lunes, 30 de mayo de 2016

CELEBRANDO LA UNDÉCIMA

Los festejos del día posterior a la consecución de la Champions League

Debían de ser las siete y media de la mañana, a plena luz del día ya, cuando el autobús descapotable que trasladaba a la plantilla del Real Madrid alcanzó la Plaza de Cibeles. Allí aguardaban miles y miles de seguidores que habían aguantado como auténticos 'campeones' toda la noche la llegada de la Copa de Europa. Habían empezado a llegar allí poco después de que el finalizara el partido en Milán. Y allí seguían sin venirse abajo por el fresco, las horas de espera y las gotas de lluvia que amenazaron con 'aguar' la fiesta... No importaba. ¡La alegría anulaba cualquier atisbo de venirse abajo!

Eran algo más de las 2.30 horas de la madrugada cuando el Madrid abandonó San Siro para dirigirse al aeropuerto de Malpensa. De allí partió el avión con la expedición blanca a eso de las 4.00 en un vuelo que llegó a Barajas sobre las 6.30 horas. De allí al Santiago Bernabéu para cambiar de autobús y tomar el descapotable que les llevaría a Cibeles. Hubo dudas. Había empezado a llover y parece que no estaba muy claro si era más conveniente acudir a la plaza en vehículo descapotable o a cubierto en el mismo autobús que les había trasladado desde Barajas. La verdad es que hubiera sido algo menos vistoso. 

Al final, la euforia se impuso y liderados por un omnipresente Álvaro Arbeloa los jugadores se subieron al descapotable. Unas pocas gotas de lluvia no iban a empañar la felicidad de ser, una vez más, Campeones de Europa. El autobús, serigrafiado y decorado convenientemente para la ocasión con la leyenda 'Campeones'... perdón, 'Campeo11es', puso rumbo a la Castellana para dirigirse a Cibeles. Por el camino, ya se iban encontrando a grupos de aficionados a los que saludar. Pero, como no, la gran fiesta estaba en la plaza, donde unas 30.000 personas esperaban a los hérores de La Undécima.

Esta vez le tocó a Sergio Ramos, en calidad de capitán, ser el encargado de ponerle la bandera y la bufanda a la Diosa Cibeles, recogiendo el testigo del privilegio que años atrás saborearon capitanes como Casillas o Raúl.  

La fiesta se prolongó hasta las ocho de la mañana. Una vez más se había cumplido con la tradición en nuestra querida Cibeles. Algunos se retiraban a sus casas para dormir o descansar. Otros directamente se iban a desayunar. Todos, en cualquier caso, felices y radiantes de felicidad tras ver a su equipo del alma proclamarse Campeón de Europa por undécima vez.

Los jugadores también se retiraban a descansar, con la satisfacción del deber cumplido y el honor de haber conseguido alcanzar el objetivo soñado. Además, ¡había que reponer fuerzas para seguir con las celebraciones!

Recepciones institucionales

Después de haber visitado la Cibeles nada más volver a Madrid, le tocaba el turno a las instituciones. A las 20.00 horas la primera visita era el Ayuntamiento. La alcaldesa, Manuela Carmena, recibió al equipo. "Muchas gracias al club y a todos los jugadores. Quiero daros un abrazo en nombre de todo Madrid, que os está enormemente agradecido", manifestó la alcaldesa en declaraciones recogidas por la web del Real Madrid. El presidente Florentino Pérez le regaló a la alcaldesa una Copa de Europa en minuatura y una camiseta del Real Madrid personalizada. Los jugadores recibieron unos gemelos con el skyline de Madrid

Después llegó el turno a la Comunidad de Madrid. "Esta casa es de todos los madrileños y de todos los madridistas. Es un honor recibir al Real Madrid y un día muy feliz para todos los madridistas", exclamó la presidenta Cristina Cifuentes, que no dudó en ponerse la camiseta blanca que se le regaló y que posó con los campeones. Por supuesto, también hubo tiempo para celebrar el título con todos los que estaban fuera. La Puerta del Sol estaba literalmente abarrotada de gente cuando los jugadores salieron al balcón de la Real Casa de Correos para ofrecer la preciada 'Orejona' a los allí presentes. Varios jugadores quisieron recoger el momento con las cámaras de sus teléfonos. Impresionaba, la verdad, ver a tantos madridistas allí congregados.

Fiesta en el Bernabéu 

Tras finalizar las visitas oficiales, la expedición madridista puso rumbo al Santiago Bernabéu para culminar un intenso día de festejos celebrando la consecución de La Undécima con toda la afición. La fiesta fue espectacular, con el Estadio practicamente lleno. Preciosas las imágenes del campo a oscuras con miles de destellos de los móviles de quienes estaban inmortalizando la fiesta desde las gradas. Poco a poco, se fueron elevando unos globos gigantescos. En concreto, once. Cada uno, decorado con el año y la sede en la que se han celebrado cada uno de los triunfos del Real Madrid en la Copa de Europa. París 1956, Madrid 1957, Bruselas 1958, Stuttgart 1959, Glasgow 1960, Bruselas 1966, Ámsterdam 1998, París 2000, Glasgow 2002, Lisboa 2014 y Milán 2016.

Uno a uno, todos los integrantes de la primera plantilla fueron accediendo al terreno de juego mientras eran aclamados por la afición. Por cierto, precioso el gesto de Álvaro Arbeloa de salir con la camiseta de Denís Chéryshev.

La última en salir fue La Undécima, y una vez todos en el campo, llegaron los clásicos cánticos de 'campeones, campeones'. Los jugadores levantaron el trofeo al aire entre el atronador sonido de los fuegos artificiales. Y, como no, el 'We are the Champions' de Queen. El espectáculo era precioso con los cohetes estallando en el cielo, los globos, las luces y nuestros futbolistas alzando La Undécima.

A continuación, en las pantallas gigantes instaladas en el centro del campo, se pudo contemplar la nueva versión del Himno de La Décima interpretado por Plácido Domingo y los jugadores de la actual plantilla. En el vídeo, muy emotivo, se entremezclaban imágenes históricas y actuales en las que se reflejaban los éxitos europeos que ha protagonizado el Real Madrid.

A todos les tocó dedicar unas palabras al público micrófono en mano. "Hemos luchado por el sueño de conseguir un título y sois la afición más exigente del mundo porque somos el mejor club del mundo y hay que disfrutar de este trofeo", comentó un Sergio Ramos que había sido el encargado de llevar el trofeo. "Como decía Sergio, es un orgullo pertenecer a este club. Tengo la suerte de tener a estos jugadores que lo han hecho fenomenal. Gracias por vuestro apoyo como siempre y ¡Hala Madrid!", lanzó Zinedine Zidane.  

Me encantó la intervención de Cristiano Ronaldo. “Yo sí estaba con ganas de hablar. Y mucha. Lo que tengo que decir, en primer lugar, muchas gracias por creer en nosotros. Sin vuestro apoyo jamás podríamos ganar esta copa tan bonita que está aquí con nosotros. Es un orgullo muy grande vestir esta camiseta blanca que me queda de puta madre. La verdad es que estoy muy feliz y también quiero cantar: ¡Así, así, así gana el Madrid!”, exclamó Cristiano antes de entonar su famoso grito de guerra.

Muy emotivas fueron también las palabras de Lucas Vázquez, uno de los protagonistas de la tanda de penaltis en San Siro. "Desde pequeño me enseñaron que el Real Madrid era el club más grande del mundo. Para mí es un orgullo defender este escudo y ganar la Champions. Pero los sueños no tienen límites. Sigamos soñando", señaló el canterano.

Una vez finalizados los discursos, la plantilla dio una vuelta olímpica portando el trofeo de la Champions League. Fue el final de una fiesta espectacular. Los jugadores aprovecharon para hacer partícipes del evento a sus hijos. Sus familiares también accedieron para hacerse las fotos de recuerdo de rigor sobre un césped del que se despedía, ahora ya sí de manera definitiva, Álvaro Arbeloa. 

Por cierto, impresionante el despliegue técnico y humano de Real Madrid Televisión. Mi más sincera felicitación por la cobertura realizada en un fin de semana inolvidable que ya forma parte de la Historia. ¡Hala Madrid!

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