viernes, 31 de marzo de 2017

JUANITO, DESPUÉS DEL REAL MADRID

La trayectoria del jugador malagueño después de su salida del Real Madrid

La sanción por cuatro años de la UEFA tras el pisotón de Múnich cercenó la etapa de Juan Gómez 'Juanito' en el Real Madrid. El jugador tenía 32 años y la imposibilidad de participar en competiciones europeas era un lastre demasiado pesado. En mayo de 1987 el Club le concedió al malagueño la libertad para negociar con otro equipo. El futbolista se despidió del público del Bernabéu levantado a hombros por sus compañeros al término del último partido de Liga de aquella temporada 1986-87, un Real Madrid-Español disputado el domingo 21 de junio de 1987. Con un nuevo título de Liga debajo del brazo. Se marchó del Madrid con cinco Ligas, dos Copas de la UEFA, dos Copas del Rey y una Copa de la Liga.
  
Juanito puso fin a una etapa de diez años como jugador del Real Madrid. Pero ni mucho menos iba a colgar las botas. La salida que tomó fue la mejor posible. Málaga. Regresó a su tierra, cerca de su casa y cerca de los suyos. El equipo de La Rosaleda estaba en Segunda División pero realizó varios fichajes de relumbrón. Junto a Juanito llegó otro veterano, Esteban Vigo, ex futbolista del Barcelona. Para dirigir al equipo se fichó al ex seleccionador español Ladislao Kubala. Juanito se reencontraba así con el técnico que le había hecho debutar con la camiseta de España en el año 1976.

El equipo funcionó. El Málaga fue Campeón de la Segunda División 1987-88 con Juanito como estrella. Sólo se perdió un partido de Liga. Jugó 37 partidos, todos ellos como titular y marcó diez goles. El equipo consiguió el ascenso a falta de cinco jornadas para el final. Juanito volvía a Primera División.

El de Fuengirola siguió siendo asiduo en el equipo malagueño también en Primera. Durante el ejercicio 1988-89 el jugador, por supuesto con el 7 a la espalda, disputó un total de 34 partidos. Marcó cinco goles. Uno de ellos, curiosamente, lo anotó frente al Real Madrid. Fue el domingo 4 de junio de 1989 en La Rosaleda. Juanito, con 34 años largos, cuajó una gran actuación frente a sus compañeros. Botó el córner con el que los malagueños empataban 1-1 tras adelantarse el Madrid. Ya en el segundo tiempo, Juanito materializó un auténtico golazo. Pura técnica. Se deshizo de Sanchís, sorteó una entrada de Gordillo y desde fuera del área lanzó una vaselina que sorprendió a Paco Buyo para poner por delante a su equipo. Posteriormente, Hugo Sánchez empató al anotar el definitivo 2-2 de falta.

A la conclusión de aquella temporada, en el verano de 1989, Juanito decidió dejar el fútbol activo. El sábado 27 de junio, el jugador escenificó su retirada con un partido homenaje en La Rosaleda en el que estuvieron presentes muchos de sus ex compañeros. Aquel día, de manera simbólica, el torero Curro Romero le cortó la coleta a Juanito.

Director técnico  

Juanito siguió en el Málaga. Pasó del terreno de juego a los despachos como director técnico. El 29 de octubre de 1989 el semanal As Color publicó una entrevista con el ex jugador en la que reconocía sin tapujos que aquel nuevo rol no le terminaba de satisfacer. "Esta función que ahora asumo no me llena. No soy feliz como director técnico. He comprobado, cuando me he retirado del fútbol y he aceptado este cargo, que hay mucho imbécil en el fútbol. Son demasiadas las dificultades que encuentras para realizar una buena labor. En un club grande, desde luego, debe ser diferente, pero en una entidad modesta, caso del Málaga, no es nada fácil trabajar. ¡La cantidad de cosas que hay que hacer! Y el problema no es otro que económico. Tenemos dos campos de fútbol para once equipos. Así es imposible sacar futbolistas. Menos mal que los chavales no se aburren. Y, bueno, si se aburren no se les nota. Soy de los que pienso que un club modesto se debe nutrir de su cantera", contaba Juanito al periodista Luis Miguel González.

En aquella entrevista para el número 194 de As Color el de Fuengirola hablaba de las razones por las que había colgado las botas pocos meses antes. "Me retiré definitivamente por dos razones. Una, porque tengo que estar dos años en categorías inferiores para luego poder acceder al curso nacional de entrenadores. La otra razón, porque veía difícil que pudiera jugar esta temporada. Ante la duda, decidí marcharme", confesaba Juanito.

Luis Miguel González le preguntaba si le había faltado salir por la puerta grande como futbolista. "La gente puede pensar lo que quiera, pero yo del Real Madrid no me fui por la puerta de atrás. Soy el primero en reconocer que en alguna ocasión manché la imagen del Madrid. Como no podía jugar en los torneos europeos, lo mejor era marcharme. Vine al Málaga y creo que mi rendimiento fue pleno. El primer año ascendimos a Primera y en el segundo logramos mantenernos. Por tanto, ya le digo, no pienso que me he ido del fútbol por la puerta falsa", respondía Juan.

El ex jugador internacional hacía también en aquellas páginas una reflexión sobre el mundo del fútbol. "Falta humanidad en este deporte. Sin lugar a dudas, era más feliz como jugador que como director técnico. Falta armonía, comprensión. El ser humano se está volviendo desconfiado. No sé por qué, pero todos desconfiamos del que está al lado. Cuando estás arriba no tienes que rendir cuentas a nadie. Pero cuando están por encima de ti hay personas que te quieren hacer la pascua. No faltan, desde luego, las zancadillas", apuntaba un Juanito que realizaba una sentida confesión. "Yo lo que quiero es entrenar. Ahora llevo la selección infantil de Málaga. Me divierto con los chavalines, aunque cuando más disfruto es jugando una 'pachanga' con los compañeros o cuando me llaman para actuar en un partido amistoso. El despacho me quema. Me encuentro sin aire entre esas cuatro paredes", reconocía. 
  
Efectivamente, Juanito no iba a aguantar mucho como director técnico. Pero resulta curioso que antes de llegar a los banquillos como entrenador tuviese un efímero regreso como jugador en la temporada 1990-91. En abril de 1991 descolgó las botas para vestir la camiseta de Los Boliches, conjunto entonces encuadrado en el Grupo Tercero de Segunda División B. Fue una etapa corta. En total, cinco partidos de Liga.

Juanito en Mérida

Ya había comenzado la temporada 1991-92 cuando Juan Gómez González inició una nueva etapa como profesional en el mundo del fútbol. Lo había sido todo como futbolista. Había comprobado que la dirección técnica no colmaba sus aspiraciones. No estaba hecho para los despachos. Juanito quería entrenar. Y su primera experiencia en los banquillos a nivel profesional le llevaría a Extremadura.

El martes 12 de noviembre de 1991 el Mérida, en Segunda División, contrató a Juan Gómez como entrenador para sustituir a Eduardo Caturla Vázquez, que estuvo al frente del equipo durante las once primeras jornadas de Liga. Juanito debutó en los banquillos en San Mamés, en un partido frente al Bilbao Athletic que concluyó con triunfo del equipo emeritense por 1-2. Fue el domingo 17 de noviembre de 1991.

Aquella etapa en el Mérida ha quedado plasmada al detalle en el libro 'Juanito. Sus 141 días como entrenador', escrito por Manuel Jiménez 'Lolino', preparador físico del equipo que compartió horas y horas de trabajo y vivencias junto a Juan durante aquellos meses. Esta obra recoge numerosas anécdotas de los meses que el de Fuengirola permaneció al frente del equipo y ofrece un preciso retrato del Juanito entrenador.

jueves, 30 de marzo de 2017

JUANITO Y MATTHÄUS

Recordando el incidente del pisotón en Múnich en las semifinales de la Copa de Europa 1986-87

Miércoles 8 de abril de 1987. El Real Madrid juega en Múnich frente al Bayern el encuentro de ida de las semifinales de la Copa de Europa. Un día triste. El partido se puso cuesta arriba desde que en el minuto 10 el defensa Augenthaler perfora la portería de los blancos. Tampoco ayuda en nada una labor arbitral manifiestamente mejorable. En el minuto 28 el colegiado escocés Robert Valentine se inventa un penalti inexistente en contra del Madrid. Paco Buyo detiene un balón dentro del área y el jugador local Donfner, que viene en carrera, cae por inercia. El trencilla señaló el punto de castigo ante las justificadas protestas de los futbolistas blancos. En el minuto 36 Wolfarth marca el 3-0 para los de casa. El partido marchaba francamente mal. Fueras de juego que no eran, saques de esquina erróneos, faltas inexistentes en contra del equipo de Leo Beenhakker... Pero lo peor estaba a punto de llegar.

Minuto 39. Juanito trata de controlar un balón acosado por un futbolista alemán. Lo consigue pero otro defensa germano le entra fuerte y le consigue arrebatar el balón, que sale despedido hacia el centro del campo. Miguel Porlan 'Chendo' corre hacia el centro para hacerse con el esférico y en ese momento Lothar Matthäus realiza una durísima entrada sobre el defensa de Totana. Una escalofriante entrada de tarjeta roja. Chendo rueda por el suelo y se levanta a por Matthäus, que cae al suelo. Juanito corre hacia el futbolista del Bayern, con el árbitro allí justo al lado, y el de Fuengirola le acaba pisando la cabeza a Matthäus.

De aquel día, muchos se han quedado sólo con el pisotón de Juanito. No se puede justificar aquello, por supuesto. Pero es justo que se recuerde también que su reacción, censurable, viene provocada por aquella violenta entrada de Matthäus a Chendo. Insisto, en cualquier caso, en que no hay justificación a lo que hizo Juanito

El colegiado, como no puede ser de otra manera, se fue a por Juanito y le enseñó la tarjeta roja. Ricardo Gallego, rápidamente, se lanzó a por el malagueño y le rodeó los brazos sujetándolo. Juanito se dirigió a la banda, expulsado. Desde el banquillo salieron sus compañeros, Salguero, Ochotorena y Solana. Agustín abrazó a Juanito y le acompañó a los vestuarios. Mientras atravesaban la pista de atletismo del Olímpico de Múnich dos periodistas, uno de ellos actualmente un tertuliano muy famoso, le meten el micrófono. Me imagino que Juanito en aquellos momentos no tendría muchas ganas de hablar... Hay una famosa fotografía de aquel momento.

Matthäus sólo vio amarilla por su dura entrada sobre Chendo. El partido continuó con el 3-0 y el Real Madrid con un hombre menos. Butragueño consiguió recortar distancias justo antes del descanso, al que se llegó con 3-1. Sin embargo, en el segundo tiempo, una ingenua mano del defensa Mino dentro del área supuso un nuevo penalti. El segundo para el Bayern. Esta vez sí que lo era. Clarísimo. Matthäus ejecutó el disparo desde el punto de castigo y subía el 4-1 al marcador. La cosa pintaba muy mal. Para rematar la noche, en el minuto 72 Mino recibió la segunda amarilla y también era expulsado. El Madrid jugó más de un cuarto de hora con sólo nueve futbolistas sobre el césped. Al menos no hubo más goles...

Reacción de Juanito

¿Qué se le pasaría por la cabeza a Juan Gómez 'Juanito' dentro del vestuario tras su expulsión? Quienes estuvieron allí siempre cuentan que Juanito estaba destrozado y que no paraba de pedir perdón a sus compañeros por lo que había sucedido. Impresionan las declaraciones que efectuó a la televisión sobre el mismo césped del Olympiastadion München minutos después de acabar el partido. Juanito se mostraba abatido y totalmente arrepentido. 

"Yo por lo menos en mi carrera deportiva he sido una persona que he tenido dos 'yo'. Y hoy ha podido el 'yo' malo, el 'yo' irracional ha podido al 'yo' racional y he cometido una torpeza que... vamos, que estoy total y absolutamente arrepentido. Lo siento al jugador que le he hecho eso y… No puedo decir otra cosa. Sé que he metido la pata, que he cometido esta torpeza. Pero aquí el único perjudicado al fin y al cabo siempre es uno y… Bueno, uno, el equipo… Pero bueno, yo lo único que puedo decir es que me maldigo. Maldigo ese comportamiento tan irracional que lo había domado. Lo había tratado de educar durante unos años pero hoy ha salido otra vez. Y lo siento. Lo siento a todo el mundo que lo haya visto", declaraba Juanito

En el libro Juanito, todo corazón, de Pascual P. Hernández, publicado por el diario As, el autor recoge las declaraciones que realizó a los enviados de ese periódico. Palabras muy similares a las que dijo ante las cámaras de televisión. "Ha reaccionado mi otro yo, lo malo que hay en mí. No debí reaccionar así. Nunca me había pasado algo parecido en mi carrera. Quiero que me comprendan. En ese momento no era yo. Es el cabreo que te ciega. Sinceramente, no sabía lo que hacía. Ha sido la torpeza más grande de mi carrera deportiva. Las dos patadas que le di a Matthäus cuando cayó al suelo fue una reacción inconsciente. Además, el que más perjudicado ha salido he sido yo mismo", comentaba Juanito para el diario As.

La UEFA fue muy dura con Juanito. El pisotón a Matthäus le costó al futbolista una sanción por inhabilitación de cuatro años que concluiría el 31 de julio de 1991. En un primer momento el organismo europeo, por error, comunicó que el castigo era de cinco años. Dos días más tarde la UEFA rectificaba y aclaraba que eran cuatro años y no cinco. En realidad, daba lo mismo.  Juanito tenía en aquellos momentos 32 años, camino de los 33. La sanción suponía un adiós definitivo a las competiciones europeas y, por extensión, su adiós al Real Madrid.

Hicieron las paces 

El miércoles 22 de abril de 1987 se disputó la vuelta. El Real Madrid venció 1-0 al Bayern con un gol de Santillana. Un triunfo insuficiente. El global fue de 4-2 favorable a los alemanes, que accedieron a la gran Final que se disputó aquel año en Viena.

Un día antes del partido, el martes 21 de abril, con los alemanes ya en Madrid, se produjo un encuentro que no suele recordarse cuando se evoca el episodio del pisotón a Matthäus. El jugador alemán y Juanito se reunieron en la sede del diario As. Allí mismo hicieron las paces. Pascual P. Hernández recoge los detalles de ese encuentro amistoso en su libro. "Tras estrecharse las manos, Juanito se disculpó, le pidió perdón a Matthäus y, como recuerdo del encuentro, le regaló estoque y una muleta", relata. "Ahora, si quieres, me puedes matar", le comentó Juanito al centrocampista germano al entregarle el estoque y la banderilla. Según se puede leer en el libro, Matthäus agradeció el gesto y respondió: "Esto lo tendré en el lugar más visible de mi casa como un imborrable recuerdo tuyo y de tu patria". Los dos futbolistas se abrazaron y Matthäus sentenció: "Me has demostrado que eres un caballero". De aquel encuentro proviene la famosa imagen que tomó el fotógrafo Agustín Vega para As.

Lamento mucho que esta parte de la historia de aquel incidente entre Juanito y Matthäus no sea tan conocida. Generalmente todo lo que se recuerda de aquello es el pisotón. Muchos utilizan aquel capítulo para menoscabar y desacreditar la figura de Juanito.

Juanito se equivocó. Aquello fue un grave error por su parte, sí. No hay justificación ninguna a lo que hizo. No debió hacerlo. Pero lo hizo. Y fue castigado por ello. El de Fuengirola sabía que había actuado mal y lo reconoció. Lo reconoció aquella misma noche sin rodeos. Admitió su culpa y pidió perdón. Pidió perdón a todo el mundo. Al público, a los aficionados, a sus compañeros y, sobre todo, al propio afectado. A Lothar Matthäus. Ese era realmente Juanito. Yo quiero quedarme con esa imagen de los dos jugadores abrazándose y sonriendo en el diario As después de haber hecho las paces.