domingo, 28 de agosto de 2016

MINO

Recordamos a otra de las novedades de la plantilla de la temporada 1986-87 

Junto al portero Paco Buyo, la otra gran novedad para la plantilla del Real Madrid de cara a la temporada 1986-87 fue la del defensa Mino. Hoy, en 'Historias del Real Madrid', vamos a recordar a este jugador que militó dos temporadas en el equipo y que formó parte de aquel Real Madrid que dominó el fútbol español de la segunda mitad de la década de los ochenta.

Bernardino Serrano Mori nació en la localidad asturiana de Antromero el 29 de enero de 1963. Formado en la cantera del Sporting de Gijón debutó en Primera División el 13 de diciembre de 1981 en un Betis-Sporting correspondiente a la decimoquinta jornada de Liga. Aquel fue su único partido con el primer equipo de El Molinón durante la temporada 1981-82. En la campaña 1984-85 da el salto definitivo a la primera plantilla del Sporting y durante dos temporadas se convierte en uno de los habituales del equipo asturiano

Con su 1’85 de estatura destacaba en la zaga como un jugador contundente en labores defensivas. Su juventud, 23 años, era también una de las bazas para este prometedor futbolista. El Real Madrid se aseguró sus servicios de cara a la temporada 1986-87. El 12 de mayo de 1986 se hizo público el pase del Sporting al conjunto madridista tras fructificar las negociaciones entre clubes.

Llegada a Madrid

El Madrid fichó al asturiano en un momento en el que algunos de sus defensas atravesaban problemas. Manolo Sanchís se había lesionado de gravedad frente al Inter de Milan y se iba a perder el Mundial de México. A la cita mundialista había conseguido llegar Antonio Maceda, aunque recién salido de una problemática lesión de rodilla que le había lastrado unos tres meses. Paco Bonet estaba recién recuperado de otra gravísima lesión de rodilla y aunque se le había renovado el contrato su futuro no estaba del todo claro. A falta de saber lo que sucedía con el canterano Francis, la llegada de Mino parecía un fichaje coherente y de garantías dada la situación. Parecía aconsejable reforzar la defensa.

Más acertado pareció cuando Maceda, precisamente ex compañero de Mino en el Sporting, tuvo que regresar de manera forzosa y prematura de México con la rodilla destrozada. Paco Bonet, como recordaba recientemente, estuvo a punto de tirar la toalla y abandonar el fútbol. Aunque finalmente recapacitó y siguió jugando, lo hizo en Mallorca, tras salir del Real Madrid en el verano de 1986. Finalmente Francis abandonó la disciplina del Club blanco.

“Mi fichaje por el Real Madrid fue muy rápido. Yo estaba pendiente en esos momentos de la Copa de la Liga y de las conversaciones que tenía con el presidente del Sporting para renovar contrato, cuando este me dijo que tenía una oferta del Real Madrid. Nos vinimos casi de inmediato a Madrid y se arregló todo sin problemas. Se culminaba así una lógica aspiración de cualquier profesional, fichar por uno de los clubes más importantes de Europa, recordaba el propio jugador sobre su llegada al Santiago Bernabéu en las páginas del coleccionable de ABC  'Historia viva del Real Madrid'.

El 18 de julio de 1986, día de la presentación de la plantilla del Real Madrid para la temporada 1986-87, Mino y Paco Buyo fueron dos de los principales reclamos para los fotógrafos que cubrieron el acto. "Aquí se vive todo con más magnitud que en Gijón. Es todo más esplendoroso y el ambiente mucho más importante. Como futbolista me da una gran ilusión el ver esto, pero al mismo tiempo me dice que en el futuro tengo que trabajar duro para responder a una afición que me ha acogido fenomenal. El Real Madrid exige mucho, no se puede llegar a él con la idea de que se ha conseguido todo. El puesto hay que ganárselo día a día, a base de trabajo y esfuerzo. Jugar en el Real Madrid es importantísimo para cualquier futbolista, ya que con este equipo no existen limitaciones", declaraba el defensa asturiano.

Tras la presentación oficial en el Santiago Bernabéu el equipo se dirigió a Orense para afrontar los primeros entrenamientos de la pretemporada en Cabeza de Manzaneda. Allí, Mino fue integrándose con sus nuevos compañeros. “Cuando llegué, la persona que más me ayudó fue Antonio Maceda, ya que había sido compañero mío en el Sporting de Gijón. Ya a través de él había oído hablar del Real Madrid y de cómo funcionaba. Pude ver de inmediato el gran compañerismo que hay y el fenomenal ambiente existente. Esto es algo que el de fuera agradece de todo corazón”, recordaba Mino sobre sus primeros pasos en el Madrid en declaraciones recogidas en el coleccionable 'Historia viva del Real Madrid'.

Ese coleccionable se publicó durante la temporada 1986-87, primera campaña del asturiano en el equipo. El jugador reconocía que en lo estrictamente deportivo las cosas no le estaban saliendo todo lo bien que le hubiese gustado. “En el aspecto deportivo las cosas han ido de forma diferente. Llegué a jugar toda la pretemporada y los primeros partidos, pero a raíz de unos incidentes salí del equipo quedándome un tanto descolgado de la que debería de haber sido mi lógica trayectoria. Sólo estoy actuando de forma esporádica, sin la regularidad necesaria  para alcanzar un buen nivel, por lo que he acabado perdiendo un tanto la confianza en mí mismo, algo que sólo se recupera con partidos", argumentaba Mino. 

"Pese a todo esto, sigo esforzándome al máximo y entregándome en los entrenamientos porque sé que así algún día recuperaré la titularidad. Me ha ayudado mucho Maceda, que ha pasado por algo similar la pasada temporada, pero él tuvo partidos mientras que yo no tengo oportunidades. De todas formas mantengo que este es un peldaño hacia arriba en mi carrera y no pienso estar parado. Sé que puedo jugar en el Real Madrid y pienso que finalmente le seré útil”, apuntaba el jugador. “Así todo, y pese a estar ahora en el banquillo, veo a esta entidad de la misma forma que si estuviera jugando. No tiene que haber, por estar en una situación de suplencia, dos clubes. El Real Madrid es para mí el Real Madrid pase lo que pase. Creo que el Club debe estar por encima de todo”, añadía el asturiano, que durante toda su etapa madridista no dejó de trabajar para encontrarse siempre en las mejores condiciones y estar a disposición del técnico siempre que se le requiriese.

En febrero de 1987, la revista oficial del Real Madrid, en su número 439, publicó una entrevista con el zaguero asturiano bajo el título Mino, un defensa de altura. A lo largo del texto, el jugador hablaba de sus primeros meses en la capital y de cómo se había adaptado a la ciudad. También analizaba su situación en el equipo. "Me di cuenta de que aquí es difícil jugar con asiduidad porque hay grandes jugadores, con una categoría y calidad sobradamente contrastadas, y con idénticos deseos a los míos por jugar. Hay que tener tranquilidad, estar muy sereno y saber aprovechar las oportunidades que te den", señalaba el de Antromero

El propio jugador destacaba el nivel de sus compañeros y 'rivales' por un puesto en la defensa del equipo. "Tanto Chendo como Camacho y Sanchís, hasta la lesión de este último, eran prácticamente la defensa de la selección nacional española. Esto ya dice de por sí la categoría, calidad y valía que tiene cada uno de ellos. A los que hay que unir la labor de Salguero, que está demostrando ser un jugador muy válido, que está realizando grandes partidos y se ha afianzado en el puesto por su magnífico trabajo. Es muy difícil, pues, entrar en una defensa que, además, tiene otros jugadores como Solana y Maceda, que pronto estará recuperado y luchará como es habitual en él por un puesto, de gran valía", analizaba Mino de forma pormenorizada.

Con una competencia de tanta calidad no es de extrañar que para jugar hubiese que adaptarse a cualquier posición de la defensa. En aquella entrevista de febrero de 1987, por ejemplo, se reflejaba que pese a haber destacado como marcador central Mino también tuvo que actuar sobre el campo casi como lateral. "En sí no era la misión igual a la que pueda tener un clásico defensa lateral. Lo que ocurría es que me encomendaron la misión de marcar a un jugador que se movía con mayor predilección por las bandas. Era una posición, en principio, un tanto complicada para mí, por cuanto hasta ese momento estaba acostumbrado a actuar en el centro de la línea defensiva. Lo que más te cuesta te cuesta es que no estás habituado a proyectarte ofensivamente  como lo hacen los laterales y te sientes incómodo al ver en determinados momentos la banda desguarnecida. No obstante, creo que mi labor no estuvo desentonada a la realizada por el equipo", contaba sobre su nueva experiencia sobre el césped.

Al final de aquella entrevista, Bernardino Serrano dejaba bien claro que no se arrepentía ni lo más mínimo de haber recalado en el Bernabéu. "Un jugador que llega al Real Madrid no puede estar arrepentido, ya que estás en el mejor equipo. Tuve momentos, producto de mi corta edad y de estar parado, en que me costó comprender la situación. Pero, desde luego, todo ha sido positivo, tengo ganas de seguir luchando, trabajar para jugar, y confío en mis posibilidades y en que puedo ser útil al Real Madrid. La esperanza y la ilusión nunca la he perdido", advertía Mino. 

Y es que la temporada 1986-87, la de la Liga del Play Off, fue muy larga y hubo oportunidades para casi todos. Quizás no jugase tanto como hubiese deseado, pero Mino fue un habitual de las convocatorias y disputó 19 partidos oficiales. Participó en las tres competiciones que afrontó el Madrid durante aquel ejercicio e incluso tuvo la satisfacción de anotar un gol con la elástica madridista. Fue el 15 de marzo de 1987. Mino abrió el marcador en el triunfo 1-2 del Real Madrid frente al Athletic Club de Bilbao en San Mamés. En el minuto 8 el asturiano hizo el 0-1 al rematar de cabeza un saque de esquina y poco después Hugo Sánchez ampliaba la renta. A la media hora Goikoetxea recortaba distancias para los locales, pero el marcador ya no se movió y los de Beenhakker se hicieron con los dos puntos en juego.

Semanas más tarde, el defensa asturiano debutaba en la máxima competición continental. Por desgracia, su primer encuentro en Copa de Europa coincidió con un partido de ingrato recuerdo para el madridismo. Fue el 8 de abril de 1987 en el Olímpico de Munich. En poco más de media hora el Bayern se puso 3-0 y aunque Butragueño redujo distancias los muniqueses colocaron un 4-1 en el marcador al poco de dar comienzo el segundo tiempo. Sí, fue el día del pisotón de Juanito a Matthaus. Y Mino tampoco acabó el partido al ver dos amarillas que le obligaron a abandonar el terreno de juego en el minuto 72 de partido. Mino no estuvo demasiado acertado aquel día y lo cierto es que aquello le terminó pasando factura.

No hubo suerte en la Copa de Europa. Pero el Real Madrid conquistó el título de Liga y Mino pudo sumar su primer título a su palmarés personal. El 21 de junio de 1987 el defensa asturiano fue titular en el último encuentro oficial de la temporada, frente al Español, que se celebró en un ambiente festivo. "Temporada muy importante para el equipo, ya que al final se consiguió vencer en uno de los tres frentes en que luchamos. Además, en los otros dos restantes se logró estar en semifinales, algo que no es fácil. Fuimos de menos a más y el final se puede considerar como pletórico", contaba sobre la temporada. "Mi actuación no fue todo lo esperado, pero, en cuanto a adaptación al equipo, hay que aceptarla como positiva. Espero la próxima temporada", añadía Mino a nivel individual.

Segunda campaña

En el verano de 1987 el Real Madrid se hizo con los servicios de Miguel Tendillo y las opciones de jugar se redujeron para Mino a pesar de la salida de Antonio Salguero con dirección a Sevilla. Sanchís y Tendillo se convirtieron en fijos en el eje de la defensa de Leo Beenhakker y Mino se vio abocado a cumplir con el papel de recambio durante alguna de las escasas ausencias de los dos titulares. Once partidos oficiales disputó en su segundo año en el Santiago Bernabéu. Seis partidos de Liga, cuatro de Copa del Rey y uno de Copa de Europa. Se dio la circunstancia de que, de nuevo, el central de Antromero volvió a actuar en las tres competiciones que afrontó el Real Madrid durante aquella temporada 1987-88.

"Aunque pueda parecer una tontería, estoy muy contento con mi rendimiento porque he entrenado a tope y estaba en condiciones de salir en cualquier momento. He disputado pocos encuentros, pero más importantes que los del año anterior y mi balance es positivo", declaraba Mino al finalizar la temporada 1987-88. El Real Madrid se había proclamado nuevamente Campeón de Liga.

En total, Bernardino Serrano Mori jugó un total de 30 partidos oficiales con la camiseta del Real Madrid durante las dos campañas que permaneció en el Club. Dos temporadas en las que sumó sendos títulos de Liga a su palmarés particular.

Tras el Madrid

Tras abandonar la disciplina madridista Mino jugó dos campañas en el Sevilla, 1988-89 y 1989-90. En el verano de 1990 recala en el Español, equipo con el que jugaría cuatro temporadas, las tres primeras en la máxima categoría y la temporada 1993-94 en Segunda División. Los periquitos consiguieron el ascenso de vuelta a Primera aquella misma campaña con Mino aún de titular. Sin embargo, Mino, con 32 años, sigue en Segunda al enrolarse en el Mallorca. Al año siguiente, 1995-96, el asturiano cambia de nuevo de equipo y recala en el Logroñés, recién descendido a Segunda. Mino colabora activamente en la vuelta del equipo a Primera División. Después de tres temporadas jugando en Segunda el defensa asturiano regresa a la máxima categoría con el cuadro riojano. La temporada 1996-97 sería su último ejercicio como profesional. En 1997, con 34 años, Mino colgó las botas. Tras su retirada, Mino siguió ligado al fútbol como entrenador en Asturias y dirigió a la Selección Sub-17 asturiana.

Epílogo

Bernardino Serrano Mori disfrutó de una extensa carrera en el mundo del fútbol. Jugó 224 partidos en Primera División y más de 300 como profesional. Internacional con la Selección española Sub-21, Mino es uno de esos jugadores que se pueden catalogar como 'clásico' de los ochenta y de los noventa por el número de temporadas que disputó y por la cantidad de camisetas que defendió, entre ellas la del Real Madrid. Esfuerzo, garra, entrega, tenacidad... Son algunas de las palabras que se pueden leer repasando antiguas referencias sobre Mino en revistas, boletines y periódicos de la época.  A esas referencias sobre el Mino futbolista habría que añadir las que le describen como una persona amable, cordial y muy agradable en el trato.

Recuerdo siempre con mucho cariño a todos los jugadores que militaron en el Real Madrid durante aquellos años de mi infancia. Hace treinta años, Bernardino Serrano 'Mino' acababa de recalar en el equipo blanco. Sirva esta entrada a modo de recuerdo.

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