lunes, 31 de diciembre de 2018

ADIÓS A 2018

Otro año inolvidable en el marco de las competiciones europeas

Se termina 2018 y llega el momento de hacer balance a un año del que ya estamos apurando sus últimas horas. Como es habitual muchos solemos dedicar unos minutos del 31 de diciembre para hacer balance de lo bueno y de lo malo que nos ha pasado en lo personal durante los últimos doce meses. Ha habido de todo, momentos buenos y momentos no tan buenos... Pero esto es 'Historias del Real Madrid' y en este blog lo que tengo que hacer es realizar un pequeño repaso a lo que ha dado de sí el año para el Real Madrid. Esto ya viene siendo una pequeña tradición para mí...

Y otra tradición de estos últimos años viene siendo la de los éxitos del Real Madrid en Europa. Sí, este 2018 lo recordaremos especialmente por el doblete de Copas de Europa que han conseguido nuestras dos secciones. El Real Madrid se ha convertido en el primer Club que consigue ser campeón europeo en los dos principales deportes, fútbol y baloncesto, en una misma temporada. Algo que ninguna entidad había conseguido antes.

El equipo de fútbol nos regaló otra vez la Champions League. La Decimotercera llegó en la Final disputada en Kiev frente al Liverpool. Fue la Champions de las chilenas, la que marcó Cristiano Ronaldo en Turín frente a la Juventus y la que marcó Gareth Bale frente a los ingleses. Bale fue el hombre de la Final con sus dos tantos.

2018 será recordado también por dos despedidas, la de Zinedine Zidane, que dejaba el banquillo por voluntad propia al término de la pasada temporada, y la de Cristiano Ronaldo. El portugués iniciaba el pasado verano una nueva etapa deportiva en Italia vistiendo la camiseta de la Juventus. A Zidane le sustituyó en el banquillo nuestro ex jugador Julen Lopetegui. Sin embargo el técnico vasco no tuvo suerte en el arranque de temporada. Los resultados no acompañaron, sobre todo en Liga, y se perdió la Supercopa de Europa. En el mes de noviembre Julen fue cesado tomando las riendas del equipo Santi Solari.

En cualquier caso, no nos podemos quejar. El equipo de fútbol nos ha dejado una Champions League y un Mundial de Clubes. Definitivamente estamos viviendo una época gloriosa con numerosos éxitos en el ámbito internacional. Disfrutemos de lo que acabamos de vivir porque seguro vendrán tiempos más complicados y será entonces cuando valoremos de verdad lo que se ha conseguido a lo largo del último lustro. Cuatro Champions League, cuatro Mundiales de Clubes y tres Supercopas de Europa en cinco años. Esto queda ya para la Historia...

¿Y qué decir de la Sección de Baloncesto? El equipo de Pablo Laso no falla y sigue haciéndonos disfrutar. Estamos viviendo una época dorada de la sección de basket que en el futuro recordaremos con mucho orgullo. Es impresionante lo que está consiguiendo este equipo. Además de ser Campeones de Europa, facilitando el ya mencionado doblete de fútbol y baloncesto, los blancos se adjudicaron la Liga ACB, es decir, cerraron la temporada 2017-18 con los dos títulos más importantes. Acabó la campaña con éxitos y arrancó la nueva, 2018-19, levantando otro trofeo, la Supercopa. Magnífico 2018, por lo tanto, con tres trofeos y un montón de triunfos y gestas. Se nos fue Luka Doncic a la NBA, donde ya está triunfando, claro... El chaval, por cierto, no deja de hacer guiños a nuestro equipo en las redes sociales. Tenemos a un madridista en los Dallas Mavericks. Que le vaya lo mejor posible y esperemos que en el futuro, tras hacer las Américas, vuelva a enfundarse la elástica blanca. En su ausencia, seguiremos disfrutando con Reyes, Llul, Rudy, Carroll, Randolph, Ayón, Campazzo, Causeur, Yusta, Tavares, Thompkins, Deck, Taylor, Prepelic, Pantzar y Kuzmic.

En fin, que toca despedirse de 2018. Otro año más que dejamos atrás. Tengo que admitir que empiezan a pesar los años. Durante los pasados meses me he acordado mucho de 1988, un año magnífico de mi infancia. El gran momento personal coincidió con una época maravillosa en lo deportivo para el Real Madrid, como he recordado en algunas entradas del blog. Sí, qué gran año fue 1988... Pues ya han pasado treinta años de todo aquello. Treinta años... La vida sigue. Ojalá podamos disfrutar mucho con el Real Madrid y podamos ver nuevos éxitos deportivos en este 2019 que estamos a punto de empezar. Que les vaya todo lo mejor posible a nuestros jugadores de fútbol y baloncesto. Pero, sobre todo, que la salud nos respete. Salud para todos y para nuestras familias. Brindemos por el nuevo año y que nuestros mejores deseos se hagan realidad. FELIZ 2019!!!

domingo, 30 de diciembre de 2018

LA ECLOSIÓN DE ALFONSO

El canterano, considerado sucesor natural de Butragueño, vivió sus mejores días como madridista hace ahora 25 años

La temporada 1993-94 fue bastante convulsa para el Real Madrid. Fue una temporada bastante complicada y con bastantes sinsabores. Nos pasó de todo, la verdad... Pero también hubo buenos momentos y cosas que celebrar. Una de ellas, por ejemplo, fue la explosión de una de nuestras promesas, Alfonso, que se convirtió en uno de los jugadores más en forma del fútbol español confirmando todas las expectivas que le rodeaban desde que formaba parte de la cantera en la antigua Ciudad Deportiva.

Alfonso Pérez Muñoz nació en la localidad de Getafe el 26 de septiembre de 1972. Ingresó en las categorías inferiores del Real Madrid y fue escalando peldaños. Debutó con el primer equipo jugando de titular frente al Zaragoza el 24 de febrero de 1991, en un encuentro que finalizó 2-0 a favor de los blancos. Don Alfredo Di Stéfano fue el técnico que le dio la alternativa en la máxima categoría, igual que hizo siete años antes con Emilio Butragueño. Curioso dato puesto que desde antes de que asomara la cabeza con el primer equipo ya se hablaba de Alfonso como el sucesor natural de Butragueño. Y lo cierto es que había motivos para la comparación. En total, aquella temporada 1990-91 el canterano disputó 10 partidos oficiales.

Alfonso ascendió definitivamente a la primera plantilla del Real Madrid en la temporada 1991-92. Aún tenía 18 años aquel verano en el que entrenó a las órdenes de Radomir Antic. Butragueño tenía 28 y acababa de ser Pichichi de la Liga española. Era titular indiscutible en el equipo blanco, así que Alfonso no lo tendría fácil para jugar. Pero era toda una oportunidad entrenar junto a Butragueño y disponer de minutos con el Real Madrid. Aquella temporada ejerció de revulsivo. Disputó 26 partidos oficiales y marcó 5 goles, sus primeros tantos con la camiseta merengue. En la siguiente campaña, temporada 1992-93, el getafense volvió a ejercer de revulsivo en el ataque del equipo de Benito Floro. Alfonso, que en verano se había colgado la Medalla de Oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona, jugó en aquel ejercicio 39 partidos oficiales y marcó 6 goles. Curiosamente consiguió anotar en las tres competiciones en las que participó el Real Madrid, Liga, Copa del Rey y Copa de la UEFA. Además, en ausencia de Zamorano, jugó de titular en el último partido de aquella temporada, la Final de la Copa del Rey.

La temporada 1993-94

A punto de cumplir 21 años nuestro protagonista ya no era una promesa, era toda una realidad. Afrontaba su cuarta campaña como madridista, la tercera como integrante de la primera plantilla del Real Madrid. Ya era Internacional con la Selección y el siguiente paso era el de acceder a la titularidad en el Real Madrid. No ejercer de revulsivo partiendo del banquillo, no, jugar de titular. De hecho muchas voces clamaban ya por darle mayor protagonismo al joven canterano. Emilio Butragueño acababa de cumplir 30 años y empezaba a mostrar signos de que sus mejores días habían pasado.

viernes, 28 de diciembre de 2018

ADIÓS A JUAN BAUTISTA AGÜERO

Muere Juan Bautista Agüero, jugador del Real Madrid en la temporada 1965-66

Este viernes hemos conocido que Juan Bautista Agüero, ex jugador del Real Madrid en los sesenta, falleció este jueves 27 de diciembre a la edad de 83 años. No estuvo mucho tiempo con nosotros, pero siempre es un pena conocer la desaparición de un futbolista que ha defendido nuestro escudo.

Juan Bautista Agüero Sánchez, al que se le conocía como Mbatí Agüero, nació el 24 de junio de 1935 en Caacupé, Paraguay. Comenzó a jugar al fútbol en el Olimpia de su país natal entre 1950 y 1958. Agüero, que actuaba como delantero, dio el salto a Europa para aterrizar en la Liga española con la camiseta del Sevilla en la temporada 1958-59. Con los hispalenses permaneció siete campañas hasta la temporada 1964-65. Con 30 años de edad recién cumplidos, en la temporada 1965-66, ingresó en el Real Madrid. Sólo estuvo un ejercicio en el Santiago Bernabéu. Disputó 9 partidos de competición oficial, 5 de Liga, 3 de Copa y 1 de Copa de Europa. Anotó 2 goles, uno en Liga y otro en Copa. En su única campaña como madridista consiguió ganar la Copa de Europa de 1966, siendo el primer futbolista paraguayo en conseguir el máximo cetro continental. Tras su breve pasó por el Real Madrid fichó por el Granada, equipo con el que actuó en la temporada 1966-67. Posteriormente jugaría en Colombia con el Deportivo Pereira, equipo con el que colgaría las botas en 1971 con 36 años. Fue Internacional con su país y con su Selección participó en el Mundial de Suecia, en 1958.

Desde 'Historias del Real Madrid' quiero expresar mi más sentido pésame a toda su familia, amigos y compañeros. Sirvan estas pocas líneas a modo de particular homenaje. Descanse en paz, Juan Bautista Agüero.

lunes, 24 de diciembre de 2018

FELIZ NAVIDAD Y FELICES FIESTAS!!!

Con mis mejores deseos para todo el mundo

En un día tan señalado como el de hoy, quiero haceros llegar un mensaje de felicitación con mis mejores deseos para todo el mundo. Desde 'Historias del Real Madrid' espero que paséis unas jornadas entrañables con todos vuestros seres más queridos. Feliz Navidad y felices fiestas. Salud, paz y prosperidad. Y todo lo mejor de cara al 2019 que estamos ya tan cerca de estrenar... Que lo podamos disfrutar todos en la mejor compañía posible y con toda la ilusión del mundo. Un fuerte abrazo!!!

domingo, 23 de diciembre de 2018

APUNTES SOBRE EL MUNDIAL DE CLUBES

Reflexiones sobre el último título cosechado por el Real Madrid

El Mundial de Clubes, como sucedía ya en tiempos de la Copa Intercontinental, no es el título más importante a nivel futbolístico al que puede aspirar un equipo como el Real Madrid. Sin embargo sí que es muy simbólico, sobre todo porque no deja de ser un trofeo de carácter mundial y porque para conseguirlo hay que ser previamente Campeón de Europa. Y es un título oficial, por mucho que ciertos sectores de la prensa traten de menospreciarlo.Es un título oficial y hay que celebrarlo como tal. Sobre todo porque nunca se sabe cuándo lo vas a volver a disputar. Acabamos de ganar el tercero consecutivo, el cuarto en cinco años, y puede quedar la sensación de que es algo de lo más normal. Algo parecido a cuando la Quinta del Buitre ganaba una Liga tras otra y pensábamos que eso sería eternamente así. Con estos título que viene ganando el Real Madrid en los últimos años puede suceder lo mismo, que nos acostumbremos y pensemos que esto de ganar una Champions tras otra y un Mundial tras otro es algo normal. No lo es y, seguramente, cuando vengan tiempos más duros, que en el fútbol siempre llegan, nos acordaremos con cariño y respeto de lo que ahora estamos viviendo. Será entonces cuando le demos valor a todos estos títulos.

Temo ser repetitivo porque ya lo he contado varias veces, pero siempre suelo recordar que allá por los primeros años noventa, cuando los títulos empezaron a darle la espalda al Real Madrid, sentía mucha envidia cuando veía a otros equipos disputar la Copa Intercontinental. Cuando el Milán, el Estrella Roja, el Ajax, la Juventus o el Borussia acudían a Japón en diciembre para jugar por este título me moría de envidia y me fastidiaba no poder ver al Real Madrid enfrentándose al Campeón de la Libertadores. Equipos fuertes que también conseguían doblegar a los europeos, como hizo el Sao Paulo en 1992 con el Barcelona o al año siguiente con el Milán.

sábado, 22 de diciembre de 2018

EL REAL MADRID, CAMPEÓN DEL MUNDO 2018

Tercer Mundial consecutivo para el conjunto blanco

El Real Madrid se ha proclamado Campeón del Mundo de Clubes 2018 en Emiratos Árabes Unidos tras doblegar en la gran Final al conjunto local Al Ain por 4-1. Tercer Mundial consecutivo para el Club y cuarto en cinco años.

El equipo blanco era sobre el papel mucho mejor que su adversario y así lo terminó demostrando en un partido en el que la posesión y las ocasiones fueron para el Real Madrid. Empezaron a llegar bien pronto, además. A los tres minutos nuestro equipo ya había enviado un balón al palo tras una internada de Llorente y un intento de remate de Lucas Vázquez. A continuación probó suerte Marcelo con un disparo que se marchó alto. Respondieron los futbolistas del Al Ain con una llegada. ¿Sería un partido de ida y vuelta? Los primeros minutos fueron vertiginosos pero ya se apreciaba que el Real Madrid tenía más peligro que los anfitriones. Bale entró por la izquierda generando una nueva ocasión... Así sería todo el duelo. Muchísimas ocasiones y, para ser justos, falta de acierto en los minutos finales. Daba la sensación de que se perdonaba demasiado arriba... Lo malo es que cuando se perdona arriba se suele pagar... Y a los doce minutos Sergio Ramos tuvo que sacar bajo palos un balón tras un grave error de Marcelo. El lateral no estuvo atento y perdió un esférico con el que los del equipo emiratí nos metieron un buen susto, para qué negarlo...

Pero sólo un minuto después esa regla futbolística no escrita nos favoreció a nosotros. Los de casa habían fallado y el que no falló a continuación fue Luka Modric. Benzema controló con el pecho un envío de Lucas Vázquez desde la derecha y el delantero cedió a su compañero croata. El centrocampista, desde fuera del área, soltó una rosca perfecta que se coló en la portería. ¡Gol del Real Madrid! ¡Golazo de Modric! El Balón de Oro puso por delante a nuestro equipo en el marcador. 

Y casi, casi, casi llegó el segundo tres minutos después con un servicio de Carvajal desde la derecha que Lucas Vázquez recogió dentro del área para realizar un disparo que se marchó casi rozando el poste izquierdo de la portería rival... Se acumulaban las llegadas de los nuestros. Ocasión para Bale, ocasión para Benzema, remate de cabeza de Sergio Ramos en un saque de esquina... En el minuto 34 Benzema falló una ocasión clarísima tras pase de la muerte de Lucas Vázquez, pero el francés, con todo a favor, remató a bocajarro por encima del larguero. Increíble. En el 38' un córner botado por Kroos fue rematado de cabeza por Bale obligando al guardameta emiratí a enviar de nuevo a saque de esquina. Khalid Eisa fue el mejor de los suyos. A continuación efectuó un paradón tras perfecto disparo de Modric al empalmar el balón. Sus intervenciones evitaron la goleada, porque el Real Madrid dispuso de ocasiones para haber cosechado un marcador muchísimo más abultado que el 1-0 que reflejaba al descanso.

El segundo tiempo siguió por los mismos derroteros. Gareth Bale tuvo en sus botas el segundo para los madridistas con una preciosa chilena que, en esta ocasión, no culminó en gol. Casi vemos otra vez lo de Kiev... El dominio y la posesión seguían siendo para los de Santi Solari. Pero el 2-0, que nos daría más tranquilidad, se resistía... Se resistía hasta que Marcos Llorente se encargó de tirar abajo el muro. Saque de esquina de Kroos desde la derecha que Sergio Ramos no llega a conectar. La defensa saca el balón pero Llorente, desde fuera del área y según le venía, le pegó con todas sus ganas con la pierna derecha ajustando al palo izquierdo. Imposible para el portero. ¡Golazo del Real Madrid! Golazo de Marcos Llorente, que ha cuajado un magnífico Mundial de Clubes, como ya recordaba en la semifinal. El chaval está aprovechando su oportunidad y es motivo para alegrarse. Menudo partidazo protagonizó.

Con dos goles de ventaja el trofeo quedaba bien encauzado. Además siguieron registrándose llegadas y ocasiones para el Real Madrid. En el 61' Bale remató un pase de Lucas Vázquez. En el 73' Courtois evitó que Al Ain redujera distancias en una peligrosa incorporación de los anfitriones. Volvíamos al juego de ida y vuelta. De nuevo Bale, que no tuvo el acierto de hace tres días, acarició el gol que tanto buscó toda la tarde al quedarse solo delante del guardameta. Pero justo al ir a disparar un defensor logró desbaratar la acción. En cualquier caso el Real Madrid dominaba y en el octavo saque de esquina llegaba el tercero. Modric sacaba desde la derecha y Sergio Ramos, de perfecto cabezazo, enviaba a la red elevando el 3-0 al marcador. ¡Gol del Real Madrid! Era el minuto 78 y a falta de 12 para el noventa el Mundial de Clubes parecía tener dueño. Pero para dar un poco de emoción el Real Madrid no pudo dejar su portería a cero. En el minuto 85, en el saque de una falta, el japonés Tsukasa Shiotani tocaba de cabeza para colocar la pelota en la mismísima escuadra sin que Courtois pudiera hacer nada. 3-1 para Al Ain

El tiempo corría a nuestro favor. Sólo faltaba aguantar unos minutillos. Y por si había alguien nervioso Vinicius Junior, que había saltado al terreno de juego poco antes sustituyendo a Lucas Vázquez, forzó el 4-1. Marcelo puso el balón en juego por la banda izquierda y su compatriota Vinicius entró en el área para realizar un disparo que Yahia Nader empujó de primeras hacia su propia puerta. ¡Qué habilidad tiene para forzar errores ajenos! Ya vimos algo parecido frente al Valladolid. En cualquier caso, gol que subía al marcador dejando la Final más que finiquitada a favor del Real Madrid. 4-1. El Real Madrid, un año más, y van tres seguidos, es Campeón del Mundo.

El joven Marcos Llorente fue designado MVP de la Final mientras que Gareth Bale recibió el Balón de Oro del Mundial de Clubes en la ceremonia que concluyó con los madridistas levantando el nuevo trofeo que el presidente de la FIFA Gianni Infantino le entregó al capitán Sergio Ramos. A continuación celebración y vuelta de honor de los Campeones. Es la séptima vez que el Real Madrid se corona Campeón del Mundo, tres veces con la Copa Intercontinental y cuatro con el actual formato del Mundial de Clubes. Enhorabuena a todos los madridistas, que terminamos 2018 celebrando un título. Hala Madrid!!!

REAL MADRID: Courtois, Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Marcelo, Marcos Llorente (Casemiro, 82'), Kroos (Dani Ceballos, 71'), Modric, Lucas Vázquez (Vinicius Junior, 84'), Gareth Bale y Benzema.

AL AIN:  Khalid Eisa, Ahmad (Al Ahbabi, 64'), Tsukasa Shiotani, Ismail Ahmed, Mohamed Fayez, M. Abdulrahman (Amer Abdulrahman, 67'), El Shahat, Tongo Doumbia, Caio, Rayan Yslam y Marcus Berg (Yahia Nader, 75').

GOLES
1-0 min. 14 Luka Modric
2-0 min. 59 Marcos Llorente 
3-0 min. 78 Sergio Ramos
3-1 min. 86 Tsukasa Shiotani
4-1 min. 91 Yahia Nader (propia puerta) 

viernes, 21 de diciembre de 2018

EL FÚTBOL CUMPLE 35 AÑOS

Tal día como hoy recordamos la goleada 12-1 de la Selección frente a Malta

Hoy es un día especial para mí. No pasa un 21 de diciembre sin que no me acuerde de aquella noche tan especial, el día del 12-1 frente a Malta. La noche del 21 de diciembre de 1983 o, lo que es lo mismo, el primer partido de fútbol del que conservo recuerdos. Para mí, el fútbol cumple hoy 35 años.

La palabra "nostalgia" no me gusta nada porque tiene connotaciones negativas. "Tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida", señala la RAE en una de sus definiciones de la palabra. Sin embargo de un tiempo a esta parte empiezo a sentir un poco de pena a la hora de evocar este tipo de recuerdos. Tengo miedo de empezar a sentir nostalgia. Cada vez queda todo más atrás.

miércoles, 19 de diciembre de 2018

A LA FINAL DEL MUNDIAL DE CLUBES

Gareth Bale decisivo con un 'hat trick' frente al Kashima Antlers

El Real Madrid jugará el próximo sábado la Final del Mundial de Clubes 2018 después de haber resuelto su partido de semifinales con un triunfo por 1-3 frente al Kashima Antlers, el equipo japonés Campeón de Asia. Por tercera vez consecutiva, cuarta en cinco años, el equipo blanco luchará por este título del que somos vigentes campeones.

El conjunto de Santi Solari fue superior a su oponente, aunque el cuadro nipón inició la contienda metiendo miedo. Un disparo de Serginho nada más arrancar el encuentro pudo haber cambiado el panorama. Y el posterior saque de esquina resultó un nuevo susto al pasearse el esférico por delante de la portería sin encontrar rematador. Parecían más espabilados ellos. Afortunadamente los nuestros fueron cogiendo el timón pasando a controlar el juego. Muy bien Marcos Llorente, que se ha asentado en el puesto de mediocentro durante las últimas semanas y está realizando actuaciones muy convincentes. Benzema tuvo la primera oportunidad de los blancos y poco a poco nuestro centro del campo comenzó a manejar la situación. Pero eso no evitaba que bien en saques de esquina o acciones puntuales el Kashima tuviera sus llegadas de peligro. El cronómetro avanzaba y necesitábamos marcar para llevar al marcador el dominio que en líneas generales percibíamos sobre el campo. Cabezazo de Sergio Ramos, nueva ocasión de Benzema...

Fue entonces cuando empezó el recital de Gareth Bale. Jugada por la izquierda en la que Modric cedió el balón a Bale y el galés combinó con Marcelo, que le tiró la pared devolviéndosela. Bale quedaba solo escorado por la izquierda y cruzó la pelota consiguiendo un bonito tanto. Gol psicológico del Real Madrid, justo antes del descanso y para tranquilizarnos un poco a los aficionados. Lo mejor fue que en el segundo periodo tardamos poco en marcar el segundo. Gareth Bale aprovechó una tremenda pifia de la defensa japonesa, que retrasó el balón hacia su propio área originando una curiosa falta de entendimiento entre uno de los centrales y el portero. Bale, que seguía la acción de cerca y en carrera, sólo tuvo que disparar a puerta vacía para subir el segundo al marcador. Este también se puede catalogar de gol psicológico. Para los japoneses, claro. Por la forma en la que llegó y tal... Bale estaba en racha. Sólo dos minutos después nueva acción de ataque del Real Madrid y Marcelo, desde la media luna, sirvió a la izquierda a Bale que, con un potente tiro a media altura, fusilaba la red de Sun Tae. 0-3 para los nuestros y, a priori, marcador resuelto cuando sólo habían transcurrido diez minutos del segundo periodo. Espectacular 'hat trick' de Gareth Bale, que poco después sería sustituido por Marco Asensio. Partidazo del galés en la izquierda.

Sí. El segundo gol del cuadro merengue resultó un mazazo para los japoneses y el tercero, tan seguido, además, pareció desactivar a nuestro rival. El Madrid se había escapado en el marcador y parecía controlar la situación con Modric haciendo lo que quería en el medio campo. Se notaba la superioridad técnica de los nuestros, pero resultó que el duelo empezó a romperse. Muchas jugadas de ida y vuelta. No parecía lo más conveniente para los intereses de un Real Madrid al que le bastaba con tranquilizar o dormir el juego y dejar pasar los minutos. En lugar de eso se buscó la portería rival, lo cual era de agradecer de cara al espectáculo. El problema era que sin Bale en el terreno de juego las jugadas de ataque no llegaban a buen puerto. Lucas Vázquez desaprovechó la oportunidad de anotar el cuarto en un intento de vaselina delante del portero que se quedó en nada. Aparecían espacios y opciones de contra, pero a Benzema y a Isco les faltaba un poco más de velocidad y de entendimiento. El francés también tuvo una gran ocasión con un disparo cruzado desde la izquierda que se marchó rozando el poste de la portería. En cualquier caso el reloj seguía corriendo y manteníamos la renta de los tres goles...

La única nota negativa fue la lesión de Asensio, que no llegó a aguantar un cuarto de hora sobre el césped. El mallorquín dejó su puesto a Casemiro, que volvía a la acción tras su periodo en la enfermería y que se posicionó como último hombre recordando a los espectadores más veteranos el puesto de líbero. Con el brasileño el equipo volvió a ganar en seguridad, aunque eso no impidió que Kashima Antlers anotara su gol, que subió al marcador tras unos instantes de incertidumbre con la consulta del VAR. Hubo gol. Los japoneses anotaban su tanto del honor aunque no se les veía con fuerzas de dar la vuelta a la situación pese a contar con minutos por delante. Y con un par de fallos, uno precisamente de Casemiro y otro de Sergio Ramos, que no supieron aprovechar demostrando que habían tirado la toalla. Y que los nuestros en ocasiones se desconcentran con facilidad... Por los gestos de Solari en la banda al técnico tampoco le gustaron esos fallos atrás. 

En cualquier caso todo estaba visto para sentencia. Victoria 1-3 para el Real Madrid. La Final se disputará el próximo sábado 22 de diciembre frente al anfitrión del torneo, el Al Ain, que ayer superó de manera sorprendente al River Plate argentino en la tanda de penaltis de la otra semifinal después de que su partido concluyera con empate a dos. Mucho ojo con menospreciar a ningún rival, que esto es fútbol y son once contra once. Muchísima suerte a los nuestros y ojalá podamos celebrar un nuevo título para despedir el presente 2018

KASHIMA ANTLERS: Sun Tae, Nishi (Koki Anzai, 56'), Yamamoto, Seung-Hyun, Gen Shoji, Ryota Nagaki (Atsuto Uchida, 45'), Yasushi Endo (Leandro, 83'), Leo Silva, Hiroki Abe, Serginho y Shoma Doi.

REAL MADRID: Courtois, Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo, Llorente, Kroos, Modric, Lucas Vázquez (Isco, 68'), Bale [(Asensio, 60') Casemiro, 74'] y Benzema.

GOLES
0-1 min.  44 Gareth Bale
0-2 min.  53 Gareth Bale
0-3 min.  55 Gareth Bale
1-3 min. 78 Shoma Doi

domingo, 16 de diciembre de 2018

LA SUPERCOPA DE LA TEMPORADA 1993-94

Se cumplen 25 años de la consecución de la cuarta Supercopa de España por parte del Real Madrid

La verdad es que no sé cómo expresarlo. Las sensaciones que siento al recordar la temporada 1993-94 son muy raras, muy raras... Fue una temporada futbolísticamente muy mala para el Real Madrid, un año de muchos disgustos en lo deportivo. Y, sin embargo, recuerdo con cierto cariño y nostalgia aquellos meses. Seguramente porque en lo personal las cosas no marchaban tan mal y porque aquellos recuerdos de juventud siempre se rememoran con una sonrisa. En el fondo tampoco fue todo tan malo. También hubo algunos buenos momentos... Recordaba hace unas semanas el orgullo que sentimos los madridistas el día que Fernando Hierro, con su testarazo, doblegaba a Dinamarca y clasificaba a la Selección para el Mundial que el siguiente verano se celebraría en Estados Unidos. Y hoy toca recordar aquella Supercopa que el equipo blanco se adjudicó en el Nou Camp frente al Barcelona.

Fue uno de los pocos buenos momentos que nos dejó la temporada 1993-94. La Supercopa de España era un título menor pero, no voy a mentir, supo a gloria. Llegó en un momento en el que hacía falta algo así. Una pequeña satisfacción entre tantos reveses y tantos golpes. Hay que analizar el contexto. Los madridistas atravesábamos un periodo nefasto. Veníamos de perder dos Ligas en Tenerife. Para mí, nos encontrábamos en el punto álgido de lo que yo denomino el Síndrome del Transworld Sport. Parecía que todas las noticias que surgían alrededor del Real Madrid eran negativas.

El Real Madrid había arrancado la temporada muy mal. Tras el espejismo de la victoria 1-4 en El Sadar los de Floro entraron en un bache de derrotas y resultados adversos en Liga que dejaron al equipo en una complicada situación clasificatoria. En la séptima jornada, tras un empate a cero en Tenerife, el cuadro merengue era... ¡decimocuarto! Afortunadamente las cosas comenzaron a circular por la senda correcta a partir de la siguiente jornada, tras una goleada 5-0 frente al Lleida. El juego no era para tirar cohetes pero los resultados nos dieron un respiro entre finales de octubre y a lo largo del mes de noviembre de 1993. Parecía que se había superado la "crisis" de la que tanto se hablaba en los medios de comunicación. Pero justo el último partido de aquel mes se volvió a tropezar con una derrota 2-1 frente al Sporting. Se disparaban de nuevo las alarmas en el peor momento porque la siguiente semana tocaba enfrentarse al Barcelona en la Supercopa de España. Sí, por aquellos tiempos este torneo se disputaba en el mes de diciembre. Los catalanes concurrían como Campeones de Liga y el Real Madrid como Campeón de la Copa del Rey. El equipo de Johan Cruyff se llevaba todos los elogios y atravesaba uno de sus mejores momentos, así que no puede extrañar que algunos afrontáramos el duelo con muy poco optimismo.

El jueves 2 de diciembre de 1993 se disputó el encuentro de ida en el Santiago Bernabéu. Y resultó que esa noche el Real Madrid dio la talla. Y eso que se adelantó el Barcelona. Al cuarto de hora Hristo Stoichkov cruzó de primeras y según le venía un pase largo para superar a Buyo y colocar el 0-1 en el marcador. Sin embargo el cuadro blanco no se vino abajo y desplegando un buen juego consiguió acercarse con mucho peligro a la portería azulgrana. Rebasada la media hora un gran pase de Hierro entre la defensa azulgrana fue recogido por Alfonso entrando en el área. El canterano controló el esférico y con gran habilidad lo picó un poco para superar a Busquets y establecer el empate a uno con el que se llegaría al descanso.

En el segundo tiempo los blancos consiguieron ponerse por delante con un gol de Iván Zamorano. Un perfecto y medido centro desde la derecha de Míchel fue cabeceado por el chileno a la red. A la contra el Barcelona tuvo alguna ocasión delante del marco de Buyo pero ninguna llegó a buen puerto. El que sí que acertó de nuevo fue Alfonso, que estaba viviendo uno de sus mejores momentos como madridista y se había hecho con la titularidad por delante de Butragueño. Míchel recogió un balón dentro del área y metió un pase al centro raso que el de Getafe empujó a placer a la red y casi sin oposición. Sólo faltaban cinco minutos para el noventa reglamentario y el Real Madrid vencía 3-1 a los de Cruyff.

Todavía recuerdo la alegría con la que me presenté en clase al día siguiente. Con lo mal que había arrancado la temporada estaba claro que aquel 3-1 frente al Barça era lo mejor que había pasado desde que había arrancado la campaña en septiembre. Eso sí, se trataba de un doble enfrentamiento. Quedaba el segundo partido en Barcelona y la renta de dos goles la hubiésemos firmado todos antes de arrancar la Supercopa. 

REAL MADRID: Buyo, Luis Enrique, Alkorta, Sanchís (Nando, 75'), Lasa, Hierro, Milla, Míchel, Prosinecki, Zamorano (Dubovski, 65') y Alfonso.

BARCELONA: Busquets, Ferrer, Eusebio, Nadal, Sergi, Guardiola, Bakero (Amor, 60'), Iván, Stoichkov, Laudrup (Ekelund, 59') y Romario.

GOLES
0-1 min. 16 Stoichkov
1-1 min. 33 Alfonso
2-1 min. 55 Zamorano
3-1 min. 85 Alfonso

Partido de vuelta

El jueves 16 de diciembre de 1993  se disputó el partido de vuelta en el Nou Camp. El equipo de Benito Floro acudía con la ventaja del 3-1 de la ida. Pero claro, quedaban noventa minutos por delante y todo por decidir. Benito Floro volvió a alinear el mismo once que en la ida, de nuevo con Alfonso en punta acompañando a un Zamorano que volvía por sus fueros y con sus goles parecía haber superado una pequeña sequía fruto del mal arranque de temporada del equipo. 

Supongo que todos teníamos claro que habría que sufrir para llevarnos el trofeo. Y la verdad es que algunos sustos pasamos, claro.  Poco después de superarse los primeros diez minutos Stoichkov envió un balón al palo metiéndonos el susto en el cuerpo. Casi de inmediato Romario tuvo otra ocasión clarísima y el brasileño también falló. Mejor. Evidentemente el Barcelona tenía que arriesgar más puesto que se trataba del equipo que estaba obligado a remontar. El Madrid se mostraba con las ideas más claras, esperando una oportunidad. Y la tuvo. En el minuto 21 nuestro lateral Mikel Lasa, apurando y cerca del banderín de córner, envió un preciso y certero centro al área que Iván Zamorano aprovechó para anotar un gol 'marca de la casa', es decir, de perfecto cabezazo. Fue un golazo. ¡0-1 en el Nou Camp! El gol era importantísimo porque, además de elevar el global de la Final a un 4-1 favorable al Real Madrid, suponía anular el valor del tanto cosechado por los blaugranas en el Santiago Bernabéu. En otras palabras, los locales necesitaban marcar tres goles para forzar la prórroga. El Barcelona tuvo el balón pero sin crear tampoco excesivas oportunidades para lo que se esperaba. Dominio estéril con balón pero sin saber desactivar a un Real Madrid bastante seguro y con un centro del campo muy trabajador. Al descanso se llegó con la victoria parcial 0-1. Sólo quedaba aguantar otros cuarenta y cinco minutos.

En el segundo tiempo el Barcelona efectuó cambios de jugadores y de posiciones tratando de encontrar la forma de desactivar a los blancos. Sólo consiguieron empatar el partido. Bakero, en el minuto 65, recibió por alto un balón largo que controló con el pecho antes de disparar para batir a Buyo. Era el 1-1 pero la ventaja del Madrid seguía sin correr peligro. En la recta final una dura entrada de Koeman a Rafa Alkorta originó una melé que se saldó con la expulsión del defensa local. Quedaba poco tiempo y además alcanzaríamos los últimos compases del choque con uno más sobre el césped. Aquello ya no se podía escapar...

Cada minuto que pasaba era un minuto menos para ser Campeones. Y, por fin, el pitido final. El Real Madrid se proclamó Campeón de la Supercopa de España, el primer título de la temporada 1993-94. Qué cosas... Con lo mal que había empezado todo y resulta que en el mes de diciembre estábamos celebrando un título. Era la cuarta Supercopa que conseguía el Club, contabilizando la que se ganó de forma automática con el doblete de la temporada 1988-89. Las otras tres, además, se ganaron precisamente en enfrentamientos directos con el Barcelona (temporadas 1988-89, 1990-91 y 1993-94). 

Ángel María Villar, presidente de la RFEF, entregó al capitán Manolo Sanchís el trofeo y los jugadores posaron para los medios gráficos en una bonita foto de familia. Una semana después la revista Don Balón publicó un póster con la fotografía de la celebración que fue directamente a la cabecera de mi cama. Y ahí sigue un cuarto de siglo después en casa de mis padres. Es la imagen que encabeza la presente entrada del blog. Tras las fotos de rigor los jugadores del Real Madrid intentaron dar la vuelta de honor, pero no la pudieron completar. A medio camino el lanzamiento de objetos por parte del público obligó a los madridistas a tener que retirarse protegidos por los escudos de la policía. Daba igual. El trofeo se iba a nuestras vitrinas.

Aquella victoria fue una satisfacción tremenda. Después de los disgustos que nos habíamos llevado en los últimos tiempos aquel triunfo resultó balsámico. Ojo que en los duelos directos con el Barcelona las cosas no nos habían ido tan mal... Sin ir más lejos, aquel año 1993 había arrancado con el triunfo en Liga del Santiago Bernabéu y en las postrimerías de la temporada 1992-93 habíamos eliminado al cuadro azulgrana en la Copa del Rey ganando precisamente en el Nou Camp con diez jugadores y accediendo a la gran Final en la que los de Benito Floro vencieron al Zaragoza.

Resultó, sin embargo, que aquella Supercopa terminó resultando un oasis en el marco de una temporada que terminó siendo durísima. De hecho, pocas semanas después de levantar aquella Supercopa nos tocó vivir uno de los peores episodios que recuerdo de aquella época. Pero eso es otra Historia... Hoy toca rememorar un bonito triunfo del que hoy se cumplen 25 años.

BARCELONA: Busquets, Ferrer, Guardiola, Koeman, Sergi, Bakero, Goikoetxea, Stoichkov (Laudrup, 50'), Amor, Romario y Beguiristain (Estebaranz, 50'). 

REAL MADRID: Buyo, Luis Enrique, Alkorta, Sanchís (Nando, 87'), Lasa, Hierro (Ramis, 78'), Milla, Míchel, Prosinecki, Zamorano y Alfonso.

GOLES 
0-1 min. 21 Zamorano
1-1 min. 65 Bakero