lunes, 25 de julio de 2016

LAS NOVEDADES DEL REAL MADRID 1986-87

Recordando el Madrid de hace treinta años

En el verano de 1986 se pusieron a trabajar los jugadores que conformaban la plantilla del Real Madrid para la temporada 1986-87. Llegaba al banquillo un nuevo técnico, el holandés Leo Beenhakker, que ya tenía experiencia en la Liga española tras haber dirigido al Zaragoza, equipo al que llegó durante la campaña 1980-81 para permanecer hasta la 1983-84. El técnico de Rotterdam sustituía en la dirección del equipo a Luis Molowny, que pasaba a ejercer de director técnico en el Club.

En el capítulo de novedades también hay que recordar a los dos nuevos fichajes que se incorporaron al equipo, el guardameta Paco Buyo, procedente del Sevilla, y el defensa Bernardino Serrano 'Mino', que llegaba del Sporting.

Durante la presentación de la plantilla en el Santiago Bernabéu, el viernes 18 de julio de 1986, los dos nuevos fichajes del equipo blanco posaron para los medios gráficos junto a Miguel Pardeza y Jesús Ángel Solana. Chucho Solana ya había disputado con el Real Madrid los últimos encuentros de la campaña 1985-86, pero el defensa pasaba a ser miembro de la primera plantilla y por eso posó para las cámaras como otra de las novedades. Pardeza, por su parte, había jugado la campaña 1985-86 cedido en el Zaragoza, aunque tras concluir la Liga había regresado a Madrid y llegó a disputar con el conjunto blanco los dos encuentros que se jugaron en la extinta Copa de la Liga en mayo de 1986. Aún así, también posó como otra de las novedades del equipo.

Por lo demás, el Real Madrid seguía manteniendo el bloque central del equipo que acababa de ganar la Liga y su segunda Copa de la UEFA consecutiva. La Quinta del Buitre, ahora al completo con Pardeza, seguía secundada por veteranos como Camacho, Juanito o Santillana y hombres como Hugo Sánchez y Valdano seguían siendo referentes en ataque. 

A lo largo de los próximos meses recordaré aquí, en 'Historias del Real Madrid', nombres propios, partidos y gestas protagonizadas por el equipo blanco durante la temporada 1986-87. Hace ya treinta años de todo aquello...

sábado, 23 de julio de 2016

RECORDANDO A BONET

El defensa vistió la camiseta del Real Madrid durante cuatro temporadas

Francisco Bonet Serrano fue otro de los futbolistas que abandonó la disciplina del Real Madrid hace ahora treinta años. Por ese motivo hoy, en 'Historias del Real Madrid', quiero recordar el paso de este jugador por el Club allá en la década de los ochenta.

Francisco Bonet Serrano nació en la localidad de Almuñecar, Granada, el 27 de junio de 1959. Empezó a jugar al fútbol en su tierra y cuando su familia se trasladó a Mallorca pasó a formar parte del Atlético Molinar. Con 16 años pasa al Atlético Baleares. En 1978 realiza una prueba con el Elche, que acababa de descender a Segunda División. El equipo ilicitano terminó haciéndose con los servicios del jugador tras ofrecer 600.000 pesetas al Atlético Baleares y Bonet pasó a engrosar la plantilla del Elche para la temporada 1978-79. Tras jugar unos partidos con su nueva escuadra, el granadino fue cedido al Palencia, en Segunda B. En la temporada 1979-80 vuelve al Elche para jugar en Segunda División

En la temporada 1980-81 jugó cedido en el Mallorca, donde se encontraba cumpliendo el Servicio Militar, pero en abril de 1981 regresó a Elche para jugar cuatro partidos. En la jornada 37, en un partido disputado en Málaga, Bonet fue expulsado por doble amarilla y se perdió la última jornada, en la que el equipo alicantino se jugaba el ascenso a Primera División. Los ilicitanos cayeron 1-2 con el Cádiz y se quedaron a las puertas de dar el salto a la máxima categoría.

La campaña 1981-82, por tanto, Bonet siguió en Segunda División con el Elche. Ese año Francisco Bonet se consolidó como uno de los referentes del equipo pese a su edad. Fue titular y disputó 33 partidos de Liga, todos ellos completos, anotando además cinco goles. El nombre de Bonet sonaba ya con fuerza en el panorama futbolístico español y surgió el interés de varios equipos de Primera División. "El que más pujaba era el Barcelona. Barcelona, Madrid, Zaragoza, Sporting de Gijón, Sevilla... Me fui a Madrid. Era mi equipo", contaba en una entrevista para TeleElx. 

El propio futbolista explicó cómo se enteró de su fichaje por el Real Madrid en una interesantísima entrevista que le realizó el periodista ilicitano Adrián Egea y que se puede ver en YouTube en el propio canal del ex jugador. Volviendo de cenar con su mujer se encontró con un amigo suyo, José Pallarés Ripalda, periodista de La Verdad, que le comunicó que era nuevo jugador del Real Madrid. Bonet no daba crédito. Desconocía que Real Madrid y Elche habían negociado su traspaso y no tuvo certeza de que todo era cierto hasta que José María García, a través de la radio, le puso en comunicación con Luis De Carlos, que le trasladó el acuerdo alcanzado por las entidades y le instaba a subir a Madrid la siguiente semana para negociar su contrato. 

El acuerdo entre clubes se registró el 6 de junio de 1982, según recoge la revista del Real Madrid en su número 386 correspondiente al mes de julio de aquel año. "Bonet: Un gran central para el Madrid", titulaba en su página 6 el boletín oficial del Club. "Es un excelente defensor en el centro de la zaga, muy fuerte, contundente, rápido, ligero, y que a la vez es un goleador, porque cuando sube al remate de cabeza es un hombre peligroso y posee un potente disparo", escribía Tomás Luque sobre el nuevo futbolista blanco que llegaba a la entidad con la misión de suplir la baja del histórico Goyo Benito que se acababa de retirar al término de la campaña 1981-82. "Con Bonet, el Real ha adquirido un gran central para su presente y para el futuro", añadía Luque.

Llegada al Bernabéu

El martes 20 de julio de 1982 el Real Madrid presentaba a su plantilla para la temporada 1982-83 con su nuevo entrenador Alfredo Di Stéfano y las novedades del equipo: Acosta, Juan José, Metgod y Bonet. "Soy consciente del salto que he dado en mi vida deportiva. Jugar en el Madrid es una gran responsabilidad. No me importa. Me superaré al máximo para no defraudar a nadie. ¿Hacer olvidar a Gregorio Benito? Eso es muy difícil. Benito ha sido un excelente jugador del Madrid y de la selección española. La afición tardará en olvidarle. Yo voy a hacer méritos. A que el entrenador tenga confianza en mí. Sé que es difícil triunfar en el Madrid, pero también puedo decirlo que vengo con grandes ilusiones. A la afición la pido paciencia y comprensión", manifestaba Paco Bonet tras la presentación de su nuevo equipo.

En el verano de 1982, durante la pretemporada del equipo, Paco Bonet se hace pronto con un puesto en el equipo y se convierte en uno de los destacados. En septiembre de 1982, la revista Real Madrid recoge las impresiones de Bonet sobre sus primeras semanas en la capital. "El Madrid es una organización tremenda, impresionante, no lo voy a descubrir yo. Y sobre los compañeros, todos son estupendos. Llevo poco tiempo en Madrid y no he salido generalmente, pero me llevo bien con todos. Trato más con Salguero porque vivimos en el mismo edificio. Como club, como equipo y como compañerismo, el Madrid es maravilloso", sentenciaba el granadino. El jugador se mostraba satisfecho de cómo le iban las cosas en el plano deportivo. "Las cosas me han salido bien. Deseo seguir así o mejor. Lo tengo todo por ganar", apuntaba Bonet.

Con 23 años y recién incorporado al Club, el futbolista de Almuñecar se convierte en titular indiscutible para Di Stéfano también en las competiciones oficiales. Las actuaciones de Bonet son plenamente satisfactorias y a los pocos meses de iniciarse su andadura con la camiseta blanca llama a su puerta la Selección española. El 27 de octubre de 1982 debuta con el equipo nacional en un encuentro disputado en La Rosaleda de Málaga frente a Islandia. Bonet fue titular y jugó los noventa minutos en aquel triunfo por 1-0. Aquella misma temporada disputó tres partidos más a las órdenes de Miguel Muñoz.

En diciembre de 1982, el boletín oficial del Real Madrid entrevista a Juan José y a Bonet, dos internacionales madridistas "de la nueva ola", como apunta la publicación. "Llegar a la Selección española es la meta de todo jugador. No cabe duda que el pertenecer al Madrid ha sido lo que ha supuesto ir al equipo nacional. De los jugadores de Segunda División no se acuerda nadie. De haber seguido en el Elche, no creo que hubiera sido internacional", explicaba el defensa. "Pienso que en el Elche también las daba casi todas. Lo que sucede es que en el Madrid destacas más. Yo, desde luego, sigo siendo el mismo. Eso sí: con más ilusión y con unos grandes deseos de llegar muy lejos con el Real Madrid", apuntaba Bonet, que se consideraba "un jugador más de la plantilla" del Real Madrid y rechazaba el apelativo de talismán del equipo. "No es modestia. Es la pura verdad", aseguraba. "En la vida no hay nadie imprescindible. Me he hecho con un puesto y lo defiendo lo mejor que sé. ¡Ojalá siga en esa línea o, mejor dicho, la supere!", añadía.

A lo largo de los siguientes meses, el Real Madrid estuvo en lo más alto en todos los frentes y en todas las competiciones. Sin embargo, la temporada 1982-83 no tendría un final feliz para los aficionados del Real Madrid. Estamos hablando de la campaña de los cinco subcampeonatos. Se jugaron todas las finales y se perdieron todas. El Madrid, que había sido Campeón de Invierno en el ecuador de la competición, cedió el título en el último partido con una derrota en Valencia.

La primera lesión

En la Final de la Copa del Rey, disputada el sábado 4 de junio de 1983 en La Romareda de Zaragoza, Bonet recibió una durísima entrada del futbolista del Barcelona Migueli que le provocó una grave lesión por la que tuvo que pasar por quirófano. "Rotura de ligamento lateral interno, rotura de menisco externo y desgarro de la cápsula posterior de la pierna izquierda", rezaba el parte médico del jugador, que fue operado el 14 de junio de 1983, diez días después del partido. La entrada había sido escalofriante. "No quiero pensar que la entrada fuera intencionada, pero tengo mi opinión y me la reservo. Todo el mundo vio el partido, ya fuera en el campo o por televisión. Creo que son muchas las personas que pueden juzgar la entrada o el encontronazo", explicaba Bonet posteriormente.

Desde la cama del hospital, Francisco Bonet concedía una entrevista a la revista Real Madrid que fue publicada en su número 398 correspondiente a julio de 1983. Bonet: "Nunca lesioné a nadie", titulaba el boletín mensual madridista. Y es que esas eran las primeras palabras que se recogían del jugador. "Sólo sé que yo nunca lesioné a nadie", declaraba un Bonet que se defendía de las críticas que le señalaban como un central impetuoso. Qué ironía... Tenía que hacer frente a quienes le etiquetaban como un defensa duro y lo hacía siendo él mismo el que estaba en la cama lesionado y con una larga recuperación por delante.

En la entrevista aprovechaba para analizar la temporada recién concluida y se le preguntaba si había alguna justificación a lo que le había pasado al equipo, que había rozado todos los títulos y no había conseguido ninguno. "Sólo una. El tener muy mala suerte en los partidos decisivos. Porque, digan lo que digan, se ha trabajado muy bien. Se ha luchado a tope. Hemos buscado con ahínco los títulos. Pero lo que nos pasó en Valencia nos dejó a todos aturdidos. Con la moral por los suelos. Creo que fue el equipo que más méritos hizo para conquistar la Liga", afirmaba Bonet, que destacaba el mérito de lo que había hecho el Real Madrid en aquella temporada 1982-83. "Será muy difícil igualar una campaña como la que hemos hecho este año. ¡Pues no es difícil llegar a todas las finales!", aseguraba.

El futbolista valoraba también el rendimiento particular que había ofrecido en su primera temporada en el Real Madrid. "Estoy satisfecho. Lo único que he sentido, en el aspecto particular, es no haber logrado algún título y las lesiones que he padecido", sentenciaba.

La recuperación de la lesión se prolongó durante varios meses, pero en noviembre de 1983, Paco Bonet pudo volver a los terrenos de juego. Si la primera temporada de Bonet en el Real Madrid se había saldado con 37 partidos oficiales jugados, la segunda, pese a los problemas físicos, no estuvo nada mal. Fueron 26 los choques en los que participó el de Almuñecar en la temporada 1983-84. Por desgracia, aquella campaña también concluyó sin títulos para el conjunto de Alfredo Di Stéfano. 

La temporada 1984-85 echó a rodar con el cambio de entrenador. Amancio Amaro tomaba las riendas del equipo sustituyendo a Di Stéfano. Durante el verano de 1984, Bonet es asiduo en las alineaciones del Madrid en los partidos de la pretemporada saliendo de inicio. Arranca la competición oficial también como titular en el primer partido de Liga y en el primer partido de la Copa de la UEFA. La segunda jornada se disputó con juveniles y futbolistas no profesionales a causa de una huelga de la AFE y la tercera se aplazó. En la cuarta jornada, Bonet volvió a jugar los noventa minutos con el Madrid y en la quinta, frente al Racing de Santander...

La segunda lesión

El Racing de Santander visitaba el Santiago Bernabéu el domingo 30 de septiembre de 1984 para disputar la quinta jornada de Liga. Ganó el equipo blanco 3-0 con goles de Pineda, Sanchís y Míchel. Pero la noticia del partido fue la gravísima lesión de Paco Bonet, que en una acción del partido sufrió doble fractura de tibia y peroné de su pierna derecha. Era el minuto 36 de la quinta jornada de Liga y el futbolista del Real Madrid decía adiós, literalmente, a la temporada 1984-85

Bonet contaba a la revista del Club en noviembre de 1984 cómo se había producido la lesión. "Fue un balón muy forzado en que el delantero se iba solo hacia la portería y la única forma de quitarle el balón era tirándome. Lo hice, pero con tan mala fortuna que le di en la suela de la bota al contrario. De esta manera fue como me lesioné", explicaba el defensa, que también reconocía que se dio cuenta rápido de que la lesión era grave. "Es que cuando se tiene una fractura de este tipo no te puedes levantar. Cuando entré a por el balón me rompí la pierna y al caer, la verdad es que no sabía que estaba rota. Cuando me di cuenta fue al intentar levantarme. Observé que la pierna estaba torcida. Entonces sí supe que era grave", añadía el jugador.

Tras ser retirado en camilla Bonet fue trasladado a la Clínica La Fraternidad, próxima al Estadio Santiago Bernabéu. Allí se le escayoló la pierna y comenzó el periodo de inmovilidad con vistas a no tener que pasar por el quirófano. Por delante, dos o tres meses con la escayola para superar la fractura y esperar que no hubiera complicaciones para iniciar el proceso de recuperación después de la fusión del hueso.

Aquella lesión de septiembre de 1984 era el tercer percance grave que sufría el jugador, el segundo como futbolista del Real Madrid. Con 18 años, en Mallorca, ya había sufrido rotura de ligamentos en su pierna derecha. En junio de 1983 había sido la rodilla de la pierna izquierda la afectada por la entrada de Migueli en la Final de Copa. "Apenas hacía quince meses de la otra lesión que tuve. Se me vino todo encima y creía que, después de lo que me había costado volver y recuperar la titularidad, esta lesión me iba a retirar del fútbol", admitía Bonet en el boletín oficial del Madrid.

La misma noche de la lesión el jugador recibió la visita de Valentín Cidón, el delantero del Racing al que Bonet entró en el momento de romperse la pierna. Hay que aclarar que Cidón, ex jugador del Club y finalista de la Copa del Rey 1979-80 con el Castilla, no tuvo ninguna culpa en el desgraciado desenlace de aquella jugada. "Esa misma noche vino Cidón a verme e incluso días después volvió a llamarme por teléfono. Lo que no me esperaba nunca, y me sorprendió de forma muy agradable, es que el colegiado me llamase. Han sido dos detalles muy bonitos y desde aquí les vuelvo a dar las gracias", apuntaba Bonet sobre Valentín Cidón y el árbitro Francisco Ceballos Borrego. 

Para Francisco Bonet, todo aquello suponía revivir el calvario de la anterior lesión. "Ha venido en un mal momento. Lo había pasado no muy bien durante la anterior lesión: había luchado, realizado todo lo posible para recuperarme y coger la forma lo antes posible. Me costó mucho volver a la titularidad, y ahora que ya había cogido el ritmo y me encontraba perfectamente ha venido esta desgracia. Esto es lo peor, podía conseguir todo y, sin embargo, he de empezar de nuevo", lamentaba el jugador.

Según escribía Lorenzo M. Suárez en la revista Real Madrid, Bonet afrontaba aquellos duros momentos "con unos ánimos, una alegría y una ilusión que a buen seguro le permitirá recuperarse en el menor tiempo posible". No le quedaba más remedio. "Bueno, pienso que son veinticinco los años que tengo y que dentro de la gravedad no ha sido tanto como parecía en un principio. Soy optimista y voy a poner toda mi fuerza de voluntad en la recuperación", afirmaba el granadino.

Pasaron días, semanas y meses... Por supuesto, Paco Bonet no pudo volver a los terrenos de juego aquel ejercicio 1984-85. Le tocaba pensar ya en la siguiente temporada 1985-86. Al menos, le quedó el consuelo de ver a su equipo adjudicarse dos títulos, la Copa de la Liga y la Copa de la UEFA. Eran los dos primeros títulos para el palmarés de Bonet que, recordemos, había llegado a jugar los noventa minutos en el primer partido de la competición, frente al Wacker Innsbruck, duelo que finalizó con triunfo 5-0 para el Real Madrid. "Se ha conseguido lo que todos deseábamos, tanto futbolistas como entrenador y afición, y por ello debemos estar contentos. A nivel personal estoy igual de contento que si hubiese jugado el partido de la final, ya que los éxitos de mis compañeros son siempre los de todos los demás que pertenecen a la plantilla; me alegro por ellos y por el club, que llevaba años sin conseguir un título europeo. Quizá esté algo triste, ya que creo que a todo jugador que se precie como profesional le duele no estar en una final y más si ésta se consigue", reconocía el futbolista tras la consecución del título europeo.

Temporada 1985-86

El viernes 19 de julio de 1985 el Real Madrid presentaba su plantilla para la temporada 1985-86. Francisco Bonet iniciaba su cuarta temporada como madridista tratando de dejar atrás los problemas de su pierna derecha. "Ha sido muy dura la fase de recuperación. Por fortuna, ahora mi único deseo es ponerme en perfectas condiciones y luchar por el puesto que ocupaba antes de la lesión. Consolidarme otra vez en el equipo. Con la plantilla que había y los que han venido a reforzarla tenemos, como siempre, las máximas ilusiones. El Madrid siempre aspira a todo, ése es nuestro deber con la entidad y con los aficionados", aseguraba Bonet tras la presentación de la plantilla.

Sin embargo aún había que esperar. Aunque ya podía corretear y tocar el balón, Bonet aún no estaba en las mejores condiciones para regresar al césped. Para tratar de avanzar en su recuperación, el futbolista accedió a jugar con el Castilla en Segunda División. El 23 de noviembre de 1985, más de un año después de la lesión, Francisco Bonet volvió a jugar un partido de competición oficial. Fue en un Castilla-Recreativo de Huelva que finalizó 3-4 a favor de los visitantes. Bonet disputó los noventa minutos e incluso tuvo la satisfacción personal de anotar un gol ese día. "El central subió al ataque, rematando desde el borde del área de media volea un balón rechazado por la defensa onubense y que tras dar en el larguero se cuela al fondo de la red", describía la jugada en su crónica el boletín oficial del Real Madrid.

Ocho partidos disputó el granadino con el filial entre noviembre de 1985 y enero de 1986. Sin embargo, nuevos problemas físicos obligaron a parar al defensa, que no volvió a estar disponible hasta la recta final de la campaña. "No tenía nada que ganar, lo único que trataba era buscar una forma más rápida de recuperarme y esto se logra con partidos. Sabía que apostaba fuerte, ya que se me iba a mirar con lupa y que en mis actuaciones en Segunda División se fijarían más en los defectos que en otra cosa. Lo peor de todo, no obstante, fue que desgraciadamente volví a caer en otra lesión. Cuando me recuperé de ella ya me quedé nuevamente entrenando con la primera plantilla", explicaba posteriormente sobre su paso por el Castilla.

La temporada 1985-86 fue magnífica para el equipo con la consecución de la Liga y de la Copa de la UEFA. A nivel particular, sin embargo, el sabor fue agridulce para Paco Bonet. "En el terreno personal ha sido una mala temporada, ya que las lesiones me impidieron  estar en perfectas condiciones y luego no he actuado en los encuentros finales. El equipo ha estado fenomenal y se han conseguido éxitos brillantes. Mi ilusión ahora está puesta en el año que viene, demostrar que puedo jugar en el Real Madrid", reconocía el de Almuñecar.

En el mes de julio de 1986 la revista oficial del Club dedicaba tres páginas al jugador. "Tras 20 meses en el dique seco. Bonet, ilusión a tope", titulaba la entrevista su autor, Martín Suárez. A lo largo del texto el jugador desglosaba sus impresiones de lo que había sido la temporada y de cuál era su situación particular. "Ha sido una difícil campaña, porque por las lesiones no he llegado a jugar. Por fortuna ya ha acabado esta mala racha y la tengo olvidada, lo que hace falta es esperar la venidera y comenzarla con fuerza y con un poco de suerte. Y esperar que no me vuelva a ocurrir nada", señalaba Bonet.

Hacía veinte meses que había sufrido aquella grave lesión que le dejó en el dique seco hasta que pudo volver a jugar con el primer equipo del Real Madrid. Bonet intervino en la Copa de la Liga en las postrimerías de aquel ejercicio. "Así es, aunque mis deseos e ilusiones estaban puestos en haber intervenido en la Copa de la UEFA. Hubo eliminatorias en las que como producto de lesiones y sanciones faltaban jugadores, pero tuve el problema de que por otras circunstancias mi ficha no fue presentada a tiempo ante la UEFA. Este fue otro hándicap más. Luego se presentó la oportunidad de actuar en la Copa de la Liga, pero sólo pudimos disputar dos encuentros. Formamos un equipo con jugadores que apenas habíamos jugado juntos en la temporada y notamos una cierta falta de ritmo", analizaba sobre aquellos dos últimos partidos jugados por el cuadro de Luis Molowny para cerrar el ejercicio. 

Esos dos partidos frente al Barcelona estaban muy recientes en el momento en el que se le realizó la entrevista y Martín Suárez le preguntaba a Bonet cómo se encontró en su reencuentro con el equipo. "Muy bien, pienso que en la vuelta jugué bastante bien, me encontré fuerte y creo que cumplí perfectamente. Lo que ocurre es que hubiera deseado haber seguido en la competición para de  esa manera ir jugando más encuentros, que es la única forma de completar mi recuperación", respondía Bonet.

Llegados a este punto, resulta interesante conocer qué pasaba por la cabeza del futbolista después de tantos meses apartado por problemas físicos. "La verdad es que más que desanimado lo que estás es hundido moralmente. Pero, piensas que éste es tu trabajo y que lo que no puedes hacer es pensar únicamente en que como consecuencia de las lesiones se te va a acabar todo. Es en esos instantes cuando más tienes que luchar y trabajar. Esa fuerza me la dieron mi familia y la confianza que algunas personas tienen en mí. Al fin y al cabo, eso es lo que ahora cuenta, ya estoy recuperado", señalaba Bonet. "Para aquellas personas ajenas a nuestra profesión, el futbolista es una persona que vive bien, viaja mucho, dispone de dinero, etc. Esto es un espejismo y no es del todo real. Yo, por ejemplo, he estado veinte meses sin hacer lo que más me gusta, jugar al fútbol, recuperándome solo, y eso la gente no lo piensa. Además, ésta es una profesión que la mayoría de las veces resulta ingrata, ya que el público se olvida de ti cuando no estás en el candelero, jugando. Todo lo realizado anteriormente parece que no importa y eso es algo que a los jugadores nos duele. Tanto en los buenos como en los malos momentos, pienso que los aficionados tendrían que ayudarnos un poco más", reflexionaba el defensa granadino.

Otro pasaje de la entrevista que me resulta muy interesante es aquel en el que el entrevistado destaca los éxitos del equipo aquella temporada pese a su ausencia en los terrenos de juego. "Ha sido sin lugar a dudas la mejor de las cuatro temporadas que llevo aquí. Conseguir títulos es lo que se propone un equipo como el Real Madrid, y en ese sentido pienso que hemos cumplido con la magnífica temporada que se ha realizado", afirmaba Bonet anteponiendo los éxitos de la plantilla a su situación personal. "Estoy muy contento por pertenecer a esta plantilla y por mis compañeros, que se lo han merecido. El trabajo realizado ha sido duro y ha dado sus frutos. Por supuesto, también, me alegro por el Real Madrid, que es un gran club", manifestaba.

"La próxima temporada la veo con toda la ilusión de volver a jugar en el Real Madrid", concluía Bonet aquella entrevista con Martín Suárez.    

Vuelta a Mallorca   

El 18 de julio de 1986 el Real Madrid presentó a su plantilla para la temporada 1986-87. Paco Bonet estuvo en el acto junto con el resto de sus compañeros y aunque en las declaraciones que había realizado en las últimas semanas apostaba por seguir en el equipo, el jugador no lo tenía nada claro... Los problemas físicos habían hecho mella en el futbolista, que barajaba muy seriamente la posibilidad de retirarse pese a contar sólo con 27 años recién cumplidos. Fue Ramón Mendoza el que le animó a seguir jugando al fútbol. El Real Madrid contaba con ofertas sobre la mesa por el jugador y el presidente animó a Bonet a tratar de seguir jugando en lugar de retirarse.

Este pasaje se lo explica con detalle Bonet al periodista Adrián Egea en la entrevista que podemos ver en YouTube. "Don Ramón, yo quiero dejar el fútbol porque no disfruto. Lo único que hago es sufrir y me quiero ir a mi casa", trasladó el jugador a su presidente, que no quería que el granadino colgase las botas. "Vamos a ver Paco, está el Sevilla, el Valladolid, el Zaragoza y el Mallorca que te quieren. Vete", le replicó Mendoza. Bonet seguía con las dudas. "Pero si es que allí voy a sufrir igual", argumentaba el jugador. "Aprovecha el fútbol, no seas tonto", insistía el presidente del Real Madrid con toda la razón del mundo.

Afortunadamente los consejos de Ramón Mendoza tuvieron su fruto. "Efectivamente me convenció y no dejé el fútbol, fui a Mallorca, que es donde tenía a mi familia y había salido a nivel deportivo", le contaba Bonet al periodista Adrián Egea. El futbolista consideraba que no estaba en las mejores condiciones para jugar, pero el entrenador del Mallorca entonces, Lorenzo Serra Ferrer, le trasladó al jugador que con que demostrara el 50% del nivel que había demostrado en el Real Madrid a él le valía.

Finalmente y tras ser convencido por todos, Bonet recaló en el conjunto bermellón, equipo con el que fichó por tres temporadas, aunque finalmente sólo jugó dos. En la primera de ellas, 1986-87, se hizo con el puesto de titular y disputó 37 partidos de Liga. En la segunda las cosas seguían por buen camino.... Hasta que, de nuevo, una lesión se cruzó en su camino. Otra vez más. El domingo 18 de octubre de 1987, en un Mallorca-Betis que terminó 3-1 a favor de los locales, Paco Bonet aguantó doce minutos sobre el terreno de juego. Un rival cayó sobre su pierna izquierda y le rompió el único menisco sano que le quedaba. Por delante, una vez más, otro largo periodo de recuperación. 

Regresó en la recta final de la campaña 1987-88 para disputar diez partidos de Liga y dos de la promoción de permanencia frente al Oviedo. Fueron sus dos últimos partidos como profesional. Lo dejó. A punto de cumplir los 29 años y con sus maltrechas piernas demasiado castigadas, Bonet puso punto y final a su carrera como jugador profesional.

Epílogo

Francisco Bonet Serrano disputó un total de 69 partidos oficiales con la camiseta del Real Madrid. En su estancia en el Club sumó a su palmarés una Liga, dos Copas de la UEFA y una Copa de la Liga. También alcanzó la Internacionalidad con la Selección española, con la que jugó cuatro partidos. Las lesiones cercenaron su carrera deportiva y le hicieron conocer el lado menos amable de la vida de los futbolistas profesionales. A pesar de todo ello, Bonet siempre ha tenido buenas palabras hacia el Real Madrid. Creo que es justo reconocerle todos los sacrificios que hizo y todo el sufrimiento que padeció durante su etapa con nosotros.

"Yo la duda que he tenido siempre, porque nunca lo llegué a saber, es si no me hubiese lesionado... hasta dónde podía haber llegado", se preguntaba el ex jugador ante el micrófono de TeleElx. Nunca lo sabremos. Pero lo que sí sabemos es que puede sentirse muy orgulloso de haberse entregado en cuerpo y alma cada día que vistió la camiseta del Real Madrid. Y con eso basta para que le recordemos con todo el afecto del mundo.