domingo, 15 de abril de 2018

A LA FINAL DE AMSTERDAM!!!

El Real Madrid eliminó al Borussia Dortmund en las semifinales de la Champions League 1997-98

El miércoles 15 de abril de 1998 el Real Madrid visitaba otra vez Alemania para jugar la vuelta de las semifinales de la Champions League. Ya en cuartos había eliminado al Bayer Leverkusen. Ahora tocaba hacer lo propio con el vigente Campeón de Europa, el Borussia Dortmund, al que ya se había derrotado dos semanas antes en el Santiago Bernabéu por 2-0 en el famoso partido en el que se cayó la portería del fondo sur.

Algo más de 45.000 espectadores se dieron cita en el Westfalenstadion de Dortmund generando una terrible ambientación. La expedición madridista buscaría una de las plazas para la Final de Amsterdam. Fernando Hierro, que no había estado presente en el partido de ida, regresaba a la alineación. El que faltaba esta vez era Sanchís, por sanción, así que Fernando Sanz tuvo de nuevo la oportunidad de jugar de titular en un encuentro europeo de tanta trascendencia para el Madrid. Era su segundo partido de Copa de Europa y en la ida, también frente al Borussia, había cumplido bastante bien.

Los alemanes empezaron el encuentro con el propósito de empujar y generaron la primera ocasión de gol sobre el marco de su compatriota Bodo Illgner. Sin embargo a los madridistas no les temblaron las piernas. Los anfitriones no lo iban a tener nada fácil. Necesitaban tres goles y que el Madrid no marcase ninguno. Para complicárseles más las cosas a los diez minutos ya tuvieron que hacer un primer cambio por lesión de Kree. Y en el minuto 21 fue Roberto Carlos el que les metió el susto en el cuerpo a los espectadores locales. El brasileño ejecutó un lanzamiento de falta desde bien cerca de la esquina derecha del área del Borussia y el balón, como un obús, pegó violentamente en el larguero y botó fuera por los pelos. Un disparo marca de la casa para el lateral madridista. Ahí rozamos el 0-1 que hubiera dejado ya la eliminatoria prácticamente cerrada. 

Tras la ocasión del Real Madrid los germanos trataron de venirse arriba y antes del descanso tuvieron alguna llegada de peligro. Especialmente una jugada que concluyó con un disparo de Tanko muy ajustado al palo derecho de Illgner y que se marchó fuera por poco. También el Madrid tuvo alguna más. Amavisca cazó un flojo despeje de la defensa alemana y cedió para Redondo, que probó fortuna desde lejos. Su disparo, sin embargo, pegó en un rival y el balón se elevó a las nubes para bajar como un globo. Saltaron a por el esférico el guardameta Klos y Karembeu, tocando primero el madridista de cabeza. Pero esta vez el neocaledonio no tuvo suerte y el balón se marchó muy alto. Karembeu, de nuevo, combinó poco después en otra acción con Raúl y con Redondo, imperial en el centro del campo, y el argentino sacó un centro desde la derecha que Morientes cabeceó fuera por muy poco. Y también antes del descanso volvió a tener otra el Madrid en las botas de Raúl, pero el guardameta Klos evitó el gol.

En el segundo tiempo se le anuló un gol a Amavisca tras una jugada un tanto confusa en la que no se sabía muy bien qué pitó el colegiado. Seedorf recibió un pase en profundidad por el medio que le dejó en carrera completamente solo en dirección al área de los anfitriones. Klos le salió al paso pero falló en su intento de frenar al madridista, lo que dejaba a Seedorf completamente solo con la portería vacía. El de Surinam, sin embargo, había salido trastabillado al saltar sobre Klose y un defensa que corría hacia él choco quedando todo el mundo tirado por el césped salvo Amavisca, que acompañaba la jugada corriendo por la izquierda. El cántabro, cómo no, aprovechó el regalo y marcó el 0-1 a puerta vacía. Pero al darse la vuelta comprobó que el árbitro había invalidado la acción, presuntamente por... ¿falta de Seedorf? Desde luego, ni Seedorf ni Amavisca se encontraban en fuera de juego. Una pena. Me hubiese gustado mucho que Amavisca hubiese marcado gol en aquella Champions...

El Borussia Dortmund tuvo un cuarto de hora en el que volvió a asomarse al área de Illgner... No es que llegaran con mucha claridad arriba, pero sí que obligaron a nuestro portero a realizar un par de paradas a tiros de Heinrich y Chapuisat. El Real Madrid aguantó firme, con una defensa que no pasó excesivos apuros. Muy correcto Fernando Sanz acompañando a Hierro. Y en el centro del campo Redondo se marcó un partidazo. Jaime sustituyó a Raúl para añadir más solidez al bloque de los blancos, que tuvieron otra ocasión de adelantarse en las botas de Morientes. El encuentro entraba en una fase en la que el reloj ya corría demasiado deprisa para los anfitriones. La estrella local, Andreas Moller, tuvo una oportunidad en el minuto 86 cuando lanzó un fuerte chut desde cerca del borde del área. Illgner respondió sacando una espectacular mano y enviando a córner. Se acababa, el partido se acababa... Desde el banquillo madridista se aguardaba expectante el pitido final. Chendo, Morientes, Raúl, Suker, Antonio Acedo, Toni Grande... Y llegó, llegó... Llegó el pitido final... 

Con aquel 0-0 el Real Madrid hacía valer la ventaja del encuentro de ida y se plantaba en la Final de Amsterdam. Diecisiete años después de la Final de París frente al Liverpool el Madrid volvía a una final de la máxima competición europea. Lo hacía, curiosamente, diez años después de aquella edición que tanto mereció, la de la temporada 1987-88. En Eindhoven se cayó entonces y con una década de retraso el madridismo tendría la oportunidad de sacarse la espina también en tierras holandesas. En la plantilla todavía estaban dos de los protagonistas de 1988, Manolo Sanchís y Chendo. Ellos tendrían la oportunidad de poder levantar aquella 'orejona' que se le negó al Madrid de la Quinta del Buitre. La tan ansiada 'Séptima'

Definitivamente, aquella podía ser nuestra gran oportunidad. La gran oportunidad para mi generación de ver una Copa de Europa que se resistía durante 32 años y que tantos disgustos le había dado a nuestros mayores, obsesionados con tantas decepciones. Decepciones y disgustos que yo mismo había empezado a padecer en los años noventa con aquel maldito 'Síndrome del Trasworld Sport' que tanto me hizo sufrir. Pero lo de la temporada 1997-98 fue diferente. Había quedado demostrado desde el primer partido de Champions de aquel año que esa temporada el Real Madrid iba muy en serio. Cuatro triunfos, un empate y sólo una derrota en la liguilla de grupos antes de eliminar al Bayer Leverkusen en cuartos de final y al Borussia Dortmund en semifinales. ¡Dos alemanes en la cuneta, con lo mal que lo pasábamos siempre con los teutones! Y encima uno de ellos el vigente Campeón...

Hay una imagen que tengo grabada a fuego de aquel 15 de abril de 1998, la de los futbolistas del Real Madrid celebrando el pase a la Final al término del partido con el Borussia. Recuerdo con mucha emoción aquella celebración... ¡Estábamos en la Final! ¡Estábamos en la Final de la Champions League! La primera Final de mi vida... Y la de muchos madridistas. Y la de la mayoría de los componentes de nuestra plantilla a excepción de Seedorf y Panucci. Los jugadores se dirigieron al fondo en el que se encontraban los aficionados madridistas que se habían desplazado al campo. Morientes se abrazaba a Karembeu, Raúl y Roberto Carlos trataban de subirse a lomos de Seedorf y Amavisca lo celebraba encima de Panucci.... Abrazos, abrazos... Muchos abrazos. Los rostros de felicidad de nuestros jugadores eran muy significativos. Aquella gran oportunidad tenía que aprovecharse... Sería el 20 de mayo de 1998. En Amsterdam...

BORUSSIA DORTMUND: Klos, Reuter, Kree (Zorc, 10'), Feiersinger, Binz, Heinrich, Ricken (Timm, 75'), But, Möller, Tanko (Decheiver, 69') y Chapuisat. 

REAL MADRID: Illgner, Panucci, Hierro, Fernando Sanz, Roberto Carlos, Redondo, Seedorf (Guti, 85'), Amavisca, Karembeu, Raúl (Jaime, 73') y Morientes (Víctor, 88').

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