamos con nueve jugadores, insisto una vez más. Un gol que, además, acababa con la posibilidad de la prórroga. El Valencia necesitaba dos goles para llevarse el título, aunque sólo quedaban dos minutos para el noventa. Pero mira, resultó que hubo emoción hasta el final. A falta de veinte segundos para cumplirse el tiempo reglamentario el Valencia marcó el 4-2 por mediación de Morientes. Nuestro ex delantero metía de nuevo al rival en la pugna por el título. Estaban a un gol y quedaban tres minutos de descuento. Final de infarto. Había que aguantar a toda costa. Y, afortunadamente se aguantó. ¡Campeones!

Se trataba de la octava Supercopa de España que ganaba el Real Madrid. Lo dicho, no se trataba de un gran título, pero aquella Supercopa dejó un gran sabor de boca por la forma en la que se consiguió. Remontando el partido y el global por el título, goleando y haciéndolo además con dos jugadores menos. Una Supercopa al estilo del Real Madrid, como señalo al comienzo de la entrada. Nos llevamos una gran alegría aquella noche de hace diez años, en las postrimerías del mes de agosto de 2008... Los jugadores lo celebraron a lo grande en el césped del Bernabéu. Y muchos aficionados lo hicieron desde las gradas del Estadio después de haber presenciado un bonito espectáculo y una gran gesta del equipo. Seguro que muchos también lo celebraron desde sus respectivos lugares de veraneo mientras apuraban sus últimos días de descanso. Yo lo hice en mi casa. Aquel domingo era mi último día libre antes de volver al trabajo, pero el Real Madrid me permitió poner el broche de oro a las vacaciones con aquella Supercopa. Diez años ya...

REAL MADRID: Iker Casillas, Sergio Ramos, Pepe, Heinze, Miguel Torres (Drenthe, 63'), Mahamadou Diarra, Guti (De la Red, 78'), Van der Vaart, Robben, Raúl (Higuaín, 80') y Van Nistelrooy.

VALENCIA: Hildebrand, Miguel, Raúl Albiol (Morientes, 81'), Alexis, Moretti, Rubén Baraja, David Albelda, Joaquín (Pablo Hernández, 67'), Silva, Mata (Vicente, 59') y Villa.

GOLES
0-1 min. 32 Silva
1-1 min. 49 Van Nistelrooy
2-1 min. 76 Sergio Ramos
3-1 min. 85 Rubén De la Red
4-1 min. 88 Higuaín
4-2 min. 89 Morientes

lunes, 20 de agosto de 2018

LA VUELTA DE 'EL MACHO'

Hugo Sánchez regresó a España para jugar una temporada en el Rayo Vallecano

El 20 de agosto de 1993, tal día como hoy de hace 25 años, el mexicano Hugo Sánchez era presentado como nuevo jugador del Rayo Vallecano. El delantero regresaba a la Liga española después de pasar la temporada 1992-93 en México, a donde había vuelto tras desvincularse del Real Madrid para jugar con el Club América. Con los aztecas había ganado la Copa de Campeones de la Concacaf pero Hugo seguía sintiéndose con fuerzas para seguir demostrando sus dotes como goleador en una Liga como la nuestra. Tenía 35 años y emprendía una nueva etapa en su tercer equipo en España. Curiosamente, su tercer equipo madrileño después de haber militado en Atlético de Madrid y Real Madrid. En el Rayo Vallecano afrontaría su duodécima campaña en nuestro fútbol, siempre en Primera División.

Llegó aquel mismo día a Madrid, pasó el pertinente reconocimiento médico y firmó el contrato que le uniría al conjunto vallecano por un año. Hugo Sánchez no quería engañar a nadie. Desde el primer día dejó bien claro, y ya lo hizo en su presentación, que ya no contaba con la velocidad de la que había hecho gala durante los mejores años de su carrera. Sin embargo, prometía emplearse a tope con su nuevo equipo. Jugar de nuevo en España suponía un reto deportivo y le permitía seguir en la élite para seguir contando con opciones de acudir al Mundial que se celebraría en Estados Unidos un año más tarde, en 1994. Y es que la Selección seguía estando presente para Hugo, que acababa de disputar ese verano de 1993 la Copa América que se jugó en Venezuela del 15 de junio al 4 de julio de 1993. México, con la participación del veterano delantero, acabó el torneo como subcampeona después de caer 2-1 en la Final con Argentina. Hugo quería estar presente en Estados Unidos y lo mejor para seguir contando con la llamada de su seleccionador era competir en una Liga de primer nivel como la española. De ahí su decisión de regresar a España. 

"La vuelta del macho". Así titulaba la revista Don Balón su ejemplar número 932 en el que informaba con detenimiento sobre el regreso del cinco veces Pichichi. Aquella portada se me quedó grabada en la memoria por la fotografía a toda página en la que Hugo Sánchez controlaba el balón con la cabeza. Todos los medios y periódicos deportivos se hicieron eco de la vuelta de un futbolista extraordinario que había dado sus mejores años en el Real Madrid. ¿Qué rendimiento ofrecería Hugo Sánchez con 35 años? Resultaba evidente, como él mismo ya había adelantado, que sus números no serían los mismos que cuando se encontraba en plenitud. Pero yo veía aquella portada de Don Balón y le seguía viendo igual que cuando vestía nuestra camiseta... 

En realidad no había pasado tanto tiempo. Sólo hacía poco más de un año desde que abandonó el Madrid y por aquel entonces aún estaba muy fresco el recuerdo de las cinco Ligas y los Pichichis que había conseguido con nuestra camiseta. Durante la temporada 1992-93 el chileno Iván Zamorano había cumplido con buena nota la difícil tarea de sustituir a Hugo como delantero centro del Real Madrid. Había luchado hasta el final por el Pichichi junto a Bebeto y sus cifras, 37 goles en 45 partidos, 26 de ellos en Liga, eran más que satisfactorias. Zamorano lo había hecho muy bien. Pero claro, Hugo Sánchez era Hugo Sánchez. Era todo un ídolo... Siempre me quedó la sensación de que nos habíamos desprendido del mexicano demasiado rápido y que podíamos haber seguido con él en el equipo. Seguramente no para llegar a marcar 38 goles como en la temporada 1989-90, pero sí para asegurar una buena cantidad de tantos. Aparentemente había superado la gravísima lesión de su rodilla derecha. También es cierto, todo hay que decirlo, que su salida del Real Madrid en 1992 había estado marcada por asuntos extradeportivos y disciplinarios. Pero, deportivamente, siempre he creído que Hugo Sánchez pudo haber jugado algún año más en el Real Madrid.

Y resulta que lo demostró en el Rayo Vallecano. Efectivamente Hugo evidenció con la franjiroja que no se le había olvidado marcar goles. Junto a Onésimo formó la dupla de ataque del equipo madrileño y se erigió en su máximo goleador. Coincidió, además, con una temporada en la que Zamorano, en el Real Madrid, no estuvo nada fino, la verdad. La temporada 1993-94 fue un desastre para el Madrid. Y buena parte de los males, además del juego y los resultados adversos, era la falta de acierto de nuestra delantera. Zamorano tardó cinco partidos en ver puerta con un doblete en la Recopa frente al Lugano y sus primeros goles en Liga no llegaron hasta la octava jornada. Iván recuperó el acierto y entre aquella goleada frente al Lleida por 5-0 y el triunfo frente al Athletic Club de la jornada 14 alcanzó los 8 goles en Liga. Pero ahí se quedó. Los goleadores dependen de las rachas y desde principios de diciembre de 1993 nuestro delantero centro cayó en una sequía muy preocupante. Salvo sus dos goles en la Supercopa de España y otros dos goles en Copa del Rey, Zamorano se tiró sin marcar más de cuatro meses, algo increíble. Fue una vuelta entera de Liga. No marcó frente al Sevilla en la jornada 15  y marcó su siguiente gol en Liga precisamente frente al Sevilla en la jornada 34. Increíble. Después sólo marcaría otros dos tantos más en la goleada 1-4 frente al Albacete. La temporada fue muy mala y aquella pésima racha casi le costó su salida del Real Madrid a Zamorano, que no contaba con el apoyo de Jorge Valdano cuando el argentino recaló en el Madrid como nuevo entrenador. Pero eso es otra Historia...

El caso es que la mala temporada de Zamorano coincidió con la del regreso de Hugo Sánchez a España. En su segundo partido con los vallecanos el mexicano marcó dos tantos decisivos en el triunfo 4-3 frente al Tenerife. Y Hugo siguió marcando... Claro, resultó que las comparaciones estaban a la orden del día. Zamorano no marcaba goles en el Real Madrid y Hugo Sánchez, con 35 años y en un modesto Rayo Vallecano, sí que los marcaba. No sólo eso... La comparación no se realizaba sólo con Zamorano. En el Atlético de Madrid las cosas tampoco marcharon nada bien esa temporada en la que llegaron a coquetear con el descenso. En el cuadro colchonero los delanteros eran el polaco Roman Kosecki y un compatriota de Hugo Sánchez, el mexicano Luis García. Bueno, pues resultó que las cifras realizadoras de Hugo eran también mejores que las de los arietes rojiblancos. Hay que recordar que estamos hablando de una época en la que los equipos de fútbol sólo podían alinear a tres extranjeros, lo que quiere decir que estas plazas estaban teóricamente destinadas a los jugadores estrella, los más relevantes, los más resolutivos... 

En marzo de 1994 ya estaba claro que el mejor delantero de los tres equipos madrileños estaba siendo Hugo Sánchez. De ahí la portada que le dedicó el semanario Don Balón en su número 959. "Hugo sigue siendo el rey", titulaba la revista sobre una fotografía en la que el mexicano posaba en Vallecas con un balón decorado con una corona real. Sus cifras ya no eran escandalosas, como en sus mejores años. Pero aquella temporada 1993-94 y camino de los 36 años el veterano delantero marcó 16 goles, que no estaba nada mal para un equipo de la zona baja de la tabla como el Rayo Vallecano

La experiencia en el Rayo Vallecano, en cualquier caso, fue agridulce. A nivel individual está claro que Hugo Sánchez cumplió y rindió de forma satisfactoria. Marcar los goles que marcó, a su edad, y en un conjunto como el vallecano era como para estar satisfechos. Pero en lo colectivo las cosas no salieron como algunos esperaban... El Rayo Vallecano terminó la Liga en decimoséptima posición y tuvo que jugar la promoción con el Compostela, perdiendo la categoría con los gallegos. Sin duda un varapalo para un equipo que, en palabras de José María Ruiz Mateos, aspiraba "a la UEFA" con el concurso de Hugo Sánchez. Creo que el problema fue que las miras estaban demasiado altas. Lo cierto es que el inicio de campaña del Rayo Vallecano fue bastante bueno, pero el equipo se desinfló con el paso de los meses compitiendo en la zona media baja. Tres entrenadores pasaron por el banquillo, Felines, Zambrano y David Vidal. La relación entre Ruiz Mateos y Hugo Sánchez acabó muy mal. El propietario del club pagó con el mexicano la renqueante marcha del equipo y el fuerte carácter del jugador azteca propició duros enfrentamientos verbales. Ya sabemos todos cómo era Hugo. Era de los que no se callaba y decía lo que pensaba...

Pero, insisto una vez más, lo más destacable de la vuelta de Hugo Sánchez al fútbol español fueron sus cifras como goleador en un club modesto y en el que no podía disponer de las mismas oportunidades de gol que cuando jugaba en el Real Madrid. Y a pesar de todo, marcó 16 goles. Entró en el TOP-10 de máximos realizadores de la Liga de la temporada 1993-94 empatado con varios delanteros. Hugo Sánchez marcó los mismos goles que Stoichkov, Bebeto, Mijatovic y Salenko. Marcó cinco goles más que Zamorano y que Luis García. A sus casi 36 años ya no tenía la velocidad y la fuerza de cuando consiguió ser Bota de Oro. Pero lo que no perdió fue su oportunismo y su capacidad de remate al primer toque, que en realidad habían sido sus señas de identidad durante sus mejores días como delantero centro. Y ahí seguía siendo inigualable... Sí, ya sé que es fantasía y pura especulación, pero la pregunta que me hice aquella temporada fue la siguiente: ¿Cuántos goles hubiese marcado ese año con el Real Madrid?