domingo, 30 de noviembre de 2014

RÉCORD DE VICTORIAS CONSECUTIVAS

El Real Madrid encadena dieciséis triunfos seguidos por primera vez en su historia

La victoria de ayer por 1-2 en Málaga del Real Madrid supone una nueva marca en la historia de la entidad blanca. Por primera vez, el equipo encadena dieciséis victorias consecutivas, superando las marcas de quince triunfos que se habían alcanzado en las temporadas 1960-61, con Miguel Muñoz en el banquillo, y en la campaña 2011-12 con José Mourinho dirigiendo la nave blanca.

Esta buena racha de resultados se inició el pasado 16 de septiembre cuando el Real Madrid goleó al Basilea por 5-1 en el Bernabéu. Desde entonces, el conjunto blanco ha sido un rodillo que ha contado sus actuaciones por victorias. Recordemos, además, que entre estos dieciséis últimos encuentros hemos batido también otro récord, el de goles a domicilio en Liga. Frente al Deportivo, al que ganamos con un contundente 2-8, superamos la marca que se había establecido en Zaragoza la temporada 1987-88.

16/09 Champions League Basilea 5-1 Local
20/09 Liga Deportivo 2-8 Visitante
23/09 Liga Elche 5-1 Local
27/09 Liga Villarreal 0-2 Visitante
01/10 Champions League Ludogorets 1-2 Visitante
05/10 Liga Athletic 5-0 Local
18/10 Liga Levante 0-5 Visitante
22/10 Champions League Liverpool 0-3 Visitante
25/10 Liga Barcelona 3-1 Local
29/10 Copa del Rey Cornellá 1-4 Visitante
01/11 Liga Granada 0-4 Visitante
04/11 Champions League Liverpool 1-0 Local
08/11 Liga Rayo 5-1 Local
22/11 Liga Eibar  0-4 Visitante
26/11 Champions League Basilea 0-1 Visitante
29/11 Liga Málaga 1-2 Visitante


El récord tiene su mérito teniendo en cuenta, además, que de esos dieciséis partidos diez han sido como visitantes y sólo seis se han disputado en el Santiago Bernabéu. De hecho, los tres últimos partidos que ha jugado el Real Madrid los ha disputado lejos de su público.

Esperemos que la escuadra de Ancelotti pueda seguir acumulando buenas resultados para incrementar el récord y seguir haciendo historia.

sábado, 29 de noviembre de 2014

JOSÉ EMILIO AMAVISCA

Recordando al jugador revelación de la temporada 1994-95

La verdad es que resultaría un poco repetitivo si empezara a contar, otra vez, cómo fueron los primeros compases de la llegada al Madrid de Amavisca. Durante los últimos meses he traído a las entradas de 'Historias del Real Madrid' diversos recuerdos del año 1994 y ya he relatado cómo se conformó la plantilla de hace veinte años. Si alguien lee este blog ya sabrá o recordará que Amavisca llegó sin hacer mucho ruido y que durante el verano de 1994 tenía todas las papeletas para ser uno de los descartes de Valdano junto con Iván Zamorano. Pero, qué vueltas da la vida, ambos acabaron siendo pilares fundamentales de la consecución del título de Liga de aquella temporada 1994-95.

Así pues, voy a realizar un repaso a su carrera deportiva a modo de homenaje a este singular futbolista cántabro que actualmente juega con el equipo de veteranos del Real Madrid y que hace justo dos décadas se había convertido en el jugador de moda del conjunto blanco.

José Emilio Amavisca Gárate nació en la localidad cántabra de Laredo el 19 de junio de 1971. Su padre, Emilio Amavisca Albo, también fue futbolista profesional y llegó a jugar en Primera División con el Pontevedra.

Amavisca debuta en Primera División en las filas del Valladolid en la campaña 1989-90, disputando tres encuentros en la máxima categoría del fútbol nacional. Durante el siguiente ejercicio, 1990-91, vuelve a jugar otros dos partidos de Liga en Primera. Su eclosión, sin embargo, llega en la campaña 1991-92 con el Lleida, en Segunda División. Llega al equipo catalán cedido por el Valladolid y allí cuaja una excelente campaña disputando 37 partidos, 35 de ellos como titular, y anotando 14 goles.

El cántabro formó parte, en el verano de 1992, de la Selección Olímpica de Vicente Miera que se alzó con el Oro en Barcelona. La Quinta del Cobi. Allí coincidiría con varios de los que serían sus compañeros en el Real Madrid. Alfonso, Lasa, Luis Enrique, Cañizares...

En la campaña 1992-93 regresa a Valladolid, aquel año en Segunda División, y se mantiene ya como titular indiscutible. El equipo logra el ascenso y la temporada 1993-94 la disputa en Primera División formando parte del once de gala de los de Pucela.

Llegada al Madrid

Recuerdo que en la recta final de la campaña 1993-94, empecé a leer en el Don Balón rumores, noticias y breves sobre el más que posible acuerdo entre Valladolid y Real Madrid por el traspaso de Amavisca. No lo voy a negar. Siendo inminente la llegada de Laudrup y Redondo al Madrid, el nombre de Amavisca no me despertaba mucho interés. Simplemente porque pensaba que, de materializarse el acuerdo, el jugador no iba a tener muchas oportunidades de jugar.

Efectivamente, José Emilio Amavisca llegó al Real Madrid sin hacer mucho ruido. Casi todo el mundo pensaba que el jugador sería incluido en alguna operación con otro club o sería cedido a otro equipo. Se presentó con toda la plantilla en el Santiago Bernabéu. Pero aquello tampoco quería decir mucho. También Ismael Urzaiz compareció con la camiseta blanca ante los medios de comunicación aquel 19 de julio de 1994 antes de recalar en el que acabaría siendo su destino aquella campaña, el Salamanca.

Jorge Valdano, el nuevo técnico del Madrid, no ocultó que Amavisca tenía todas las papeletas para ser uno de los descartes de cara al comienzo oficial de la temporada. Sin embargo, el de Laredo se quedó con el equipo toda la pretemporada y sus buenas actuaciones durante aquel verano le permitieron quedarse finalmente en el Real Madrid. Parecía posible que tuviese más presencia de la que se suponía en un primer momento... ¡Y vaya si la iba a tener!

Alfonso Pérez Muñoz partía como favorito de cara a la titularidad en la delantera de cara a aquella temporada 1994-95. Sin embargo, en el primer partido de Liga, ante el Sevilla, el de Getafe cayó lesionado tras recibir una dura entrada, como ya conté aquí en 'Historias del Real Madrid' el pasado mes de septiembre, cuando se cumplieron veinte años de aquel encuentro con el que arrancamos la campaña oficial. El encargado de suplirle, al tener que abandonar el terreno de juego, fue José Emilio Amavisca, que jugó un gran partido y demostró que tenía sitio en el equipo. Lo tenía y se lo adjudicó.

La baja de Alfonso permitió al cántabro Amavisca pasar a formar parte en la punta de ataque junto al chileno Iván Zamorano. Como decía al principio de esta entrada, qué vueltas daba la vida. Dos jugadores que estuvieron a punto de marcharse en verano acabaron siendo vitales en la consecución del título de Liga que caería en el Bernabéu aquella temporada 1994-95. En la cuarta jornada de Liga, frente al Athletic de Bilbao, Amavisca estrenó la titularidad que se había ganado a pulso y anotó su primer gol con el Real Madrid. Desde la sexta jornada, Amavisca fue ya titular indiscutible en todos los encuentros de Liga. No se perdió ni uno solo. Treinta y dos partidos de Liga consecutivos, que se dice pronto.

Jugador de moda

La irrupción de Amavisca fue todo un fenómeno en su momento. Quizás el hecho de que no se contara mucho con él a su llegada nos pilló a todos los madridistas por sorpresa. Pero resulta que aquel joven jugador tenía desparpajo, movilidad, velocidad... ¡y hacía goles! ¡Hasta su forma de celebrarlos era curiosa y llamativa! El de Laredo se agachaba sobre el césped, flexionaba su rodilla izquierda, hincaba en el suelo la derecha y hundía su cabeza sobre su brazo izquierdo mientras levantaba el derecho señalando al cielo. El propio jugador se encargó de reconocer que mediante esta particular ceremonia le dedicaba sus goles a un buen amigo suyo que había fallecido trágicamente al caerse de un andamio.

Pronto, los aficionados del Real Madrid nos acostumbramos a la liturgia de Amavisca durante aquellos primeros compases de la temporada, puesto que empezó a ver puerta con facilidad. En la séptima jornada, anotó los dos goles blancos en el triunfo en Sarria frente al Español por 1-2. Aquella misma campaña, Amavisca anotó uno de los goles en la histórica goleada al Barcelona por 5-0 y en la jornada 36, jugándonos la Liga frente al Deportivo de la Coruña, inauguró el marcador que concluiría con 2-1 favorable a los blancos.

Sus buenas actuaciones le abrieron las puertas de la internacionalidad absoluta. Debutó el 7 de septiembre de aquel 1994 en un Chipre-España valedero para la clasificación de la Euro 1996. Ganó España 1-2 y el segundo gol de nuestro combinado lo anotó... ¡Amavisca! Bueno, matizo: Amavisca... con la colaboración de un chipriota en propia puerta.

Sí. Definitivamente las cosas le estaban saliendo a pedir de boca. Titular con el Madrid, internacional con España, haciendo goles... Amavisca pasó a ocupar portadas en la prensa deportiva y a protagonizar posters, entrevistas y reportajes en Don Balón o la revista oficial del Real Madrid.

Aquello no fue flor de un día. El jugador cántabro mostró una regularidad encomiable toda campaña. Incluso cuando irrumpió Raúl, a finales de octubre, y cambió de posición para situarse como centrocampista siguió rindiendo a un nivel excelente. Entraba como un estilete por la banda izquierda aportando al equipo polivalencia. Jugaba igual de bien como delantero, acompañando en punta a Zamorano, y como interior por la izquierda.

Junto a Iván Zamorano formó una productiva sociedad que se trasladó fuera de los terrenos de juego, donde cuajaron una profunda amistad. El chileno incluso era el encargado de hacer las veces de chófer del cántabro, que no tenía coche, y le llevaba a la Ciudad Deportiva. Amavisca le 'devolvía' el favor en forma de centros y asistencias que ayudaron, sin duda, a que el ariete se proclamara Pichichi de la Liga. Juntos formaron una pareja letal.

En total, Amavisca jugó 45 partidos oficiales durante su primera campaña en el Real Madrid y anotó once goles, diez de ellos en Liga. La revista Don Balón le coronó como el mejor jugador nacional de la temporada 1994-95.

Años de blanco

El bueno de José Emilio siguió siendo una pieza importante de aquel Real Madrid de mediados de los noventa durante las siguientes tres temporadas. A lo largo del resto de su carrera en el Real Madrid se instaló definitivamente como centrocampista por la banda izquierda. Eso le impidió ver puerta con la facilidad que lo había hecho durante su primera temporada de blanco. De hecho, en la campaña 1995-96 su cifra anotadora bajó hasta los tres goles. Pudo haber sido alguno más si, por ejemplo, se le hubiera concedido aquel gol que anotó en Dortmund, Alemania, en la vuelta de las semifinales de la Champions League de la temporada 1997-98. Amavisca celebraba el gol pero la jugada fue invalidada, supongo que por fuera de juego, no lo recuerdo bien. Aquel día, 15 de abril de 1998, Amavisca fue titular en el equipo que certificó el pase a la Final de Ámsterdam. El futbolista tuvo el privilegio de saborear de corto el triunfo de la Séptima, el 20 de mayo del 98. Saltó al terreno de juego en los instantes finales sustituyendo a Raúl.

Si bien algunas lesiones le impidieron rendir al nivel mostrado en la temporada 1994-95, Amavisca promedió un mínimo de 25 partidos oficiales en cada una de las tres siguientes campañas con el Real Madrid, es decir, los ejercicios 1995-96, 1996-97 y 1997-98. O bien jugaba de titular o era un recambio habitual en los partidos del equipo. Y es que José Emilio Amavisca contó para todos los entrenadores que pasaron por el Real Madrid durante su etapa de blanco. Valdano, Arsenio Iglesias, Fabio Capello, Jupp Heynckes... Para todos menos para uno.

Salida del Club blanco

Guus Hiddink llegó al Real Madrid en el verano de 1998 para sustituir a Jupp Heynckes. El preparador, del que se guardaba un buen cartel en España tras su paso por el banquillo del Valencia, llegaba avalado por su buen papel al frente de la Selección de Holanda en el recién concluido Mundial de Francia. Ya durante la pretemporada dejó claro que había dos jugadores con los que no contaba: Víctor y Amavisca. Nunca lo entendí. Me parecían dos buenos jugadores y no comprendí aquella postura.

Víctor no llegó a empezar la temporada con el equipo y el Real Madrid se deshizo del canterano, que acabó en Santander jugando con el Racing. Amavisca se quedó en el equipo. Pero quedó relegado al ostracismo. Con Hiddink no llegó a jugar ni un solo minuto en competición oficial. En diciembre de 1998 el Real Madrid se adjudicó en Tokio la Copa Intercontinental y recuerdo que me dolió que Amavisca no disfrutase de aquella experiencia. Sí, le había cogido cariño a este jugador.

En el mercado invernal, sin haberse estrenado aquella temporada, José Emilio Amavisca abandonó el Real Madrid con dirección a su tierra. El jugador disputó lo que restaba de temporada con el Racing de Santander. Junto con Víctor.

En Santander jugó otras dos temporadas más, hasta el año 2001. Después, pasó a engrosar las filas del Deportivo de la Coruña durante tres campañas. Con los gallegos siguió acumulando partidos, marcó algunos goles, volvió a disputar la Champions League y hasta consiguió títulos. Ganó una Copa del Rey (sí, la que nos ganaron el día del Centenario, aunque Amavisca no disputó la Final) y una Supercopa. En 2004 recaló en el Espanyol de Barcelona, donde disputó su última campaña en activo y marcó sus dos últimos goles en Primera División. Al término de aquella temporada 2004-05, a punto de cumplir los 34 años, el futbolista colgó las botas poniendo fin a una más que notable carrera deportiva.

Sus números

José Emilio Amavisca Gárate disputó un total de 145 partidos oficiales con el Real Madrid y marcó 14 goles vistiendo la camiseta blanca. Con el conjunto madridista ganó dos Ligas, una Supercopa, una Copa de Europa y una Copa Intercontinental.

Yo, al menos, guardo un muy grato recuerdo del paso de este futbolista por el Madrid, así que sirvan estas líneas como particular homenaje. Hace justo veinte años, por estas fechas, aquel jugador que había llegado sin que le prestásemos mucha atención se había convertido en uno de los grandes protagonistas del Real Madrid.

jueves, 6 de noviembre de 2014

CRISTIANO RONALDO, TRES BOTAS DE ORO

El jugador portugués recibió ayer el trofeo al mayor goleador de la temporada 2013-14

El futbolista del Real Madrid Cristiano Ronaldo recibió ayer su tercera Bota de Oro, galardón que le acredita como el máximo goleador de las ligas europeas tras anotar 31 tantos en el pasado ejercicio. Este año, el luso comparte título con el delantero Luis Suárez, que anotó la misma cantidad de goles con la camiseta del Liverpool.

El pasado día 15 de octubre se le entregó la bota dorada al uruguayo. Ayer le tocó el turno al del Real Madrid. La verdad es que no entiendo por qué se espera tanto tiempo para organizar estos actos. Yo sería más partidario de entregar este tipo de galardones recién concluida la temporada. Pero bueno, es sólo una opinión.

En cualquier caso, ayer el portugués recibía en un acto celebrado en el hotel Meliá Castilla de Madrid su tercera Bota de Oro. Estuvo arropado por familiares, amigos, compañeros de equipo y representantes institucionales del Club, con el Presidente Florentino Pérez a la cabeza.

"Es un día especial para mí. Es la tercera, pero es como si fuese la primera. La comparto con todos los que me han ayudado. Prometo a la afición que siempre daré lo mejor dentro del campo porque me quedan aún muchos años en el Real Madrid", explicó Ronaldo.

Cristiano Ronaldo logró su primera Bota de Oro en la temporada 2007-08, siendo jugador del Manchester United. Repitió en la campaña 2010-11, militando ya en el Madrid y ha vuelto a ganar el trofeo en el pasado ejercicio 2013-14.

Desde 'Historias del Real Madrid', felicito al astro blanco y deseo que se 'calce' alguna más en el futuro. Sería buena señal tanto para él como para el equipo.

miércoles, 5 de noviembre de 2014

VEINTE AÑOS DEL PRIMER GOL DE RAÚL

El delantero se estrenó en Primera División justo una semana después de su debut

El sábado 5 de noviembre de 1994, tal día como hoy de hace veinte años, el Real Madrid recibía en el Santiago Bernabéu la visita del Atlético de Madrid. Había pasado justo una semana del partido de Zaragoza en el que Raúl había debutado y el joven ariete había causado tan buena impresión que repitió en el once inicial del equipo. En esta ocasión, le tocaba debutar en el Santiago Bernabéu. Y lo iba a hacer, ironías de la vida, ante su antiguo Club.

Era la décima jornada de Liga. Su primera actuación frente al público que le acabaría adorando con el tiempo y el primer partido que le vi jugar. Aquel partido se televisó en directo y pude ver por fin en acción, noventa minutos, al jugador del que tanto se había hablado en la anterior semana y media. ¿De verdad era tan bueno?

Vaya si lo era. Raúl jugó un partidazo aquel día y se convirtió en protagonista por méritos propios. A los veinte minutos de partido, el delantero fue cazado dentro del área siendo objeto de un penalti que el colegiado López Nieto señaló con acierto. Michel se encargó de transformar la pena máxima. 1-0 para el Real Madrid con Raúl de protagonista.

Sólo cinco minutos después, nueva acción del benjamín del equipo que, entrando desde la banda izquierda, lanza un preciso pase que Iván Zamorano cabecea a la red de la meta defendida por el colchonero Diego. De cabeza, como no. 2-0 para el Real Madrid y de nuevo Raúl siendo partícipe.

El Atlético de Madrid recortó distancias con un tanto de Roman Kosecki, aquel jugador polaco que los rojiblancos habían fichado un par de años antes procedente de Osasuna. El futbolista cazó un rechace con Buyo en el suelo y prácticamente a puerta vacía llevaba el 2-1 al marcador. Había partido por delante.

Gol de Raúl

La tranquilidad llegó con el tercero del Real Madrid. El golazo de la noche. Y lo iba a firmar nada más y nada menos que el debutante. Sí. Raúl González Blanco anotó su primer gol con el Real Madrid. Jugada de Amavisca a Laudrup y el danés envía un pase cruzado a la derecha del ataque blanco. Raúl, corriendo como una flecha, se introduce en el área y recibe el balón. Con su pierna izquierda, de primeras, engancha un disparo arqueado y dirige el esférico a la escuadra izquierda de la portería. Lo dicho, un golazo.

Raúl no deja de correr, mientras agita los brazos de alegría. Zamorano, que también celebra la consecución del tercero, no puede detenerle. El futbolista sigue corriendo y se dirige al banquillo. Allí, se abraza con otro canterano, Dani García Lara. Sólo cuatro días antes, el martes 1 de noviembre, el canterano catalán había anotado dos goles en el triunfo del Real Madrid por 4-0 frente al Dinamo de Moscú en partido correspondiente a la Copa de la UEFA.

Volvemos al partido frente al Atlético. La primera parte estaba siendo trepidante y ya nos había dejado un dato para la historia. El primer gol de Raúl. Pero el marcador no estaba cerrado. Todavía faltan unos minutos para el descanso. Centro de Michel desde la derecha, por supuesto, y Zamorano anota el 4-1 para el Real Madrid.

Y acto seguido, nuevo penalti. Esta vez favorable al conjunto colchonero. Diego Pablo Simeone fusila a Paco Buyo, que no logra adivinar la dirección del potente disparo del argentino. 4-2 al término del primer tiempo.

A los seis goles no se sumó ninguno más en un segundo tiempo en el que no hubo cambios en el marcador electrónico. Raúl dejó su sitio a Martín Vázquez en el minuto 60 de partido y Dani sustituyó al bigoleador Iván Zamorano en el 79.

Recuerdo con mucho cariño todos los partidos de aquella temporada de hace veinte años. La Liga 1994-95, que el Real Madrid se adjudicó para felicidad de todos los madridistas, la disfruté en plena adolescencia, cuando a pesar de los estudios aún tenía tiempo para seguir todos los partidos que echaban por la televisión, aunque no jugase el Madrid. Partidos como este Real Madrid-Atlético no los olvidaré nunca. El partido en el que Raúl marcó su primer gol con el Real Madrid.

REAL MADRID C.F. : Buyo; Quique S.F., Alkorta, Sanchís, Luis Enrique; Míchel, Redondo, Laudrup, Amavisca; Raúl (Martín Vázquez, 60’), Zamorano (Dani, 79’). (Entrenador: Jorge Valdano)
CLUB ATLÉTICO DE MADRID : Diego D.; Tomás R., Solozábal, Iván Rocha, Toni Muñoz; Simeone, Soler B. (F. Ferreira, 46’), Kosecki, Delfí Geli; Manolo S.D., Kiko. (Entrenador: Jorge D’Alessandro)

GOLES
1-0 min. 20 Michel (penalti)
2-0 min. 25 Zamorano
2-1 min. 27 Kosecki
3-1 min. 36 Raúl
4-1 min. 43 Zamorano
4-2 min. 44 Simeone (penalti)

martes, 4 de noviembre de 2014

RAÚL: "SOY UN ENAMORADO DEL GOL"

Primera entrevista a Raúl en la revista del Real Madrid

A mediados de los años noventa, la revista del Real Madrid, entonces publicación mensual, ofrecía al final del ejemplar una entrevista de una página a un jugador de las categorías inferiores del Club. Dentro de aquella sección que se titulaba Mañana será una estrella, desfilaron decenas y decenas de canteranos, muchos de los cuales tuvieron la suerte y el privilegio de debutar con el primer equipo.

En el número 62 de la revista, de noviembre de 1994, la página 82 de la revista contiene la que, posiblemente, sea la primera entrevista que se realizó a Raúl González Blanco. Me explico. Cuando la revista llegó a los kioscos, a finales de octubre o primeros de noviembre, Raúl justo acababa de debutar en Zaragoza. La expectación mediática que levantó el joven delantero le convirtió en protagonista, de la noche a la mañana, de la actualidad informativa. Raúl era el centro de atención para la prensa deportiva de aquellos días. No sé cuál sería la primera radio, la primera televisión o el primer periódico que consiguió hacerle la primera entrevista al Raúl ya jugador del primer equipo del Madrid.

Sin embargo, al tratarse de una publicación mensual, es lógico llegar a pensar que la entrevista que realizó Javier Palomino para la revista Real Madrid se efectuase semanas antes de su publicación. Y al repasar el texto se desprende claramente que Raúl todavía no había debutado en Zaragoza. Esto me hace pensar que aquella fue la primera entrevista que se le realizó al jugador. El titular, con una declaración del futbolista, no podía ser más premonitorio sobre lo que sería su carrera deportiva. "Soy un enamorado del gol".

La primera pregunta que se le hace concierne a su llegada al Real Madrid procedente del Atlético de Madrid.

-Me iban bien las cosas, pero en el Club empezaron los problemas con la cantera. Desapareció un equipo, estuvimos varios días sin entrenar... Entonces surgió la llamada del Madrid y no me lo pensé dos veces.

-¿Qué diferencias existen entre la cantera rojiblanca y la del Real Madrid?

-La diferencia es abismal. Aquí se preocupan más por nosotros, hay más medios, se entrena más días a la semana, tienes un cuadro médico que está pendiente de ti... También es más difícil triunfar, porque hay más calidad en los jugadores.

La entrevista, con una imagen de Raúl tomada por el fotógrafo Jorge Iglesias, estaba completada por una pequeña ficha técnica en la que se ofrecían unos datos biográficos del jugador y dos despieces. Uno de ellos recogía el historial deportivo de Raúl y el otro informaba de cómo jugaba el joven futbolista. "Veloz y habilidoso, destaca por su visión de juego y por su inteligencia. En el área es letal", apunta la revista.

-Soy un enamorado del gol, lo mío es meter goles. Si no meto goles es como si no jugase bien. Procuro no obsesionarme, pero tengo claro que estoy para marcar.

Dieciséis años después de ofrecer esta entrevista, Raúl González se había convertido en el futbolista que más goles había conseguido anotar vistiendo la camiseta del Real Madrid.